Djokovic saborea su vuelta a Australia para ir por el 22° Grand Slam
El cambio de normas en el país le permitirá ir a Melbourne, donde ya ganó en nueve oportunidades.
La temporada 2022 fue muy complicada para Novak Djokovic, que se perdió varios torneos importantes por su negativa a vacunarse contra el coronavirus y sufrió una sangría de puntos que le costó el número 1 del mundo. Todo empezó cuando no pudo defender su título en Australia tras ser detenido y deportado de ese país a horas de comienzos del torneo, situación que además amenazó con dejarlo afuera del torneo hasta 2025. Pero el serbio finalmente podrá volver a Melbourne el próximo año.
Aunque no hubo un anuncio oficial, varios medios de ese país aseguraron que Andrew Giles, ministro de Inmigración, decidió derogar la sanción que pesaba sobre Djokovic por esa deportación que le prohibía obtener una visa durante tres años. Así podrá buscar en enero su 10° título en el primer Grand Slam de la temporon rada.
Djokovic protagonizó una “novela” en Australia a principios de la temporada. Llegó al país con una visa gestionada online y una exención médica para eludir las restricciones del ingreso para los extranjeros no vacunados vigente en ese momento. Además, tenía el aval de Tennis Australia y el gobierno de Victoria, estado en el que se disputa el torneo.
El documento médico, sin embargo, lo eximía de la norma del torneo, que obligaba a jugadores, espectadores y funcionarios a estar inoculados, pero no lo autorizaba a entrar al país. Las fuerzas fronterizas lo rechazay entonces comenzó un tire y afloje que duró varios días.
Primero lo demoraron en el aeropuerto y luego lo llevaron a un hotel destinado a alojar a los inmigrantes en una situación irregular. Alex Hawke, por entonces ministro de Inmigración, le canceló la visa por considerar que el tenista era “un riesgo para su salud y el orden público ya que podía alentar protestas por parte del movimiento antivacunas”. Se la reinstauraron poco después y lo dejaron comenzar a entrenarse en Melbourne Park por si era autorizado luego a disputar el torneo. Mientras, su equipo presentó una apelación ante un Tribunal Federal. Pero esa instancia judicial no tuvo un final feliz: las autoridades consideraron sus argumentos “ilógicos e inválidos”, le volvieron a revocar el visado y ordenaron su deportación.
Encima, tampoco pudo repetir su consagración en Roland Garros (perdió en los cuartos de final) y, aunque ganó Wimbledon, no pudo conservar los 2 mil puntos que había obtenido en 2021 porque el Grand Slam inglés no repartió unidades como represalia a la ATP y la WTA por haber excluido del torneo a los jugadores rusos y bielorrusos en el marco de las sanciones por la invasión a Ucrania.
Así, a pesar de que le sacó provecho a los diez torneos que pudo jugar en 2022 y hasta se clasificó al Masters de fin de año, Djokovic perdió demasiados puntos y cayó varios escalones en el ranking: hoy está octavo.
La sanción que pesaba sobre él por su deportación hizo pensar que 2023 arrancaría con otra gran ausencia. Sin embargo, a principios de julio Australia anunció que ya no les exigirá a los visitantes el carnet de vacunación contra el Covid-19. Djokovic vio una oportunidad y, a través de sus abogados, se puso en contacto con el nuevo gobierno australiano (en mayo el Partido Laborista le había puesto un punto final a casi diez años del gobierno conservador en el poder) para ver si había chances de revocar su castigo.
En octubre había contado, ilusionado, que recibió “signos positivos” desde Australia. Y Craig Tiley, director del torneo, había asegurado que sería bienvenido en Melbourne Park si se le otorgaba el visado.
El lunes, tras vencer en dos sets a Stefanos Tsitsipas en su debut en el Masters que se juega en Turín (le ganó al ruso Andrey Rublev por 6-1 y 64 y se metió en las semifinales), Djokovic comentó: “No, no hay nada oficial todavía. Estamos esperando. Mis abogados están en comunicación con el gobierno de Australia; eso es todo lo que puedo decir por ahora”.
Horas más tarde llegó la buena noticia para quien podrá viajar a Australia, si así lo desea, para buscar, a los 35 años, su 22° título de Grand Slam e igualar el record que ostenta el español Rafael Nadal, ganador en esta temporada en Australia y Roland Garros.