Perpetua para los rusos que derribaron el avión de Malaysia Airlines en Ucrania
Son dos hombres de Inteligencia. El tercer condenado es un ucraniano de las milicias prorrusas.
La Justicia de Países Bajos condenó a cadena perpetua a dos rusos y un ucraniano juzgados por su papel en la tragedia del vuelo MH17, el avión de Malaysia Airlines derribado en la zona separatista prorrusa del este de Ucrania en 2014, en un proceso judicial con el foco puesto en Rusia.
Los rusos Igor Girkin y Sergey Dubinsky y el ucraniano Leonid Kharchenko son “culpables” del asesinato de las 298 personas que iban a bordo, concluyó el tribunal, que determinó que las conversaciones interceptadas y usadas como prueba en el juicio son “auténticas”.
Otro acusado, el ciudadano ruso Oleg Pulatov, fue absuelto. Todos las personas juzgadas se encuentran en libertad y ninguna asistió a las múltiples audiencias del juicio, que duró dos años y medio.
El avión fue derribado en julio de 2014 cuando sobrevolaba la región del Donbás, en el este de Ucrania, que ya estaba ampliamente controlada por los separatistas prorrusos y que es teatro de encarnizados combates desde la invasión rusa de Ucrania, en febrero de este año.
Los jueces consideraron probado que el avión fue “derribado por un misil BUK desde un campo agrícola” cerca de Pervomaiskyi, en el este de Ucrania, que estaba en manos de rebeldes prorrusos, descartando escenarios alternativos como un accidente, y consideró que Rusia estaba involucrada en la “acción armada” contra el Ejército ucraniano en la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD).
Según el tribunal, los tres condenados trabajaron en estrecha colaboración para llevar el lanzamisiles BUK desde Rusia a la zona rebelde, y retirarlo después, y los consideró responsables del derribo debido a su papel militar de liderazgo y su cooperación consciente con el objetivo de derribar un avión, aunque subrayó que no fueron ellos quienes dieron la orden de disparar.
El excoronel de Inteligencia, Girkin, de 51 años, era el líder militar de la RPD en la zona donde estaban activos los rebeldes prorrusos y tenía contacto directo con Moscú.
Girkin trabajó con Dubinsky, de 60 años, quien era jefe de inteligencia en la región, y el BUK se transportó al campo agrícola ucraniano y se devolvió a Rusia bajo su autoridad. Desempeñó un papel de “guía”.
El ucraniano Kharchenko, de 50 años, era comandante de un grupo de milicias prorrusas, y estaba a las órdenes de Dubinsky. Escoltó y supervisó el lanzamisiles, y su papel fue “fundamental” para el derribo, lo que le convierte en coautor de asesinato.
Oleg Pulátov, de 56 años, actuaba como jefe adjunto del servicio de inteligencia de los rebeldes en Donetsk. El tribunal consideró que estaba al tanto del despliegue del lanzamisiles, pero no estaba presente cuando se disparó, y no influyó en el plan, por lo que fue absuelto.
La Corte explicó que, en el momento del derribo, Rusia tenía control general sobre las fuerzas rebeldes de la autoproclamada república independiente, que había contactos constantes entre las dos partes como demuestran conversaciones interceptadas, y que ya la situación en la zona era, desde mayo de 2014, un “conflicto armado internacional”.
“Varios líderes tenían nacionalidad rusa y antecedentes en las fuerzas armadas rusas”, señaló el presidente del tribunal Hendrik Steenhuis, quien subrayó que otros líderes en la RPD tenían una estrecha relación con Rusia y hablaban de “Moscú” o del “Kremlin” en las conversaciones interceptadas por las autoridades ucranianas.
Esto indica, agregó, que había “una acción militar concertada” y que Moscú estaba involucrada y facilitó los combates en la zona. Pero como Rusia niega su participación en el conflicto, y los acusados no se han declarado miembros de las fuerzas armadas rusas, entonces “no pueden ser considerados parte” del Ejército.
Rusia rechazó el fallo y dijo que estuvo motivado por cuestiones “políticas” vinculadas a la actualidad. “El desarrollo y la conclusión del proceso judicial muestran que la sentencia se debió a cuestiones políticas”, criticó el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Estados Unidos, Europa y la OTAN, en cambio, celebraron el proceso. “La decisión del Tribunal de Distrito de La Haya es un paso importante en los esfuerzos en curso para hacer justicia a las 298 personas que perdieron la vida el 17 de julio de 2014”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken.
Los jueces consideraron probado que el avión fue derribado por un misil BUK, de fabricación rusa