Recorte de gastos y alza de los impuestos, el plan del nuevo gobierno británico
El premier Rishi Sunak presentó un nuevo presupuesto. El anterior hizo caer al Ejecutivo de Liz Truss.
Gran Bretaña buscó este jueves recuperarse del mini presupuesto de la ex primera ministra Liz Truss y el responsable de finanzas Kuasi Kwarteng, que pusieron al país en estado de catástrofe y generaron una masiva crisis política, que finalizó con la elección de Rishi Sunak como nuevo premier.
El reemplazante de Kwarteng, Jeremy Hunt, conservador más liberal, billonario y previsible, anunció un nuevo presupuesto, con los mayores impuestos en una década especialmente a los más ricos, y recortes de gastos. Los más vulnerables tendrán sus pensiones incrementadas según la inflación.
Se anunció además el llamado “windfall tax” (el impuesto a la renta inesperada), aplicable “temporariamente” a las empresas energéticas que aumentaron masivamente sus ganancias con la guerra en Ucrania.
Ese gravámen recaudaría hasta 45 mil millones de libras en seis años (unos US$ 53 mil millones). Los llevará del 25 al 35% desde el 1 de enero hasta marzo del 2028. “El presupuesto volverá a poner la economía en una trayectoria positiva”, dijo Sunak, en un informe a los diputados sobre la cumbre del G20.
El mandatario se dirigió a los parlamentarios con detalles de un paquete de 54 mil millones de libras (US$ 70 mil millones) para llenar un agujero en las finanzas públicas. Indicó en el presupuesto que los más ricos deben soportar la “carga más pesada”, al revelar recortes de gastos de 30 mil millones de libras (US$ 35 mil millones) y aumentos de impuestos de 24 mil millones de libras (US$ 28 mil millones) en los próximos cinco años.
Anunció una serie de incursiones “sigilosas” en el impuesto sobre la renta, el seguro nacional, el ahorro de pensiones, el impuesto sobre sucesiones y el IVA, en virtud de las cuales las familias de ingresos medios pagarán miles más en impuestos para 2028. Las autoridades locales podrán aumentar el impuesto municipal en un 5 por ciento, sin un referéndum local. El ministro se comprometió a “proteger a los vulnerables, porque ser británico es ser compasivo”.
Los beneficios subirán en abril en línea con la inflación y protegerá el ”triple lock (bloqueo)” para los jubilados. Es decir, elegirán el índice más alto para aumentar sus pensiones según el costo de vida o las tasas de interés o la inflación.
La mayoría de los recortes de gastos estarán previstos para después de las próximas elecciones, con la esperanza de que puedan cancelarse si las condiciones económicas mejoran.
El ministro confirmó dos nuevas reglas fiscales: la primera es que la deuda subyacente debe caer como porcentaje del PBI, en el quinto año de un período móvil de cinco años. La segunda es que el endeudamiento del sector público, en el mismo período, debe ser inferior al 3% del PBI.
A partir de abril de 2025, los coches eléctricos dejarán de estar exentos del Impuesto Especial sobre Vehículos. A partir del 1 de enero, “también hemos decidido introducir un nuevo impuesto temporal del 45% sobre los generadores de electricidad... juntos, estos impuestos recaudarán 14.000 millones de libras esterlinas el próximo año”, detalló Hunt.
En plena guerra con Ucrania y tras un desmantelamiento presupuestario y de logística en las fuerzas armadas británicas, Hunt confirmó que el Reino Unido seguirá manteniendo el presupuesto de defensa en al menos el 2% del PBI. Se busca “ser coherente con nuestro compromiso con la OTAN. Pero no hay un compromiso del 3% como se prometió anteriormente”, explicó.
Se pedirá a 600.000 personas más que hoy cuentan con subsidios que se reúnan con un coach de trabajo para aumentar las horas o los ingresos por su trabajo. En educación, el canciller ha dicho que invertirá 2.300 millones de libras esterlinas adicionales al año en las escuelas.
El país no es “inmune a estos vientos en contra, pero con este plan de estabilidad, crecimiento y servicios públicos, enfrentaremos la tormenta”, anunció Hunt. Dijo que la recesión puede ser “hecha en Rusia”, pero la “recuperación se hace en Gran Bretaña”.
“Es un plan equilibrado para la estabilidad, un plan para el crecimiento y un plan para los servicios públicos. Muestra que no es necesario elegir entre una economía fuerte o buenos servicios públicos. “Con los conservadores y solo los conservadores obtienes ambos”, finalizó.
Hunt busca tranquilizar a los mercados, asustados por el último presupuesto conservador y con una inflación del 11 por ciento, que asemeja a Gran Bretaña a la economía de un país emergente. Ya París ha reemplazado en su poder a la City financiera británica. Hunt se centrará en “restaurar la sostenibilidad fiscal” con “justicia y compasión” dijo el premier Sunak previamente, en su interpelación parlamentaria.
En una declaración a la Cámara de los Comunes sobre la cumbre del G20 en Bali, el premier dijo que había una “determinación compartida” entre los líderes mundiales para “restaurar la estabilidad, lograr un crecimiento a largo plazo e impulsar un futuro mejor, uno en el que ningún país tenga el poder para detenernos”.
Sunak argumentó que los desafíos que enfrentaba la economía británica eran globales. “Vale la pena tener en cuenta que acabamos de llegar de una cumbre donde dos tercios de los miembros sentados alrededor de la mesa están experimentando tasas de inflación por encima de 7%. El FMI predice que un tercio de la economía mundial ya está o en breve estará en recesión”, anunció el Sunak a los parlamentarios y a su país.