Investigan el suicidio de un comisario bonaerense al que estaban por detener
A Mauricio Dadín lo acusaban por dos secuestros extorsivos contra una misma persona.
La oficina del comisario Mauricio Christian Dadín (47), a cargo de la Unidad de Policía de Prevención Local (UPPL) de Berazategui, fue el lugar donde se vio sin escapatoria. Antes de que lo detuvieran por estar acusado de haber participado en secuestros extorsivos, prefirió suicidarse.
El miércoles a la mañana, cuando los agentes del Departamento Antisecuestros de la Policía Federal Argentina (PFA) y de la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) del Ministerio de Seguridad bonaerense fueron a su oficina para allanarlo y detenerlo, Dadín los miró y se gatilló en la cabeza. El proyectil no salió y luego los apuntó. Le pidieron que abandone su actitud. Pero él solo los amenazó y la bala, esta vez, salió.
Dadín estuvo en silencio antes de suicidarse. No llegó a saber por qué dos agentes de Antisecuestros y tres de la AGAI habían entrado a notificarlo de la citación de la jueza federal María Eugenia Capuchetti. Afuera había otros cinco agentes.
El comisario trabajaba en la Policía Bonaerense desde 2012. Había sido uno de los pocos subcomisarios jefe de una UPPL, dado que son dirigidas por comisarios inspectores. Dadín era sobrino del comisario retirado y ex secretario de Control Urbano municipal Raúl Torres, quien habría gestionado su ascenso el año pasado.
La orden de detención fue firmada por Capuchetti, tras el pedido del fiscal Eduardo Taiano, quien investigaba dos secuestros que había sufrido una persona de nacionalidad peruana. De la investigación participó la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos a cargo del fiscal federal Santiago Marquevich.
La víctima denunció en el Departamento Antisecuestros de la Policía Federal el segundo secuestro que sufrió y el pedido de US$ 20.000 a cambio de su libertad en enero de 2021.
También explicó que había sido secuestrado en octubre de 2020, por el que su familia pagó $ 800.000.
El denunciante había sido condenado tiempo atrás por transportar cocaína. Tres policías aprovecharon el prontuario y le dijeron que tenían una orden de allanamiento para detenerlo cuando salía de su casa en el barrio porteño de Monserrat. Lo ingresaron por la fuerza, lo esposaron y le pusieron un buzo en su cabeza.
En la camioneta le sacaron el celular y llamaron a sus contactos para pedirle US$ 20.000 por su libertad. Estuvo detenido tres horas en una habitación de la DDI de Berazategui.
Lo liberaron cerca de una iglesia de Pompeya, tras el pago de US$ 4.000 por parte de un amigo. Al regresar a su casa advirtió que le faltaban $ 90.000, relojes y ropa.
Por la denuncia la semana pasada detuvieron a los policías de la Bonaerense Fabián Darío Rodríguez (33) y Esteban Gastón Solís (33), que trabajaban en la UPPL de Berazategui. También un agente de Gendarmería, preso por otra causa, fue acusado.
“Había elementos para detener al comisario tras las declaraciones de sus subalternos. No era posible que desconociera lo sucedido en la UPPL que tenía a su cargo”, explican fuentes de la investigación a Clarín.
Con el suicidio de Dadín se inició una investigación a cargo del juez federal de Quilmes, Luis Armella. “No tenemos el resultado de la autopsia aún. A su vez, ordenamos que se haga el peritaje balístico a cargo de la Gendarmería y las pruebas de dermotest”, dijeron fuentes del caso.
Además. deben cotejar el proyectil que recibió Dadín. Los investigadores sostienen que “en estas detenciones hay que tomar recaudos porque se corren riesgos, como sucedió”.
Los agentes que fueron a detener a Dadín declararán como imputados o testigos, tras las pericias. La causa también investigará si el accionar de los agentes fue el correcto.
En la otra causa, la jueza Capuchetti deberá definir la situación procesal de los dos subalternos de Dadín, que fueron desafectados. ■
Se abrió otra causa para calificar la actuación de los agentes que fueron a detener a Dadín.