Cómo es la obra con el otro encargado de “El encargado”
Gastón Cocchiarale, el ayudante de Francella en la serie, concreta el sueño de protagonizar esta adaptación.
La reunión de dos amigos y un clásico del teatro argentino dio como resultado La gran renuncia, el estreno del Circuito Teatral Buenos Aires (CTBA) en el Teatro de la Ribera. La obra es una versión adaptada y dirigida por Lisandro Fiks, de la recordada La fiaca, de Ricardo Talesnik.
Gastón Cocchiarale, quien encabeza el elenco de La gran renuncia, fue el artífice de la idea, cuando todavía era un estudiante de teatro. Pero, por entonces, el autor de La fiaca no quería saber nada con versionar su pieza. Pasó el tiempo y Gastón Cocchiarale le contó a su amigo Fiks sus ganas de reversionar el material.
Esta vez lograron el visto bueno de Talesnik y así surgió La gran renuncia, con Laura Cymer, Abian Vainstein, Romina Fernandes, el propio Fiks, el elenco que cuenta con la participación virtual de Luis Brandoni.
Aquella historia, de fines de 1960, mostraba a un hombre abrumado por su vida monótona, que un día decide rebelarse, no ir más a trabajar ni hacer nada, salvo dedicarse a la pereza. Interpretada por Norman Briski, tuvo su puesta teatral, dirigida por Carlos Gorostiza y más tarde también fue película, con dirección de Fernando Ayala.
“Aquel gesto de rebelión de las décadas de 1960 y 1970 hoy no sería posible. Pero sí tiene un paralelo con el sistema tecnológico y la dependencia que eso crea, una vorágine un poco vacía como la que vivimos estos días”, cuenta Fiks. Incluso, tras la pandemia, para muchos hubo un cambio de estilo de vida y hasta de paradigma. Y, a partir de ahí, se dio la adaptación y la nueva versión.
“La puesta de La gran renuncia tiene mucho de la invasión sonora y visual que nos impone la tecnología, con celulares que suenan, gente que mira teléfono mientras está conversando con vos”, describe el director: “La construcción dramática de la obra original está respetada, pero adecuada a esta actualidad”.
Para el grupo, hubo una satisfacción extra, que fue la visita de Talesnik que "se fue feliz", según asegura Fiks, con el resultado: “Fue un alivio y nos dio alegría que se quedara contento”. Según explica el director, la esencia de la obra es la misma: el hombre común que se rebela ante el engranaje social, “ese que te aprieta hasta que no das más y del que forma parte la tecnología”.
Pero Fiks aclara: “El problema no es la tecnología, sino, como sucede con casi todo, el uso de ella, los límites que uno le pone a eso. Ése es el enfoque principal de esta propuesta”.
En escena se ven desplegadas las reacciones y relaciones que cada generación construye con la tecnología: están el padre, el abuelo, la esposa, la jefa y un amigo del protagonista.
La obra, como varios otros proyectos, se vio postergada por las complicaciones que provocó la pandemia y tuvo que esperar hasta ahora para su estreno, en una de las salas oficiales del CTBA, en el barrio de La Boca.
Sin embargo, el grupo lo supo aprovechar a su favor. “Al final, nos vino bien porque tuvimos más tiempo de ensayos y, sobre todo, tiempo para consolidar el tema de la escenografía, el vestuario, los videos y el sonido, que es una cosa de locos”, cuenta.
Curiosamente, se trata de una obra que apela mucho a la tecnología para contar una historia que la cuestiona: "Pero eso forma parte de la diversión, ya que se trata de una comedia de principio a fin".
Por otra parte, la participación de Luis Brandoni surgió casi de casualidad. Mientras el actor estaba filmando una serie junto a Robert De Niro, en su visita a la Argentina, de la que Cocchiarale también forma parte, Gastón le comentó el proyecto a Brandoni, que se entusiasmó tanto que finalmente se sumó al elenco, con una participación virtual.
La música original de La gran renuncia es de Daniel “Pipi” Piazzolla y Lisandro Fiks, mientras que Juan Selva está a cargo del diseño de proyecciones, Agnese Lozupone de la iluminación y, Micaela Sleigh, del diseño de escenografía y vestuario. w
Las funciones son los jueves y viernes a las 19 y los sábados y domingos a las 17 en el Teatro de la Ribera, Av. Pedro 1821. Entradas: $1250 (Pullman $950 y los viernes, $650).