Corea del Norte lanzó uno de sus misiles balísticos más poderosos
Tiene capacidad para alcanzar a EE.UU. El dictador Kim Jong-un dijo que está dispuesto a usar armamento nuclear. Condena de Tokio y de Washington.
Corea del Norte lanzó ayer su segundo misil balístico intercontinental de este mes y uno de los más poderosos hasta el momento con capacidad de llegar a EE.UU. dijeron funcionarios de Corea del Sur y Japón. Luego, el líder de Pyongyang, Kim Jong-un, advirtió que está dispuesto a utilizar armas nucleares.
El misil aterrizó en aguas al oeste de Hokkaido, la isla más septentrional de Japón. Mientras estaba en el aire, el comandante del Ala de Cazas 35 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos ordenó a todo el personal de la Base Aérea de Misawa en el norte de Japón que buscara refugio, una medida de precaución que subrayó la creciente preocupación en la región por la política arriesgada del Norte.
El misil cubrió una distancia de 998 kilómetros y alcanzó una altitud de más de 5979 kilómetros, según funcionarios de Corea del Sur y Japón.
Un ICBM que Corea del Norte disparó el 24 de marzo, aparentemente el más poderoso hasta la fecha, voló solo un poco más lejos y más alto. antes de caer en aguas al oeste de Japón, según el ejército de Corea del Sur.
Kim aseguró que ante cualquier amenaza “responderán con armas nucleares y a una confrontación total con un órdago total”. No aclaró a cuál amenaza se refería.
“Corea del Norte está repitiendo provocaciones con una frecuencia sin precedentes, y esto es absolutamente inaceptable”, dijo el viernes a los periodistas el primer ministro japonés Fumio Kishida en Bangkok, donde asistía a una cumbre regional.
El presidente Yoon Suk Yeol de Corea del Sur pidió “fuertes condenas y sanciones contra Corea del Norte” en las Naciones Unidas, dijo su oficina.
Corea del Norte lanzó al menos 88 misiles balísticos y de otro tipo este año, más que en cualquier año anterior, burlando las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que le prohíben probar misiles balísticos y dispositivos nucleares. En las últimas semanas, las pruebas fueron más provocativas.
El 4 de octubre, disparó un misil balístico de alcance intermedio sobre el norte de Japón, donde activó las alarmas de ataque aéreo, lo que llevó a los residentes a ponerse a cubierto.
El 2 de noviembre, lanzó al menos 23 misiles , uno de los cuales cruzó la frontera marítima de las dos Coreas y cayó en aguas internacionales frente a la costa este de Corea del Sur, disparando las alarmas en una isla poblada. Al día siguiente, el Norte probó un ICBM, uno de los seis misiles balísticos que disparó hacia el este desde tres lugares.
El lanzamiento del ICBM, que encendió más alarmas en Japón, cubrió 760 kilómetros y alcanzó una altitud de 1919 kilómetros.
Disparar misiles de largo alcance en un ángulo pronunciado se considera una forma de demostrar que Corea del Norte podría alcanzar objetivos lejanos si así lo deseara.
Victor Cha, vicepresidente senior para Asia y jefe de la división de Corea en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, dijo que la reciente oleada de pruebas había sido “habilitada por China y Rusia”, dos miembros del Consejo de Seguridad con poder de veto que han hundido los intentos encabezados por Estados Unidos de imponer nuevas sanciones al Norte.
Cha agregó que la reciente reunión cara a cara entre el presidente Joe Biden y Xi Jinping de China “dejó bastante claro que no hubo avances en Corea del Norte. De hecho, China casi se está desvinculando del problema de Corea del Norte y dice 'Todo es problema tuyo', por lo que China no va a ayudar".
Los ejércitos de EE.UU. y Corea del Sur analizan los datos recopilados del lanzamiento de ayer para determinar con precisión qué tipo de misil había disparado el Norte esta vez.
Pyongyang disparó el jueves un misil balístico de corto alcance desde su costa este, dos horas después de que su canciller, Choe Son-hui, advirtiera que la respuesta del Norte sería “más feroz” si Estados Unidos, Corea del Sur y Japón intensificaban su coloración entre fuerzas armadas.
Los líderes de esas tres naciones se reunieron en Phnom Penh, Camboya, el lunes y prometieron “trabajar juntos para fortalecer la disuasión” contra Corea del Norte.
Acordaron que compartirían datos de advertencia en tiempo real para mejorar su capacidad de detectar y evaluar la amenaza que representan los misiles norcoreanos entrantes, y Biden reiteró el compromiso de Estados Unidos de defender a sus aliados de Asia oriental con “toda la gama de capacidades, incluidas las nucleares”.
Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional en Washington, dijo después del lanzamiento de ayer que EE.UU. “tomaría todas las medidas necesarias” para garantizar su seguridad y la de Corea del Sur y Japón.
“La puerta no se ha cerrado a la diplomacia, pero Pyongyang debe cesar de inmediato sus acciones desestabilizadoras y, en su lugar, optar por un compromiso diplomático”, dijo en un comunicado.
El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, ha prometido en repetidas ocasiones hacer que el arsenal nuclear y la flota de misiles del país sean más grandes y sofisticados. Los analistas dicen que Kim lo considera esencial para garantizar la seguridad de su régimen, aumentando su influencia en cualquier futura conversación sobre control de armas con Washington e inclinando la balanza del poder militar entre Corea del Norte y Corea del Sur a favor del Norte.
Pyongyang e lanzó misiles balísticos intercontinentales por primera vez en 2017, alegando que ahora podría atacar el territorio continental de EE.UU. con una ojiva nuclear. ■
El encuentro entre Joe Biden y Xi Jinping no aportó avances sobre qué hacer con Norcorea.