Mató a mazazos a un prestamista para no devolverle $ 8.000
Un hombre que asesinó a mazazos a un prestamista para no devolverle $8.000 fue condenado a 22 años de prisión por un tribunal de la ciudad de Corrientes. Además, un segundo imputado recibió una pena tres años de prisión, por encubrimiento, luego de haber llegado a juicio como partícipe del hecho.
A mediados de octubre de 2019, el cadáver de Marcelo Bogado (44) fue hallado maniatado y envuelto en una sábana, dentro de una heladera en una casilla del barrio Doctor Montaña, varios días después que sus familiares denunciaran su desaparición.
La autopsia reveló que recibió varios mazazos en la cabeza y tenía una herida de cuchillo en el cuello.
Se dedicaba a otorgar microcréditos a beneficiarios de planes sociales y pequeños comerciantes de la capital correntina. Esos préstamos debían ser devueltos en cuotas semanales, junto con los intereses. Poco antes lo habían detenido en un cajero automático con casi un centenar de tarjetas de débito, ya que a algunos clientes se las retenía para asegurarse el cobro de las cuotas.
Los investigadores pudieron reconstruir los últimos pasos de la víctima. Así establecieron que el 16 de octubre se dirigió a una rotisería del barrio San Gerónimo, propiedad de Sergio Oscar Vallejos (32). El prestamista solía comprar comida en ese lugar y le habría otorgado un crédito para comprar una moto.
Bogado fue a cobrar la cuota pero Vallejos nuevamente incumplió. En esas circunstancias se habría generado una fuerte discusión entre ambos.
El rotisero llevó al prestamista hasta la parte posterior del inmueble y lo mató. Para deshacerse del cuerpo utilizó una vieja heladera y requirió los servicios de un fletero, a quien le dijo que debía trasladar “carne vacuna” hasta una casilla del barrio Doctor Montaña.
El conductor declaró luego hubo situaciones que le llamaron la atención: el peso de la carga y que la heladera fue dejada en una vivienda que no contaba con servicio eléctrico. Varios
días después, un llamado alertó sobre olores. La denuncia la había hecho el dueño de la casilla que estaba desocupada.
Para ese entonces, Vallejos y su compadre, Raúl Alejandro García (33), ya habían declarado ante la Policía como testigos. El hallazgo del cuerpo hizo que la Justicia dispusiera la detención de ambos.
Una prueba de luminol en la rotisería terminó de sellar la suerte de Vallejos. Para el juez, fue el autor material y consideró a García como partícipe del hecho.
En el juicio oral y público, el fiscal Gustavo Schmitt Breikreitz sólo acusó por el crimen a Vallejos y consideró a García encubridor. Para el primero pidió 24 años y para el segundo, 3. El hombre quedó en libertad porque estuvo preso 3 años con preventiva. El defensor de García, Hermindo González, adelantó que recurrirá el fallo en Casación por considerar que no tuvo participación ni conocimiento del crimen.w