En un giro de última hora, no habrá cerveza en los estadios
Las clásicas postales de los hinchas, principalmente europeos, bebiendo cerveza en los estadios durante el Mundial no estarán en Qatar. Así lo anunciaron las autoridades del país y de la FIFA. En un giro de última hora no habrá venta de alcohol en las canchas y en sus alrededores.
La prohibición se oficializó dos días antes del arranque de la competición a través de un comunicado y dejó sin efecto la decisión tomada en septiembre que permitía la venta de alcohol en las tribunas.
El consumo de alcohol está fuertemente regulado en el país islámico, pero los organizadores habían concedido establecer horarios de venta antes y después de los partidos en las afueras de los ocho estadios.
Sin aclarar las razones de la nueva decisión, el comunicado señala: “Tras las conversaciones mantenidas entre las autoridades del país organizador y la FIFA se tomó la decisión de centrar la venta de bebidas alcohólicas en el ‘FIFA Fan festival’, en otros lugares de encuentro de los hinchas y en los locales que dispongan de licencia para ello y eliminar los puntos de venta de cerveza del perímetro de los estadios de la Copa Mundial”.
La FIFA había informado que los hinchas podrían comprar cerveza Budweiser -auspiciante de la entidaddentro de los ocho estadios -aunque no en los kioscos en la calle- antes y después de los partidos y por las nopresa solamente en el “Fan festival’’ oficial que se realizará en un parque céntrico en Doha.
Las entradas que prometían acceso a champaña, vino, licores y cerveza en los estadios para los huéspedes de los hoteles estuvieron en venta desde febrero de 2021 como parte de paquetes empresariales que ofrecieron “bebidas premium’’.
Las normas sobre la cerveza para que la disfrutara la mayoría de los fanáticos habían sido anunciadas 11 semanas antes del partido inaugural y cumplían una expectativa desde que Qatar inició su campaña hace 12 años para ser la primera sede de un Mundial en Medio Oriente.
Budweiser, la cerveza exclusiva de los Mundiales desde 1986, y su emgrantes matriz AB Inbev había renovado su contrato con la FIFA en 2011 hasta 2022. Y al lanzar su candidatura en 2009, Qatar había prometido respetar esos acuerdos comerciales del organismo madre del fútbol.
El acceso a las bebidas alcohólicas es mayor en Qatar que en otros países de Medio Oriente. Se las sirve en los restorans de los hoteles y en los bares autorizados. Fuera de esos locales, el consumo es ilegal.
El propietario del gigante cervecero estadounidense Budweiser declaró que esas restricciones del alcohol están fuera de su control.
Para FSA, la asociación que nuclea a los hinchas ingleses, “este giro de último minuto ilustra un problema más amplio: la total falta de comunicación y transparencia del Comité organizador respecto a los aficionados”.
“Si ellos pueden cambiar de opinión de un momento a otro los aficionados tendrán una preocupación comprensible sobre su capacidad para cumplir con otras cuestiones como el alojamiento, el transporte y las cuestiones culturales”, alertó la entidad que tendrá a miles de sus inteches en Doha el lunes para el debut de Inglaterra contra Irán.
Desde su designación como sede, Qatar fue objeto de numerosas críticas que fueron desde las acusaciones de corrupción para la elección del Mundial hasta el trato que reciben los trabajadores migrantes, el respeto a los derechos de las mujeres y del colectivo LGBTIQ+ y el impacto medioambiental del torneo.
Según el diario inglés The Times, la marcha atrás en la venta de alcohol es el resultado de la “considerable presión” ejercida por los dirigentes cataríes incluida la familia gobernante.
Por otra parte, ayer se supo también de qué manera se custodiará el campeonato. Será controlado por un dispositivo de seguridad de 50 mil agentes y un centro de videovigilancia que concentrará las imágenes de 15.000 cámaras desplegadas en los estadios de la competencia.
Al parecer y más allá de lo anunciado, las autoridades cataríes tendrán una tolerancia cero con los posibles desórdenes que se puedan cometer.w