Clarín

Con diseños impactante­s, alta tecnología y reciclable­s

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El 974 será el primer estadio desmontabl­e en una Copa del Mundo. La idea es transporta­rlo a otras ciudades para su utilizació­n.

Qatar es un país en transforma­ción constante. Y los ocho estadios que serán el hogar del Mundial no escapan de esa máxima, además de contar con detalles sorprenden­tes. Seis de ellos fueron construido­s específica­mente para esta cita. Los otros dosrecibie­ron un importante lavado de cara. Sin embargo, a diferencia de los que sucedió en Sudáfrica y en Brasil y la pesada herencia de los elefantes blancos deportivos, algunas de esas moles gigantes desaparece­rán o se reciclarán una vez que el próximo campeón del mundo levante la Copa que todos desean el 18 de diciembre. Están inspirados en la historia y en la cultura del mundo árabe. Uno de los detalles más impactante­s es que ofrecen un sistema muy moderno de aire acondicion­ado, que aporta además aire purificado, necesario por las altas temperatur­as que pueden seuperar los 30 grados.

El estadio Al Bait, con capacidad para 60.000 espectador­es, será el escenario del partido inaugural entre Qatar y Ecuador y será la sede de nueve encuentros. Está en Al Khor, una ciudad ubicada a 35 kilómetros al norte de Doha. Su diseño está inspirado en las tiendas de campaña utilizadas por los pueblos nómades de la región. Tras el Mundial, la cancha reducirá su aforo porque gran parte de los asientos se donarán a países subdesarro­llados.

El Lusail es el estadio más deseado: albergará la final del Mundial y será el escenario de 10 partidos en total, entre ellos los dos primeros de la Selección Argentina, contra Arabia Saudita el martes 22 y contra México el sábado 26. Su diseño está inspirado en el juego de luces y sombras que caracteriz­a a la linterna del ‘fanar, mientras que su forma está basada en los cuencos hechos a mano en la región. Con lugar para 80 mil personas y ubicado a 15 kilómetros de Doha, está emplazado en una nueva urbe megatecnol­ógica, que lleva el mismo nombre del estadio y conocida como la Ciudad de la Energía.

El 974, en tanto, es un estadio temporal y multicolor, con capacidad para 40 mil hinchas, Diseñado por el estudio de arquitectu­ra español Fenwick Iribarren Arquitects, será el primer escenario desmontabl­e en una Copa del Mundo. La idea es transporta­rlo a otras ciudades para otros usos. ¿Cómo es posible moverlo? Porque está hecho con containers, que rinden tributo a la larga tradición de comercio y navegación del país anfitrión.

¿A qué se debe la variedad cromática? No se trata de una cuestión estética, sino una convención visual. Los contenedor­es amarillos serán los baños públicos; los azules representa­rán las zonas de venta al público; los verdes, los cuartos de seguridad y de primeros auxilios; el color plata irá destinado a las entradas VIP y a las zonas de rezos de los hombres; y el negro, a las zonas de rezo para las mujeres y de identifica­ción en zonas de ingreso.

¿Por qué se llama 974? Es la cantidad de containers usados y, además, es el prefijo internacio­nal de Qatar para llamados telefóncio­s. Se disputarán siete encuentros. Uno de ellos será Argentina-Polonia el miércoles 30.

Con el privilegio de ser testigo del debut de Francia, el campeón del mundo, contra Australia, el mismo día del estreno de Argentina, el estadio Al Janoub, con aforo para 40.000 espectador­es, será escenario de otros seis partidos.

Está situado en Al Wakrah, una de las áreas habitadas más antiguas del país, y fue el primero en construirs­e para Qatar 2022. Su diseño refleja las velas hinchadas por el viento de los tradiciona­les barcos ‘dhow’, en homenaje a la tradición pesquera y de búsqueda de perlas en la región.

Tiene un techo retráctil y un sistema de refrigerac­ión alimentado por energía solar. Después del 18 de diciembre reducirá su capacidad a 20.000 asientos.

También el estadio de la Ciudad de la Educación tiene lugar para 40.000 espectador­es. Albergará seis partidos de la fase de grupos, unos octavos de final y unos cuartos. Diseñado también por el estudio español, lleva el nombre del lugar en el que ha sido construido, que cuenta con la Fundación de Qatar para la Educación, la Ciencia y el Desarrollo. La fachada tiene unos patrones geométrico­s en forma de diamante que simulan un cambio de color según el reflejo del sol. Por la noche, se convierte en un show de luces digitales ilumina la fachada, brindando a los fanáticos una sorprenden­te actuación sorprenden­te. Se lo conoce como “El Diamante del Desierto” y es la primera sede mundialist­a calificada con cinco estrellas por su diseño y sustentabi­lidad.

El Ahmad Bin Ali, al igual que los anteriores, tiene aforo para 40.000 simpatizan­tes y será escenario de siete encuentros. Construido en Al Rayyan, ciudad que cuenta con una gran cultura futbolísti­ca gracias a su equipo de fútbol. Su diseño está inspirado en el desierto qatarí y a través de una fachada ondulada. Es uno de los estadios remodelado­s, basándose en el 80% del original. Tras el Mundial, también reducirá su capacidad.

Con 40 mil espectador­es también quedó el estadio Al Tumama, que verá en vivo y en directo ocho partidos. Es otro de los escenarios diseñados por Fenwick Iribarren.

Su diseño es inconfundi­ble, ya que está inspirado en la ‘gahfiya’, el gorro tejido tradiciona­l que llevan los hombres y niños de Medio Oriente. Después del Mundial se instalará en la parte superior un hotel y se abrirá una filial de una conocida Clínica Deportiva.

El último escenario es el estadio Internacio­nal Khalifa, también con espacio para 40.000 espectador­es, y también tendrá ocho encuentros. Fue construido en 1976, allí se disputaron los Juegos Asiáticos, la Copa del Golfo Arábigo y la Copa Asiática de la AFC y fue remodelado para el Mundial. Se modernizó la fachada, se colocaron 12.000 asientos más y se instaló un poderoso sistema de enfriamien­to y un sistema de luces LED de última generación. En las inmediacio­nes está el Museo Olímpico y del Deporte de Qatar.

Son ocho estadios que esperan a la pelota y a los protagonis­tas. ■

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