Rusia advierte que seguirá atacando a Kiev hasta que acepte sus demandas
El vocero del Kremlin afirmó que es la única manera de “poner fin a todos los sufrimientos de la población civil”.
Rusia dejó en claro este jueves que sólo interrumpirá los bombardeos sobre las ciudades ucranianas si Kiev acepta sus condiciones. De esta manera, desnudó el objetivo central de la ola de misiles que viene descargando sobre la infraestructura energética de Ucrania, que dejó al país sin electricidad ni agua potable.
“El gobierno de Ucrania tiene todas las posibilidades de llevar la situación a un cauce normal, de arreglar la situación de modo que se cumplan las demandas de la parte rusa y poner fin, por tanto, a todos los posibles sufrimientos de la población civil”, dijo con cinismo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
La declaración de Peskov fue en respuesta a la pregunta de los periodistas sobre cómo se correspondían los ataques rusos de las últimas semanas, que han dejado sin luz, calefacción y agua a gran parte de los ucranianos, con las declaraciones del presidente Vladimir Putin de evitar sufrimientos a la población civil.
El vocero del gobierno ruso subrayó que la invasión a Ucrania -a la que siguen denominando “operación militar especial”- tiene sus objetivos y estos se están cumpliendo. “Ataques contra instalaciones sociales no hubo ni hay. En lo que se refiere a los objetivos que directa o indirectamente tienen relación con el potencial militar, estos deben ser golpeados”, dijo.
El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, fue aún más allá y sostuvo que “no se realizó ni un solo ataque contra objetivos dentro de la ciudad de Kiev”, cuando es notoria la destrucción que está sufriendo la capital ucraniana y otras urbes vecinas, con al menos una decena de muertos sólo esta semana.
Más insólitas aún resultaron las declaraciones del vocero del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, quien culpó a los propios ucranianos de la destrucción de sus ciudades: “Toda la destrucción en la ciudad -de Kiev- fue resultado de la caída de misiles de sistemas de defensa aérea extranjeros y ucranianos ubicados en zonas residenciales de la capital ucraniana”.
Las fuerzas rusas vienen descargando sus misiles sobre ciudades ucranianas desde el mes pasado, devastando la edificación y los sistemas energéticos, en momentos en que las temperaturas invernales se sienten con fuerza. Moscú tomó esta decisión luego de una serie de reveses en el campo de batalla que obligó a sus tropas a replegarse.
Ayer, inclusive, otro bombardeo ruso contra la infraestructura ucraniana provocó cortes de energía en gran parte del país, dañando aún más la red eléctrica y agudizando la miseria de los civiles a medida que bajan las temperaturas.
Al menos el 70% de la capital ucraniana se quedó sin electricidad. También se vio muy afectada la red de agua potable. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo que “los ingenieros eléctricos están haciendo todo lo posible para recuperar la electricidad lo antes posible’’ y agregó que el suministro de agua se restauró en la mitad de la capital en la margen izquierda del río Dnieper.
El Estado Mayor de Ucrania informó que las fuerzas rusas dispararon en las últimas horas unos 70 misiles de crucero y lanzaron 10 drones suicidas durante el “ataque masivo contra edificios residenciales e infraestructura energética’’ en Kiev y varias otras regiones de Ucrania.
Según el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, once regiones se quedaron totalmente sin electricidad a causa del bombardeo ruso contra la vital infraestructura energética del país y “millones” de ciudadanos permanecen sin luz ni calefacción tras los ataques contra la red eléctrica desde octubre pasado. ■