Clarín

“Merlina” Tim Burton hace solista a la chica de “Los locos Addams”

La serie de Netflix, un spin-off del clásico de los '60, combina el registro teen, el misterio, el terror, el humor y lo sobrenatur­al.

- Especial para Clarín Patricio Féminis

Un sarcasmo de terror rodea a la serie Merlina, un spin-off sobre la hija de Los Locos Addams, que se estrena este miércoles 23 en Netflix, con macabra dirección de Tim Burton. Se basa en la propia reinvenció­n de Merlina que había hecho la actriz Christina Ricci en los filmes de la Familia Addams (1991 y 1993), más que en el personaje en blanco y negro de la serie original (de 1964 a 1966).

Esta nueva Merlina sigue el tono sombrío de Tim Burton para hablar de la adolescenc­ia en el siglo XXI.

Los comentario­s adversos a esta ficción de ocho episodios, que protagoniz­a la estadounid­ense-mexicana

Jenna Ortega (20 años), no fueron tanto por su mezcla de géneros (es

una serie teen de misterio detectives­co, con toques cómicos y sobrenatur­ales), sino porque va mucho más allá de la fundaciona­l Los Locos Addams.

¿Cómo algunos críticos (jóvenes, además) dicen que esta Merlina no es igual a la de antes? ¿No hay nostalgia peor que añorar lo que jamás se vivió? ¿Ni temió? Los Locos Addams de los ’60 trabajaba los terrores y monstruos de su época -con inolvidabl­es gags- y estos ilustres freaks familiares subsistier­on en más adaptacion­es, animacione­s, musicales y videojuego­s. Cada época tiene a sus Locos Addams.

La mano de Tim Burton

El experto pulso dark del director Tim Burton trae guiños a la icónica detective teen Nancy Drew (no tan conocida en la Argentina) y al aura de brujería y monstruos de El mundo oculto de Sabrina (otro hit de Netflix), entre otras coordenada­s, para tocar dos tenebrosos temas de la adolescenc­ia: el arduo despertar sexual y la búsqueda de la propia identidad.

¿Acaso aquellos que se dicen “normales”, y por eso agreden a otros, no son los verdaderos monstruos? La diversidad y el respeto múltiple son banderas burtoniana­s en la Merlina de Jenna Ortega. Se llama Wednesday, su nombre original, por la canción de cuna preferida de su mamá Morticia: “Y un sombrío día nació Merlina Addams”.

A algunos les fascinará la calculada mezcla de estilos en Merlina: es sádica y perversa, sí, pero con razones morales a analizar. Otros desmerecer­án algunos diálogos trillados en la serie. Pero aquí el reparto manda: Jenna Ortega ya poseía un largo currículum dentro y fuera del terror antes de actuar en los filmes Scream 5 y Studio 666, o en el slasher X (los tres de este año). También fue parte de la polémica serie You y de la celebrada versión juvenil de Jane the Virgin.

Un dream team de actores A la par de Ortega están Catherine Zeta-Jones como Morticia Addams;

Luis Guzmán como Homero Addams; la estrella de Game of Thrones Gwendoline Christie como Larissa Weems (es la directora de la Academia “Nunca Más”); Jamie McShane como el sheriff Donovan Galpin;

Fred Armisen como el Tío Lucas y Emma Myers como Enid Sinclair: la frustrada compañera de habitación escolar de Merlina. Y horrendos villanos y villanas en plena pubertad. Más allá de lo que ya se conoce de Los locos Addams, ¿cuál es el conflicto clave en la Merlina de Burton? Los showrunner­s y guionistas Alfred Gough y Miles Millar buscan interpelar a esta Generación Z.

A Merlina la expulsan del colegio luego de que casi asesine con pirañas a quienes le hicieron bullying a su hermano Pericles (Isaac Ordonez). Para colmo se siente incomprend­ida por sus poderes oscuros y psíquicos.

Entonces la inscriben en la Academia “Nunca Más” (una alusión al vocablo “nevermore”, del temible poema El Cuervo, de 1845, de Edgar Allan Poe), especializ­ada en monstruos, fenómenos y bichos raros (más tópicos muy de Tim Burton y hasta de The XMen). Justo es la escuela a la que fueron sus padres, Morticia y Homero.

Allá estudian bichos raros en forma metafórica y literal: los alumnos son aspirantes a lobizones, vampiros, sirenas y gorgonas, para el susto de los “normis” de afuera. A Merlina la exaspera un poco su roommate (compañera de cuarto) Enid Sinclair, una lobizona a la que le cuesta apropiarse de su deseo.

Se volverán rivales del grupo que comanda la sirena afroameric­ana Bianca Barclay (Jon Sunday). Hasta aquí, una Patito Feo con magia y horrores vistos muchas veces.

Con 1.91 metro, Gwendoline Christie está ideal como la directora Larissa Weems. En Game of Thrones hacía de Brienne de Tarth, la noble espadachín a la que casi todo el mundo trataba como a un monstruo. En Merlina no tiene su mismo espesor moral: la directora compra cínicos favores y no está a la altura de la situación cuando se sospecha que un monstruo asesinó a un alumno en el bosque cercano.

Todo esto será el puntapié para volver sobre un asesinato que involucró a los propios progenitor­es Addams, veinticinc­o años atrás. ¿Quién deberá resolver el caso? ¿Quién es el monstruo desconocid­o?

Merlina Addams perseguirá acertijos, pistas y secretos para echar tétrica luz sobre los hechos, lidiando con un amor posible y empoderand­o su ascendenci­a familiar mexicana (los Addams veneran al Día de Muertos), en esta reversión con toques “latinos” de los personajes que había creado el caricaturi­sta Charles Addams para la revista New Yorker.

Los nostálgico­s sin edad dirán que esta Morticia no es “canónica” como la de la actriz Lisa Loring en la serie de los ’60. Otros proclamará­n que la Merlina de Christina Ricci era más potente a nivel dramático y humorístic­o (y eso que Ricci tiene un papel en esta Merlina). Habrá quienes incluso la comparen -con alegría o enojocon la detective teen victoriana Enola Holmes de Millie Bobby Brown (también de Netflix).

¿Tiene esta Merlina vida propia más allá de las incontable­s referencia­s? No podrá negarse que esta nueva hija de la Familia Addams tiene muchos componente­s ingeniosos, como su amor por el violonchel­o y sus alusiones literarias, cinéfilas, entre otras sorpresas.

¿Y dónde está Dedos? Aquí, con costuras vuelve el personaje sin rostro (interpreta­do por el mago Victor Dorobantu) con suturas gruesas, como el inquieto acompañant­e de Merlina en sus pesquisas. Y el Tío Lucas provocará ciertas sonrisas, por más que otros digan que no se parece el original de Jackie Coogan ni al de los filmes de los años ’90, que encarnó Christophe­r Lloyd.

Otro plus de Merlina marca Netflix está en la lúgubre banda sonora de Danny Elfman, legendario colaborado­r de Tim Burton. Ya por estas pinceladas sonoras, y por el trazo general, vale una chance esta recreación de la tenebrosa teenager de piel mortuoria y trenzas negras.

Si aun así la serie no llega a convencer, y el misterio se debilita, habrá mayor sarcasmo y terror en la temporada que seguro vendrá. A chasquear los dedos, tararear y disfrutar.

Esta nueva hija de la Familia Addams tiene muchos componente­s ingeniosos. Y sorpresas.

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Jenna Ortega. La protagonis­ta de los ocho episodios de la serie que ya estrenó el miércoles.
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Nunca más. Así se llama la academia donde la ingresan sus padres.

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