“Vladimir, ¡respóndenos!”, exigen a Putin madres de soldados rusos
Grupos de familiares reclaman al presidente ruso que cumpla con su promesa de entrenar y equipar adecuadamente a los militares movilizados.
Las bajas militares de Rusia se acumulan en Ucrania y la situación se convirtió en un elemento de presión sobre el Kremlin. En unos videos viralizados en Internet, madres y esposas de soldados movilizados por Moscú unieron fuerzas para exigirle al presidente Vladimir Putin que cumpla su promesa de entrenarlos y equiparlos como corresponde.
El Kremlin, tras ordenar una movilización parcial en septiembre, aseguró que los centenares de miles de efectivos enrolados serían debidamente preparados, recibirían equipos apropiados y no serían enviados a primera línea del frente.
Todas estas promesas fueron vanas: hay soldados movilizados que han muerto en el frente, se han reclutado hombres no aptos, como padres de familia y personas de edad avanzada; los equipos adecuados escasean y muchos de los movilizados no han recibido formación militar.
Un reclutamiento desordenado que obligó a las autoridades a admitir “errores” y que ha despertado inquietud entre los familiares de los enviados a Ucrania. Esa preocupación, que podría derivar en descontento social, ha puesto al Kremlin en una posición delicada: aunque las autoridades repriman de forma implacable cualquier cuestionamiento de la ofensiva en Ucrania, la voz de las esposas de los soldados es sagrada y si fueran encarceladas, el impacto en la sociedad sería notable.
En una muestra de que el gobierno se está tomando en serio el asunto, Putin hizo que convocaran a las madres a un encuentro donde buscó calmarlas. “Quiero que sepan que yo, personalmente, y todos los dirigencrítico tes del país compartimos el dolor. Sabemos que nada puede reemplazar la pérdida de un hijo”, afirmó en un breve discurso frente a las mujeres y retransmitido por televisión.
El Kremlin convocó a los grupos de familiares más afines, pero dejó afuera al Comité de Madres y Esposas creado recientemente, que es muy con Putin.Según las que participaron, la reunión estuvo cuidadosamente preparada y no dio lugar a ninguna discusión importante.
En los videos difundidos en las redes sociales, Olga Tsukanova, madre de un joven que está haciendo el servicio militar, lanza: “Vladimir Valdimirovich (patronímico de Putín), ¡responde a nuestras preguntas!”. “Estamos aquí en Moscú, estamos dispuestos a reunirnos con usted. Esperamos su respuesta. ¿O de nuevo se esconde?”, recriminó.
Olga había viajado especialmente a Moscú desde la ciudad de Samara, a 900 km, con la esperanza de ser recibida en el Kremlin. Pero no pudo hacerlo: fue excluida. “Me imagino que tienen miedo de que haga preguntas molestas. ¡Pero hay que solucionar este problema!”, denunció.
En la cita de ayer, las madres y esposas que concurrieron reclamaron la necesidad de nuevos uniformes, comida caliente, subsidios y ofertas profesionales tras participar en la campaña militar en Ucrania.
Putin sostuvo que se estaban tomando medidas para solucionar los problemas que hubo, e instó a no creer las “mentiras” difundidas por televisión y por internet sobre la ofensiva rusa en Ucrania, donde el ejército ruso sufrió varios reveses militarse y pérdidas en los últimos meses.
El presidente ruso es consciente de cuán sensible es el tema de los familiares de los soldados. En agosto del 2000, cuando el naufragio del submarino ruso “Kursk” causó la muerte de los 118 miembros de la tripulación, fue muy criticado, acusado de haber tardado demasiado en reaccionar.
Durante las dos guerras de Chechenia,
Putin recibió a un grupo de madres y esposas afines, pero excluyó a las más críticas
un movimiento de madres de soldados también incomodó al poder y reforzó un sentimiento de descontento entre los rusos.
En esta ocasión, debido al clima de represión, las protestas de las esposas y de las madres de soldados no han puesto directamente en entredicho la ofensiva en Ucrania, pero algunas denuncian las condiciones en que fueron movilizados sus parientes. Su estatus de madres y esposas de hombres que se han ido a servir a la patria, les otorga una legitimidad y una suerte de protección frente a cualquier persecución.