La deuda del BCRA con los importadores ya llega a US$ 7.500 millones
Por un lado la demora de pagos logra frenar la sangría de las reservas, pero por otro complica la producción.
Con las restricciones impuestas por la falta de divisas, la deuda acumulada por el Banco Central con los importadores llegó a US$ 7.500 millones en octubre, el último mes con datos oficiales.
Esta deuda se viene incrementando mes a mes y las perspectivas ya marcan que llegará a US$ 10.000 millones en enero de 2023. El año arrancó con un saldo a favor de Banco Central de US$ 149 millones en enero y pasó al rojo en febrero, con una deuda de US$ 430 millones.
A medida que la falta de divisas se volvía más urgente, el Central fue tomando medidas para restringir el acceso a los dólares. La consecuencia fue que la deuda no dejó de crecer y la velocidad se fue incrementando en los últimos meses. En septiembre el rojo era de US$ 6.400 millones y saltó a US$ 7.522 millones en octubre.
Según la estimación de Pablo Repetto, Jefe de Research de Aurum Valores, a noviembre la deuda ya habría llegado a US$ 9.000 millones y saltará a US$ 10.000 millones en enero.
Detrás de esta deuda está la normativa del Banco Central que obliga a los importadores a conseguir financiamiento propio por 180 días para cubrir las compras al exterior.
A mediados de octubre, el ministro Sergio Massa puso en marcha el SIRA, un sistema de "trazabilidad y ordenamiento de importaciones” que reemplaza al anterior SIMI.
Al presentarlo Massa dijo que este nuevo sistema le daría previsibilidad a los importadores, ya que ahora sabrían con exactitud cuándo el Central les entregaría los dólares al tipo de cambio oficial.
Pero esto no resolvió el problema de fondo: los importadores pasan seis meses o más a la espera de la percepción de esos dólares y la deuda de incrementa mes tras mes.
El dólar soja 2, que permitiría la liquidación de US$ 3.000 millones hasta el 31 de diciembre, aliviará momentáneamente la situación de las reservas del Banco Central y permitiría que la deuda no crezca tanto ese mes. Pero la situación empeoraría en enero.
"El plazo que le han puesto a la SIRA augura un problema a futuro. En enero vamos a estar arriba de US$ 10.000 millones", sostiene Repetto. "En poco tiempo más la certeza de que van a cobrar de la que hablaba Massa se la va a tener que dar el nuevo gobierno", apunta, en referencia a que los plazos se extienden hasta 270 días.
Repetto remarca también que las reservas netas, hoy estimadas en US$ 4.000 millones, "no solo no alcanzan para cubrir un mes de importaciones, sino que cubren la mitad de la deuda acumulada. En términos de reservas netas la situación es dramática".
"Lo que el Gobierno está haciendo es pasar la deuda con los importadores para después de las elecciones. Así aplica acá la postergación que no puede concretar con los vencimientos de deuda en pesos", ya que los inversores no aceptan títulos que vencen más allá del 2023, apunta Repetto.
El economista resalta que "el próximo gobierno va a tener un problema de magnitudes significativas porque se está creando un nivel de endeudamiento extraordinario".
Hacia adelante todo indica que la situación seguirá empeorando. La razón es que el año próximo la sequía recortará el ingreso de divisas
"Si los pronósticos de la Bolsa de Rosario sobre la producción agrícola se materializan producto de la feroz sequía que azota el país, la situación de reservas en 2023 será dramática", plantea Aurum. El escenario optimista es que el agro liquidará US$ 36.000 millones, unos US$ 9.500 millones menos que este año.
En el escenario realista, la liquidación será de US$ 33.100 millones, lo que redundaría en US$ 12.500 millones menos En el pesimista, la liquidación llegaría a US$ 29.800 millones. US$ 15.000 millones por debajo de este año. "La situación de disponibilidad de reservas para importación va a ser cada vez más estresante", resume Repetto.
Las restricciones a las importaciones recortarán las previsiones de crecimiento para el año que viene, que los privados ya ven en 0,5%. El martes, la UIA alertó sobre "graves dificultades para el acceso a insumos y el pago efectivo a proveedores del exterior y la falta de financiamiento para los plazos establecidos".■