Un inmenso sistema de seguridad protegerá la asunción de Lula en Brasilia
Barreras antidrones, francotiradoress y al menos 700 policías. Temen que puedan producirse incidentes.
El nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, asumirá el 1° de enero rodeado de un extraordinario sistema de seguridad en prevención de cualquier tipo de incidente debido a las tensiones que están rodeando como nunca antes la transición del poder. No es claro si el presidente saliente Jair Bolsonaro participará de la ceremonia, pero ya sus allegados más directos, entre ellos su vicepresidente Hamilton Mourao, indicaron que probablemente prefiera ausentarse. Bolsonaro hasta el momento no ha reconocido públicamente la victoria de Lula da Silva.
Un informe de O Globo consignó que la ceremonia en Brasilia involucrará alrededor de 700 policías federales, un escuadrón antibombas, agentes vestidos de civil, francotiradores y barreras anti-drones. “Esta estructura ha sido diseñada por la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y por el equipo de transición del nuevo gobierno, que ha mostrado preocupación por los actos antidemocráticos realizados en Brasilia” y en el resto del país, añade el reporte. Alude a las manifestaciones que se han repetido desde las elecciones de octubre frente a los cuarteles en demanda de un golpe militar que impida la asunción del ex mandatario.
Los detalles del esquema de seguridad fueron discutidos este jueves por el equipo del mandatario electo y las fuerzas policiales de la Capital Federal. También este jueves, el equipo de Lula se reunió con las fuerzas policiales del Distrito Federal para discutir detalles del plan de seguridad que implica la toma de posesión presidencial, el 1 de enero. “Al encuentro asistieron la primera dama, Rosângela da Silva, Janja, el jefe de la policía federal Andrei Passos, integrante del grupo de transición, y el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Júlio Danilo Ferreira”, señaló el portal de O Globo.
Según Ferreira, la Esplanada dos Ministérios será cerrada y bloqueado el acceso de camiones. Además, el plan incluye al menos tres “líneas de revisión” de asistentes a la ceremonia. Uno de ellos será montado a la altura de la Catedral de Brasilia. Los demás estarán detrás de los edificios que albergan los ministerios.
“El objetivo de esto es evitar que los manifestantes infiltrados penetren en el evento con armas y objetos cortantes”, dijo el diario.
Durante el evento, se utilizarán equipos para neutralizar la señal de drones y evitar sobrevuelos en la zona, que se activarán en la explanda, principalmente durante el tradicional desfile del presidente electo en el Rolls-Royce convertible de la Presidencia. El dispositivo solo se apagará cuando el equipo de seguridad esté realizando vigilancia aérea de la multitud. Según el sistema de seguridad, si “hay drones intrusos volando en ese momento, serán derribados y los dueños de los aparatos, procesados”, explicó el secretario de Seguridad Pública.
El acto previo del 12 de diciembre en el Tribunal Electoral, también basado en Brasilia, y que consiste en la entrega del diploma que consagra la presidencia de Lula da Silva, será aún más restringido. Además, la ceremonia tendrá lugar dentro del edificio que alberga la Corte y no en el espacio abierto en el cual se desarrollará el acto del 1° de enero.
“Para este evento, los equipos de seguridad se encargarán de organizar el tráfico, dimensionar la audiencia esperada y un plan para dirigir a los hospitales a las personas que eventualmente tengan que ser rescatadas durante el evento. Además, monitorearán redes sociales y grupos de mensajes de posibles amenazas”, sostiene el informe del medio brasileño.Hasta el momento, no ha habido ningún tipo de amenaza o peligro confirmado, según las autoridades.
El traspaso de poder se ha complicado por el repudio de los sectores más radicales del bolsonarismo, que insisten que hubo fraude en las elecciones en beneficio de Lula da Silva. No hay, sin embargo, ninguna denuncia respecto a fallas en el sistema electoral. La victoria del líder del PT fue reconocida inmediatamente por la directiva del Parlamento, las Fuerzas Armadas y gran parte del gabinete de Bolsonaro. Sin embargo, no se han acallado las protestas de los partidarios del presidente derrotado. ■