Estados Unidos cede para evitar una guerra comercial con Europa
Principio de acuerdo para que Washington modifique sus subsidios proteccionistas
Los gobiernos europeos llevan meses protestando por el ‘US Inflation Act’, el plan de 370.000 millones de dólares de subsidios y medidas proteccionistas aprobado por el presidente Joe Biden. El dinero va principalmente a subvencionar medidas de transición energética como la implantación de fuentes renovables de generación eléctrica o la compra de autos eléctricos.
Los europeos creen que es una trampa para crear empleo industrial en EE.UU. a costa de Europa. El plan sólo subvenciona la compra de productos fabricados en territorio estadounidense, por lo que en Bruselas se teme una fuga de producción industrial hacia plantas de EE.UU.. Con ellas la inversión, el empleo y el rendimiento económico.
Si un ciudadano de Arkansas compra un auto eléctrico fabricado en Seattle tendría subvención. Si fue fabricado en Alemania no. Europa subvenciona la transición energética pero no discrimina según el origen de la producción. Con los materiales necesarios para la implantación de energías renovables pasa lo mismo, sólo se protege lo que produce EE.UU.
Los ministros de Comercio europeos trataron el asunto varias veces desde agosto, incluso en reuniones con representantes estadounidenses. Ante la imposibilidad de conseguir cambios amenazaron con acudir a la OMC. Las quejas no sirvieron de nada. La administración de Biden respondía a los europeos que hagan lo mismo con sus industrias .
Mientras los ministros europeos de Comercio afilaban los cuchillos, la Comisión Europea, con la ayuda del gobierno francés, consiguió concesiones estadounidenses. Varios comisarios europeos, como el de Mercado Interior Thierry Breton, viajaron a Washington y empezaron a hacer ceder las posiciones.
Fuentes comunitarias contaban as que la reunión del lunes próximo con la responsable de comercio de Bidenno sería la de anunciar las denuncias ante la OMC porque sus homólogos estadounidenses empezaban a dar señales positivas. La buena nueva para los europeos la anunció el propio Biden durante la visita de esta semana del presidente francés Emmanuel Macron.
El norteameircano dijo que está dispuesto a cambiar el plan para que las empresas europeas también puedan beneficiarse. En la rueda de prensa junto a Macron anunció “cambios que puedan hacer fundamentalmente más fácil para los países europeos participar en él (en su programa)”.
También dijo que el plan estadounidense “nunca tuvo la intención de excluir a gente que estaba cooperando con nosotros, no fue esa la intención. Vamos a seguir creando empleos industriales en EE.UU. pero no a expensas de Europa”. Algunos gobiernos europeos habían llegado a acusar al líder estadounidense de aprovechar la guerra en Ucrania para
lanzar sus medidas proteccionistas.
Fuentes comunitarias contaban este viernes que el anuncio les agarró en parte por sorpresa. Suponían que el alivió lo infomarían los enviados de EE.UU. a Bruselas. Pero Biden se adelantó.
La UE espera de todas formas ver la letra pequeña cuando Washington decida qué cambios hará a su programa. En parte porque las declaraciones de Bidenno fueron del todo claras. Aceptó que el plan genera “problemas” a los europeos pero también dijo que Estados Unidos no iba a pedir disculpas.w