Todos contra todos por los tropiezos iniciales del tipo de cambio especial para el agro
Por la lentitud y los precios a productores hubo cruces con exportadores, bancos y funcionarios.
La herramienta que acordó Sergio Massa con el FMI para frenar la pérdida de reservas y recuperar recaudación empezó a mostrar algunos resultados, aunque sin despejar dudas. Después de la puesta en marcha del dólar soja 3, el lunes pasado, las demoras generaron cruces y acusaciones entre el equipo económico, productores, cerealeras y bancos.
Las tensiones se vieron reflejadas en las primeras liquidaciones con un dólar a $ 300. Recién ayer arrojaron un saldo de US$ 574 millones, algo más que el promedio liquidado en los primeros días del dólar soja 1 y 2. Pero los tres primeros días hubo un débil arranque motivó explicaciones diferentes en despachos oficiales. En el Ministerio de Economía, apuntan a tres factores: la mayor duración del programa (45 días para la soja y 90 para economías regionales), la “especulación” en los precios y los “problemas con el Banco Central”, a cargo de la reglamentación de las cuentas bancarias para liquidar.
Pese a su poco uso en versiones previas, el Gobierno ordenó el lunes la apertura de cuentas dólar linked y el Central instruyó en las últimas horas a las entidades financieras cómo acreditar los fondos por las ventas del dólar soja. La primera cuenta se abrió el martes y ayer esperaban otras cuatro, casi el grueso de las principales cerealeras. El trámite exige que las empresas presenten papeles y el apoderado firme en la sucursal. “Solo demora un par de días”, prevén en el equipo económico. En el dólar soja 1, aseguran que no hubo operaciones el primer día, hasta que se abrieron las cuentas y se normalizó. Y en la segunda ronda, se operó el primer día porque estaban abiertas. Ahora el DNU ordena crear nuevas cuentas.
El directorio del BCRA, por otra parte, tiene previsto aprobar una norma que permite ingresar los dólares para prefinanciar exportaciones sin liquidarlas por 180 días. Lo que suele ocurrir es que los exportadores liquidan las divisas y luego usan esos pesos ajustados para salir a comprar granos. “Eso puede llevar de 10 a 15 días”, explica un banquero.
La disposición ya estuvo vigente en los programas previos y no fue utilizada por el sector privado. Ahora, según quienes conocen la mecánica, no sería necesaria para operar. En la agroindustria, en cambio, creen que faltan reglamentar algunas normas por el BCRA, ya que el decreto tiene “novedades”. “El viernes estaremos en condiciones de arrancar”, deslizó un exportador.
En un banco debieron hacer ajustes y explicárselos a las grandes empresas, incluidas las de productos regionales, que acercaron consultas: “Hay nuevas cláusulas y se analizaron con Legales, la particularidad es que la cuenta ahora se ajusta diariamente al dólar linked”. Y en otra entidad le bajaron el precio a las cuentas: “No hubo aperturas porque no se piden”.
En la Secretaría de Agricultura notaron demoras en el registro a cargo de la AFIP para que los exportadores puedan acceder al dólar diferencial, mientras en el ente recaudador aguardan el “OK” de dicha dependencia y la Secretaría de Comercio. Esta última reglamentaría la incorporación de las economías regionales al dólar agro y los acuerdos de precios.
Detrás de las desinteligencias, la pelea encarnizada entre productores y cerealeras por los precios parece asomar como la principal traba. La semana pasada, cuando Sergio Massa hizo el anuncio, los exportadores pagaban por la tonelada de soja en Rosario $ 90.000 a un tipo de cambio de $ 211, unos US$ 426. Pero este miércoles pagaron hasta $ 95.000 a $ 300, unos US$ 316.
“Preguntale a las cerealeras por qué bajó la soja desde el miércoles a hoy, nadie va a vender para pasarse a pesos, la liquidación va a estar muy por debajo de los US$ 5.000 millones que esperan”, dijo un operador granario, que comparó la puja con el dólar soja 1 y 2. En los primeros 15 días -recordó- se derrumbó el precio, hasta que se cortó la oferta y aparecieron dólares. Pero en el sector exportador dicen que el desplome es por la mayor disponibilidad por la nueva campaña.w
Los productores no entienden cómo con el dólar a $ 300 baja el precio de la soja