Arrestaron a un sospechoso por la filtración de datos secretos de EE.UU.
Es Jack Teixeira, de 21 años y miembro de la Guardia Nacional. Lo acusan de divulgar material clasificado.
Agentes del FBI arrestaron ayer a un joven miembro de la Guardia Nacional aérea de EE.UU. sospechoso de estar detrás de una importante filtración de secretos confidenciales del gobierno, incluidos documentos de inteligencia sobre la guerra en Ucrania. El caso ha sacudido a la Casa Blanca en los últimos días porque la revelación de datos clasificados podría ser la más grave en una década.
La detención ocurrió en la localidad de North Dighton (Massachusetts) e involucró a Jack Teixeira, supuesto autor de las filtraciones. El fiscal general de EE.UU., Merrick Garland, compareció ante las cámaras en el Departamento de Justicia para anunciar el arresto de Teixeira “en conexión con una investigación sobre la supuesta extracción, retención y transmisión de manera no autorizada de información de material clasificado relativo a la defensa nacional”.
El sospechoso había sido previamente descrito por la prensa como un aviador de 21 años y el aparente líder de una sala de chat en línea donde el lote de documentos clasificados apareció por primera vez. Garland dijo que fue detenido “sin incidentes”.
La TV difundió imágenes aéreas que mostraban al sospechoso, con pantalones cortos rojos y las manos detrás de la espalda, siendo colocado por agentes fuertemente armados en un vehículo sin identificación, en un área boscosa en North Dighton. Próximamente comparecerá ante un juez y se le leerán los cargos.
El arresto se produjo en la residencia de Teixeira. La TV mostró un gran dispositivo policial alrededor de la vivienda con helicópteros sobrevolando, decenas de agentes del FBI a pie y varios vehículos policiales.
Las autoridades de EE.UU. no han revelado todavía detalles de cómo se produjeron las filtraciones, pero el diario The Washington Post conversó con un conocido de Teixeira y contó que el acusado publicó los documentos porque quería impresionar a otros jóvenes con los que jugaba en la plataforma Discord.
The New York Times dijo que un “rastro de evidencia digital” señaló a Teixeira como el líder del grupo de chat privado en Discord, llamado Thug Shaker Central, donde aparecieron los documentos. El grupo de unos 24 miembros, incluidas personas de Rusia y Ucrania, se unió por su “amor mutuo por las armas, el equipo militar y Dios” y formó un “club solo por invitación en 2020 en Discord”.
Según el Post, Teixeira accedió a los documentos en la base de la Guardia Nacional donde trabajaba, se los llevó a su casa y los colgó en Discord, popular entre aficionados a los videojuegos. Posteriormente, esos documentos se difundieron por otras redes sociales, como Telegram, y acabaron en los últimos días en las portadas de grandes diarios de todo el mundo.
De acuerdo a ambos diarios, Teixeira ejercía labores de apoyo informático dentro de la división de inteligencia de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts. The Washington
Post describió a Teixeira como un amante de las armas. De hecho, el grupo en el que compartió los documentos en Discord se formó durante la pandemia cuando jóvenes que compartían los mismos intereses decidieron jugar juntos a los videojuegos, según narró al diario uno de sus integrantes. Con la ayuda de ese conocido de Teixeira, ese medio pudo acceder a un video en el que se ve al joven proferir una serie de insultos raciales y antisemitas para luego apuntar su rifle contra un objetivo y lanzar una tanda de disparos.
Por su parte, el portavoz del Pentágono, Pat Ryder, consideró ayer en una rueda de prensa que las filtraciones son un “acto criminal deliberado”. Ryder, quien se excusó de hablar de la investigación, explicó que las autoridades todavía están intentando averiguar el “alcance, escala e impacto” de las filtraciones.
La publicación en los medios comenzó el viernes pasado, continuó el fin de semana y se ha prolongado esta semana. La mayoría de los documentos filtrados hablan de la guerra en Ucrania y dan detalles sobre los planes de EE.UU. y la OTAN para reforzar la ofensiva ucraniana. Además, la información apunta a que EE.UU. podría haber estado espiando a aliados cercanos, como la propia Ucrania, Corea del Sur e Israel. Aún se desconoce el impacto que tendrá, pero algunos analistas la han comparado con la que vivió el país en 2013, cuando el exanalista Edward Snowden expuso el alcance de los programas de espionaje masivo que EE.UU. puso en marcha tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.w