Otro día de marchas en Francia a horas de un fallo sobre la reforma jubilatoria
La Corte debe decidir si veta o avala la iniciativa oficial. La gente salió a las calles en París y en otras ciudades.
La cólera de los franceses nuevamente en la calle un día antes de la sentencia del Consejo Constitucional, la versión francesa de la Corte Suprema de Justicia, sobre la legalidad o no de la controvertida reforma jubilatoria a los 64 años. La manifestación pasó frente al edificio, que estaba custodiado como una fortaleza.
El final de la marcha en París, como ocurrió ya en otras ocasiones, se cubrió de gases lacrimógenos, humo y corridas, con grupos de anarquistas de los Black Blocs incendiando tachos de basura y causando destrozos.
Pero esta movilización no finalizará con la sentencia judicial: la Intersindical aseguró que continuarán manifestando porque “el presidente ya ha perdido la batalla” y “nosotros hemos ganado la batalla de la opinión publica”.
La reforma marcará un antes y un después en el gobierno de Emmanuel Macron. La primera ministra Elizabeth Borne ha dejado de ser su fusible. El ataque es al jefe de Estado. Lo consideran “arrogante”, “despreciativo”, “autoritario”, ”incapaz de escuchar” y que se ha quedado sin partido.
Su vocero Olivier Véran dijo que “el gobierno busca el apaciguamiento” ¿Aceptación o retiro de la reforma jubilatoria, censura parcial, referéndum o crisis política, que podría ser capitalizada por la ultraderecha y Marine Le Pen? Ese es el escenario hoy en Francia.
Los Black Blocs comenzaron a actuar en la rue de Rivali, con violencia e incendios de la basura. Eran las 10 de la noche y la gendarmería no conseguía desalojarlos de la plaza de la Bastilla. Pero la marcha fue menos violenta que las anteriores.
En un día con un clima muy cambiante, los franceses marcharon en París, desde la plaza de la Opera a la Plaza de la Bastille, reclamando el retiro de la reforma. Pero la movilización ya había comenzado con violencia en Rennes, con autos incendiados, en Nantes, en Toulouse, en Niza.
La Intersindical espera una amplia movilización, aunque en Francia se descuentan los días de huelga para los trabajadores y no todos pueden continuar con el movimiento de fuerza. Pero son los estudiantes los que se han sumado a las marchas. Según la CGT, ayer desfilaron 400.000 personas en París y un millón en el resto de Francia.
Después de la violencia en la manifestación y los incendios en la Opera de la semana pasada, los comerciantes a lo largo de la marcha se prepararon para la guerra. Bancos, aseguradoras y boutiques de lujo cubrieron sus vidrieras con madera ante el temor de que los anarquistas Black Blocs los atacaran. Los bares y restaurantes vaciaron sus terrazas para que el mobiliario no se convirtiera en armas.
Globos naranjas, colorados y música para el decisivo “brazo de honor“al gobierno, antes del pronunciamiento de los siete sabios del Consejo Constitucional, liderados por el ex primer ministro socialista y ex canciller, Laurent Fabius, y el ex primer ministro Alain Juppé. Son todos abogados.
Una marcha frente al Consejo fue disuelta en la mañana del jueves y prohibieron la presencia de manifestantes. El ministro del Interior ordenó desplegar todos las fuerzas anti disturbios frente al Consejo bien pertrechados.
Pero la manifestación pasó frente a él, sin grandes incidentes. Desde esta medianoche está prohibido manifestar frente al Consejo, que adoptará hoy por la tarde la sentencia sobre la reforma jubilatoria.
El vocero del gobierno Olivier Véran cree que "el Consejo Constitucional tiene derecho a la serenidad para sus debates y el respeto a su decisión". ■