Fuerte cruce entre Massa y Pesce por la implementación del “dólar campo”
La pelea fue a los gritos y esta vez hubo fuertes cruces. Sergio Massa trató de “inútil” a Miguel Pesce y lo acusó de la mala y demorada instrumentación del nuevo “dólar campo”. El jefe del BCRA reaccionó. Acusó a Economía de “inventar” cosas de último momento: “se cortan solos y ahora quieren que saquemos las papas del fuego”. Massa contragolpeó: “Pesce es especialista en papelones”.
La pelea ocurrió a comienzos de semana. Antes del viaje del ministro a Washington. Massa estaba caliente con Pesce: “En el BCRA son inoperantes”.
Ayer, Pesce respondió en directorio: “Ellos son los culpables”. La disputa fue por la “mal praxis” en la crucial implementación del “dólar campo”, en medio del desierto de billetes. La medida es una devaluación parcial . Tiene alto costo fiscal e impacto secundario sobre precios. Massa asumió esos costos , con un claro objetivo: fortalecer las reservas y evitar una corrida que lleve a Alberto al precipicio. Pero – una semana después – los “beneficios” no se notaban.
Recién ayer se completó. Pesce convocó a una reunión en el BCRA para subsanar las cosas. Pasaron ocho cruciales jornadas.
Horas después, las cerealeras cumplieron: ayer liquidaron US$ 574 millones. El jefe del BCRA se atajó. A sus íntimos les dijo que la demora obedeció a que Economía “innovó “en la forma con la que las cerealeras deben liquidar los billetes a través de una cuenta “dolarlink”. Acusó a Leo Madcur y Eduardo Setti por el invento.
La idea surgió para evitar que las cerealeras se vuelquen - con los pesos- y recaliente el dólar financiero. Habría sido una mala praxis: los exportadores tienen prohibido participar en esos mercados.
La interna sucede en un pésimo momento. Ayer, el billete tocó los 400 pesos y el BCRA tiene las reservas por el piso. El nerviosismo refleja lo difícil del cuadro: el “dólar campo” estira los plazos, pero no resuelve las tensiones en el segundo semestre.
También la inflación va a dar una mala noticia. El último corte oficial del Indec confirma que hoy se anuncia un índice arriba de 7. Massa espera un 7,2 %. Es el índice más alto desde julio pasado, cuando la renuncia de Martín Guzmán hizo explotar la economía. Marco Lavagna esta semana elaboró un informe secreto para Alberto y Massa: “El índice se ubicaría entre el 7,1 y el 7,4 %”.
Massa está en Washington negociando un “puente” hasta diciembre. Dólares nuevos que le permitan terminar a Alberto.
Tuvo un hermético y clave encuentro –a medianoche del jueves- con Wendy Sherman. Hizo una peculiar escala en Santo Domingo para hablar con la influyente vicejefa del Departamento de Estado .
Hoy estará con Mike Pyle, el numero dos del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca .
Argentina necesita un “puente” adicional de US$ 5.000 millones.
La Casa Blanca bendijo esa ayuda. Biden no quiere que explote la Argentina: quiere que haya elecciones y negociar después con el presidente electo.
El tema no está cerrado: EE.UU. exige que Argentina postergue – no apruebe - todo trato comercial con China. Eso estaría negociando Massa. Cristina se “traga el sapo”. Tiene pánico al helicóptero y al abismo. La vice – vaya paradoja – terminaría el mandato con Alberto, igual como finalizó su archienemigo Mauricio Macri: mendigando dinero al Fondo para que no le explote la bomba.
Clarín anticipó que Alberto interpretó su encuentro con Biden como un apoyo a su reelección. Los dislates de los políticos angustian al “circulo rojo”.
Entre bambalinas, en la UIA circula una información inquietante. También el tema está instalado en Wall Street. Los informes de Manhattan insisten en que la interna oficial podría terminar con la salida prematura de ministros. La fecha clave: el 24 de junio. Se trata de lo siguiente: en caso de que el Frente de Todos no tenga una fórmula única, los ministros Massa y Wado de Pedro podrían renunciar al Gabinete. Hasta ahora, Alberto sueña con encabezar con Daniel Scioli como vice o la propia Victoria Tolosa Paz. En caso muy seguro – que no le den los números, la fórmula podría ser Scioli- Tolosa Paz.
La Cámpora ya se resignó a postular a Wado de Pedro. Cristina sueña con Massa. La disputa podría abrir una renuncia de ambos al Gabinete de Alberto. El tema no es ciencia ficción: circula en los escritorios de poder. Un “capo” empresario – vinculado al gasoducto – se lo preguntó al propio Massa y enigmático contestó: “Es la gran pregunta de todos”.
En el encuentro del CICyP estuvo la cuestión y a los dueños del dinero los inquieta la “operación” contra la Corte Suprema. Se conoce que el juicio no avanzará: la votación sería una derrota histórica para Cristina.
La estrategia de la vice consiste es mantener abierta la investigación para desprestigiar a la Corte y así devaluar los fallos por corrupción en su contra.
El martes – habrá un claro ejemplo – la comisión tratará supuestas irregularidades en la obra social judicial. Una denuncia anónima y motorizada por un gremio trucho de La Cámpora. La denuncia forma parte del relato: la Justicia federal la investigó y cerró la causa. El juez Ariel Lijo no encontró ninguna prueba ni delito, desestimando cualquier cuestionamiento a Juan Maqueda.
Pero el “show” en el Parlamento también profundizó peleas en el Tribunal. Horacio Rossati insiste en una grave acusación: en encuentros privados afirma que Ricardo Lorenzetti filtra información falsa, parcial y tendenciosa para perjudicar a los otros tres miembros del Tribunal.
Rossati dice que Lorenzetti busca aliados en el oficialismo. Lorenzetti contragolpeó: en su oficina desacreditan la versión y dicen que son disparates de Rosatti y su operador Silvio Robles. El tema preocupa a inversores, como la pelea en el PRO. La cosa está que arde.
Ahora Mauricio Macri acusa de “mentir” a Horacio Rodríguez Larreta. Ayer en privado seguían las bombas: “Es mentira que se haya cortado solo, para cumplir la ley”. Macri insiste en que Larreta engañó a la cúpula del PRO.
Joaquín de la Torre – alfil de Patricia – vociferó algo peor: “Es un traidor”. El diálogo – el lunes - entre Horacio y María Eugenia Vidal fue contundente. Ambos habían quedado en hablar del tema después de Semana Santa. El jefe de Gobierno la llamó antes de difundir el video. Vidal lo corto: “Para qué me llamas, si ya está todo en Clarín”.
La tensión obedece a una cuestión de fondo: Larreta decidió marcarle la cancha a Macri y disputar su liderazgo político. Todo se aceleró cuando Mauricio – después de su astuta renuncia – intentó imponer por los medios a Jorge Macri como único candidato en CABA. Eso enfureció a Horacio: “Yo no soy Alberto”.
La iniciativa de Larreta cayó bien en varios grupos de poder y las “multi”: odian el doble comando y dicen que la crisis debe enfrentarse con un plan, pero con un conductor político claro y definido. La experiencia AlbertoCristina fue nefasta.
Pero también la escalada alarmó. El lunes – después del sacudón- hubo un encuentro entre Larreta y el propio Jorge Macri. Fue al inicio de la tarde. Ocurrió antes del viaje del “primo” a EE.UU. Hablaron sin filtro en una oficina del Colón. Horacio fue preciso: “Vos querés ser jefe de Gobierno...Yo, presidente”. Y terminó: “Jorge, no era sostenible que quieras ir colgado de dos boletas. Pensá y decime qué vas hacer. Así yo decido”.w
El “dólar campo” es una devaluación parcial con alto costo fiscal e impacto secundario sobre precios. Recién ayer se completó.
El ministro negocia en Washington un “puente” adicional de US$ 5 mil millones que le permita al Gobierno llegar a diciembre.