Menos turistas, un efecto del narcotráfico que ya preocupa en Rosario
En Semana Santa, las reservas hoteleras tocaron su piso histórico. Pero, para los operadores, la ciudad es segura.
Una baja en la demanda de plazas hoteleras durante el último fin de semana largo, una merma que alcanzó un piso histórico, reabrió en Rosario un debate por la relación de esa situación con la inseguridad vinculada al narcotráfico que sufren a diario distintos sectores de la ciudad.
La Cámara de Hostels de Rosario vincula la situación directamente con los episodios de violencia y habla de un claro temor de los visitantes. Voceros del área de Turismo municipal señalaron que no existen datos que certifiquen esa mirada.
El tema genera distintas opiniones en la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines Rosario (Aehgar). “El tema enciende alertas para ver las causas”, aseguró a Clarín el tesorero de la institución, Damián Auzunbud. El fin de semana largo por Semana Santa, de acuerdo a distintas estimaciones de los hoteleros, tuvo una ocupación que promedió el 60 por ciento de las plazas, una tendencia a la baja que el sector ya observaba con preocupación.
Lo habían advertido en diciembre, pero tomaron la situación como especial, teniendo en cuenta la disputa del Mundial de Fútbol. Acostumbrados a que enero y febrero suele ser temporada baja para la ciudad, el flujo por los efectos del plan Previaje dejó algún dividendo interesante de un turismo que aquí estaba de paso.
El fin de semana largo por el Día de la Memoria, en marzo, volvió a estar
lejos de las expectativas y a encender las alertas. Los feriados de abril, para algunos, fueron la confirmación del declive al tocar un piso histórico.
Gabriel Zysman, titular de La Casona, el primer hostel instalado en la ciudad en 2004 y fundador de la cámara que nuclea ese tipo de emprendimientos en Rosario, aseguró que
“nunca” durante un fin de semana largo de Semana Santa se encontraron con varios hostels desocupados, como sucedió la última vez. “El motivo es evidente. Tiene que ver con lo que se dice de Rosario y eso provoca que el turismo no nos elija. Lo económico puede influir, pero destinos como Buenos Aires, San Luis o Córdoba estaban completísimos”, lamentó.
Para marcar diferencias y evidenciar los alcances de la caída en la demanda, Zysman recordó que, en años anteriores, para la misma época, las 700 plazas que suman los hostels estaban cubiertas un mes antes y que era necesario derivar visitantes.
En Aehgar observaron que las reservas en hoteles de una a tres estrellas sintieron más el impacto por la caída que los de mayor calidad, pero todos experimentaron una clara caída. “Rosario tiene un problema de inseguridad, pero en los barrios periféricos. Donde se mueve el turismo es súper seguro, incluso más seguro que Capital Federal. Pero la sobreexposición de episodios de inseguridad hace que los turistas tengan algunas dudas”, evalúa Auzunbud, representante del hotel Howard Johnson.
Clarín intentó conocer la opinión de funcionarios municipales del área, pero desde la administración local marcaron que “no hay forma de mensurar el impacto de la inseguridad” y destacaron que la mayoría de los visitantes son “reincidentes”, lo que consideran un dato positivo: aseguran que quien ya conoce y transitó la ciudad no tiene inconvenientes en regresar. “No tuvimos casos de inseguridad con turistas como en Buenos Aires. El que viene se va contento. De todas maneras tenemos la tarea de ver dónde están los que no vinieron. Estudiar el tema, buscar acciones y soluciones”, destaca Auzunbud.
Desde Aehgar y desde el municipio apuntan contra otro factor que podría explicar una baja en las reservas: el cada vez más extendido alquiler informal de departamentos, algo que impacta fuertemente en el sector hotelero. Para los próximos días está previsto un encuentro entre las cámaras del sector y funcionarios municipales y provinciales. “Quizás haya que mejorar la comunicación, para mostrar los muchos aspectos favorables de la ciudad para atraer turismo”, indican desde el sector privado. La articulación público-privada fue clave para sostener la ciudad como plaza de referencia en la organización de congresos y eventos.
La pandemia y el avance tecnológico también dejan sus secuelas: los congresos se desarrollan a través de modalidades mixtas –presencial y virtual–, por lo que la demanda de plazas también se retrajo.
Como una muestra de que la ciudad sigue concitando el interés para la organización de eventos, hace dos semanas Rosario fue confirmada – junto a Santa Fe y Rafaela– como sede de los Juegos Odesur 2026. Se espera la llegada de 7 mil atletas. En 2019 Rosarioorganizó los IV Juegos Suramericanos de Playa y, en 2022, los III Juegos Suramericanos de la Juventud.
El fin de semana largo se realizó en Rosario la Fiesta Provincial del Helado Artesanal, la competencia preliminar del Mundial de Tango 2023 y el Vía Crucis del Padre Ignacio Peries, que suele convocar multitudes, aunque en esta edición tuvo una cantidad de público más acotada.
De acuerdo a datos de Aehgar, Rosario tiene un turismo netamente local. Casi no llegan visitantes del exterior, con excepción de Uruguay. El 60 por ciento proviene de Buenos Aires. También llegan desde Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. En muchos casos se trata de visitantes vinculados con la actividad agropecuaria.w