Talleres no se rindió y pasó del 0-2 al 2-2 con los goles del ingresado Bustos
El empate llegó faltando dos minutos. Los santafesinos fueron con bronca por los puntos perdidos.
Colón es un equipo serio. Sabe lo que quiere y sabe a lo que juega. Desde el arribo de Gorosito, con el equipo último, acumula siete partidos sin derrotas (aunque sólo una victoria, ante Boca). Pero Talleres es lo mismo. Un equipo que nunca da por perdido nada. Esta vez, entre ambos, construyeron un partido cambiante que terminó en un 2-2, con suspenso (sobre todo de VAR).
Parece querer convertirse en un hábito del ciclo de Gorosito al frente de Colón: golpear de entrada para tratar de administrar el partido. Y el elegido para la misión es Wanchope Ábila: la fecha pasada, ante Boca, en la Bombonera, el delantero marcó un gol a los 49 segundos.
Esta vez, frente a Talleres, en el Cementerio de los Elefantes, el ex atacante de Huracán y Boca tardó dos minutos para transformar una buena jugada colectiva en el primer grito de la tarde en Santa Fe.
A los 36, llegó otro golpe de Colón: Pierotti estableció el 2-0, tras una asistencia de Ábila, una mala salida de Talleres y la revisión del VAR. En el banco, Pipo sonreía.
En el segundo tiempo, Talleres -en su búsqueda y en su intensidad- encontró el descuento, a los 13 minutos, con un gol del ingresado Nahuel Bustos, que se transformó en el 2-1 tras pegar en el palo y hacer una pirueta.
Para colmo, en breve, Colón se quedó con diez (por la correcta expulsión de Nardelli) y eso le dio impulso al equipo cordobés para, cuanto menos, rescatar un empate.
Y lo encontró, faltando dos minutos: centro de Valoyes, cabezazo de Bustos, VAR, y gol del jugador más influyente del partido. Y final para un partido que mereció aplausos.w