Trump, sin límites, buscó que borren los videos de los papeles secretos que ocultó en un baño
Nueva denuncia de la fiscalía. El magnate le ordenó a sus empleados que eliminen esa evidencia. Es otro delito federal.
La situación legal del ex presidente Donald Trump no deja de complicarse en medio de los pataleos del magnate para convencer a su electorado de que todo se resume a una operación en su contra.
Su principal problema surge del trasiego y manipulación de documentos ultrasecretos que amontonó descuidadamente en los baños de su residencia o sobre los cuales habló con personas no autorizadas. Ahora los fiscales agravaron el problema tras denunciar al polémico ex mandatario por haber ordenado a sus empleados que borraran las imágenes de las cámaras en su propiedad de Florida en un esfuerzo por obstruir la investigación federal sobre el caso.
Es un dato de particular gravedad y repleto de evidencias, según indican los analistas. Los medios habían publicado las imágenes de pilas de cajas con documentos, algunas abiertas, alineadas de modo desprolijo, en un caso entre un inodoro y la bacha de un baño de visitas de lujosa residencia del magnate inmobiliario.
Allí, se indicó, había papeles secretos extremadamente sensibles sobre las capacidades militares y nucleares de Irán o los puntos vulnerables de varios de los más importantes aliados de Estados Unidos.
La nueva acusación incluye cargos adicionales precisamente de obstrucción y retención deliberada de información de defensa nacional, lo que multiplica el peso del caso penal que la justicia abrió recientemente contra Trump y algunos de sus allegados.
La acusación actualizada del fiscal especial Jack Smith se centra en imágenes de vigilancia en la propiedad Mar-a-Lago de Trump en Palm Beach, evidencia que durante mucho tiempo ha sido vital para el caso. Se alega que Trump pidió que se eliminaran las imágenes después de que los investigadores del FBI y del ministerio de Justicia lo visitaran en junio de 2022 para recopilar los documentos clasificados que se llevó tras dejar la Casa Blanca.
La nueva acusación también lo señala por un documento específico altamente clasificado que exhibió en su club de golf de Bedminster, Nueva Jersey, durante una entrevista de julio de 2021. Los fiscales describieron el documento como un plan de ataque del Pentágono contra una nación no especificada. Pero se supo luego que el país en cuestión era Irán.
Un portavoz de Trump desestimó los cargos como “un continuo intento desesperado y agitado” por parte del gobierno de Joe Biden de “hostigar
al presidente Trump y a quienes lo rodean” e influir en la carrera presidencial de 2024. El magnate intenta ganar la interna del partido Repúblicano, en la que es favorito, para enfrentar al presidente demócrata que buscará la reelección en los comicios del año próximo.
Los fiscales acusan a Trump de conspirar con su asistente, Walt Nauta, y uno de los empleados de Mar-a-Lago, Carlos De Oliveira, para ocultar las imágenes a los investigadores. El video de la propiedad jugará un papel importante en la investigación porque, dijeron los fiscales, capturó a Nauta moviendo cajas de documentos dentro y fuera de una sala, incluso un día antes de una visita del FBI a la propiedad. Las cajas fueron mudadas por orden de Trump, alega la acusación.
Según la acusación, Nauta se reunió con De Oliveira el 25 de junio de 2022 en Mar-a-Lago, y fueron a la caseta de la guardia de seguridad donde están los monitores. Ambos caminaron con una linterna a través de un túnel y llegaron al sitio donde se encuentra la sala de almacenamiento.
Dos días después, según la acusación, De Oliveira fue por ese túnel hasta un armario. Allí le dijo al empleado que “el jefe” quería que se borrara el servidor.
En un interrogatorio que le hizo el FBI, De Oliveira mintió cuando dijo que “nunca vio nada”. Ahora está acusado de obstrucción y ofrecer falso testimonio.w
Otro cargo es por haber exhibido un documento secreto en una reunión en su club de golf