Eduardo Casal, procurador general de la Nación: “Una Corte con más ministros no va a trabajar más rápido”
El jefe de los fiscales rechazó que se toquen las instituciones “si a la política no le gustan los fallos”. Corrupción, narcotráfico y política.
Confío en los mecanismos institucionales” expresa Eduardo Casal, Procurador General de la Nación en carácter de interino, cuando se refiere a su situación laboral y al fracaso de los últimos gobiernos en obtener el consenso requerido para designar a un jefe de los fiscales en carácter de titular. Su tono pausado para hablar se condice con la respuesta que brinda ante cada pregunta: no deja ninguna palabra librada al azar, las elige con cautela, entiende la importancia de su rol institucional. Con esa palabra -”institucional”lo definen muchos funcionarios dentro del Ministerio Público Fiscal, donde trabaja desde hace décadas y desde que ocupa el sillón más importante, en 2018, cosechó un amplio respaldo.
El respeto por las instituciones, el valor del diálogo y el cumplimiento de la ley, vuelven una y otra vez a los labios del Procurador Casal en su conversación con Clarín. Ahonda en todos los temas: la conformación de la Corte Suprema de Justicia, los desafíos del Ministerio Público, la confrontación que planteó la gestión de Alberto Fernández contra la Procuración y contra él mismo.
-¿Cuáles son los desafíos que afronta el Ministerio Público Fiscal?
-La implementación del sistema acusatorio. Lo hicimos con éxito en Salta y en Jujuy. Y ya tenemos todo dispuesto para avanzar en Rosario y Mendoza. Obviamente, es un proceso que requiere de la intervención de todos los actores del sistema de justicia y de las organizaciones vinculadas a la administración judicial: el Consejo de la Magistratura, la Corte, el Ministerio de Justicia, la Defensoría Oficial y de la Procuración General.
-¿Por qué no se avanzó en los plazos previstos? ¿Fue una decisión política?
-La última reunión de la comisión bicameral de implementación del código en 2019 dispuso que se debía seguir en Rosario y de Mendoza. Después hubo algunas reuniones de la comisión nuevamente constituida, pero no se avanzó. Tenía que poner fecha y largábamos. Pero bueno, esas son decisiones de tipo político.
Es un cambio de sistema: los fiscales son quienes investigan los delitos y los jueces sólo controlan las garantías del proceso. No se trata simplemente de mutar un código de procedimiento a otro, exige una serie de recursos materiales y humanos con diferente formación, infraestructura, tecnología. Siempre tenemos buena disposición para el trabajo. Por qué no lo quisieron hacer, no sé.
-¿Qué piensa de la cantidad de años -seis que lleva la procuración sin un titular?
-Es un poco difícil de decirlo desde este lugar, porque uno está en el en el foco de la tormenta. Diría que no es normal. Yo siempre tengo confianza en que los mecanismos institucionales tienen que funcionar y que lo van a hacer del mejor modo posible. De todas maneras yo estoy ocupando el cargo transitoriamente, por esa circunstancia y por una disposición legal que lo prevé: no hay alteración institucional. Sí es cierto que nunca antes una situación así se había prolongado tanto. Lo deseable es que se logren los acuerdos necesarios para la designación de un titular efectivo.
-¿Qué espera del gobierno en materia de justicia, la relación del gobierno con el Poder Judicial y con la Procuración?
-Lo que esperamos siempre: poder trabajar coordinadamente con el resto de las autoridades de la República en bien de las instituciones y del país.
-El ministro de Justicia dijo que ya tiene un candidato para la Procuración…
-Es una facultad del Poder Ejecutivo, por lo cual no tenemos nada que opinar.
-El ministro anunció la iniciativa para crear una procuraduría anticorrupción. ¿Lo ve viable? ¿Es necesario?
-Todavía no conocemos esa iniciativa, no tenemos ninguna presentación. Lo que sé es lo que he escuchado en los medios, sin la precisión suficiente como para opinar. Es bueno tener propuestas, a lo mejor otras miradas, pero actualmente las investigaciones y las acusaciones en hechos de corrupción las llevan todos los fiscales del fuero federal a lo largo del país, que cuentan con la asistencia de dos procuradurías especializadas. Además existen direcciones de apoyo en materia de delincuencia económica y de asistencia a las investigaciones penales. Siempre que los fiscales han requerido apoyo se les ha brindado desde la Procuración.
El sistema está funcionando de acuerdo a la ley y a la forma en que está organizado el Ministerio Público. Habría que analizar si lo que se propone sirve para mejorar, y que no signifique un entorpecimiento Definir la competencia de esa fiscalía, quién la encabeza, cómo se lo designa, el presupuesto. Es complejo.
-¿Está conforme con el trabajo de los fiscales del federales, cómo han llevado las causas por corrupción?
-Cada fiscal tiene su autonomía y es juez de sus propios deberes. Yo no puedo opinar del trabajo desde afuera y no me corresponde entrometerme. Sí veo que los procesos avanzan, que tramitan regularmente. Y han habido buenos resultados, buenas investigaciones.
-¿Qué opinión le merece el debate sobre una posible ampliación del número de integrantes de la Corte?
-En esto va a haber distintos criterios, pero el que no me parece o que no es razón suficiente, es plantear y especular con la idea de que una Corte con más integrantes va a trabajar más rápido. La Corte Suprema tiene que tener un número de jueces que permita un adecuado funcionamiento como tribunal y que vaya reflejando las corrientes de pensamiento jurídico.
-¿Está bien la Corte de cinco miembros?
-Ahora está funcionando con cuatro, pero sí. A lo largo de la historia ha mutado entre cinco, siete o nueve. El otro criterio que no puede regir es si a la política le gustan los fallos o no. Un dato que se toma en cuenta en los organismos internacionales para evaluar la situación de un país con respecto a la corrupción es la fortaleza y estabilidad de sus instituciones.
-La ministra de Seguridad está haciendo foco en la lucha contra el narcotráfico, ¿que hace la Procuración al respecto?
-En Rosario recientemente se crearon nuevos cargos, estamos avanzando en la gestión de un edificio que los pueda albergar mejor. La Procunar (fiscalía especializada en narcotráfico que dirige Diego Iglesias) funciona muy bien en todo el país, y ahora tiene una delegación en Rosario. Allí además hay una oficina de la PROCELAC, contra el lavado de activos. Obviamente, la coordinación siempre nos favorece. ■
Habrá que analizar si la Procuraduría para la corrupción que propone el ministro sirve para mejorar y no supone un entorpecimiento al trabajo de los fiscales”