Israel bombardea una zona superpoblada al Sur de Gaza
El ataque fue en Rafah, donde se hacinan un millón de palestinos. Ocurrió luego de que el premier israelí Netanyahu rechazara una tregua con Hamas.
Israel intensificó ayer los bombardeos en Rafah, incrementando la preocupación por el riesgo de un “desastre” humanitario en esa ciudad del sur de la Franja de Gaza donde se hacinan cientos de miles de palestinos desplazados por la guerra contra el grupo terrorista Hamas.
Los ataques aéreos israelíes mataron a 13 personas durante la noche y la madrugada del jueves, horas después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu rechazara los términos de Hamas para un cese el fuego y prometiera ampliar la ofensiva a la localidad en el sur del territorio palestino.
Más de la mitad de la población de la franja de 2,4 millones de personas ha huido a Rafah, en la frontera casi sellada con Egipto, que es también el principal punto de entrada de ayuda humanitaria. Egipto ha advertido que cualquier operación terrestre allí o un desplazamiento masivo de palestinos al otro lado de la frontera socavaría el tratado de paz alcanzado hace cuatro décadas con Israel.
Estados Unidos, principal aliado de Israel y uno de los mediadores de un acuerdo de tregua junto a Qatar y Egipto, advirtió sin embargo ayer sobre los riesgos de esa ofensiva, que Israel justifica por considerar que Rafah es uno de “los últimos bastiones” de Hamas, tras cuatro meses de guerra.
“Realizar una operación de ese tipo ahora sin planificación y sin reflexión en una zona donde se albergan un millón de personas sería un desastre”, declaró en Washington el vocero adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, destacó al término de su quinta gira regional que aún veía “margen para un acuerdo” e instó a Israel a “proteger” a los civiles.
Las tropas israelíes, que iniciaron su ofensiva en el norte de Gaza, avanzaron hacia el centro y el sur del estrecho territorio de 362 km2, especialmente hacia la ciudad de Jan Yunis, epicentro de los combates y los bombardeos en las últimas semanas. Pero la atención se centra sobre todo en Rafah, donde se hacinan 1,3 millones de los 2,4 millones de habitantes de la Franja, la mayoría desplazados por los enfrentamientos de los últimos cuatro meses.
Un periodista de la AFP contó hasta siete bombardeos israelíes en Rafah durante la noche.
“Estos bombardeos son la prueba de que Rafah no es un lugar seguro”, dijo Umm Hassan, una mujer de 48 años cuya casa fue dañada. “Nuestro mundo se ha reducido a cenizas”, añadió Abu Ayman, un hombre de 46 años, que vive cerca. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que una ofensiva terrestre en Rafah “au
mentaría exponencialmente lo que ya es una pesadilla humanitaria”.
En tanto, una nueva ronda de negociaciones comenzó ayer en El Cairo para alcanzar una pausa en el conflicto en Gaza y un canje de prisioneros por rehenes, informó un funcionario egipcio de alto rango. Este país urgió “a ambas partes mostrar la flexibilidad necesaria” para alcanzar un acuerdo, agregó.
Hamas anunció ayer que una delegación dirigida por Jalil al Haya, alto responsable de su oficina política, llegará hoy a El Cairo.
La guerra estalló el 7 de octubre cuando milicianos del grupo terrorista mataron a 1.200 israelíes, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en un ataque en el sur de Israel. Entre los muertos hay más de 300 militares.
Una tregua de una semana a fines de noviembre permitió canjear a un centenar de rehenes por presos palestinos detenidos en Israel. Se estima que unos 132 permanecen cautivos en Gaza y que 29 de ellos han fallecido. En los bombardeos y operaciones israelíes de represalia en Gaza murieron 27.840 personas, en su mayoría mujeres, niños y adolescentes, según Hamas, una organización catalogada como terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos.w
Pese al ataque sigue la negociación por un cese al fuego