El líder del PP también analizó una amnistía a los separatistas
Núñez Feijóo siempre se opuso a un indulto a los catalanes. Pero fuentes de su partido revelaron que consideró un perdón bajo ciertas condiciones.
El debate sobre la amnistía al independentismo catalán que el Congreso rechazó a finales de enero sigue siendo el hierro incandescente que se arrojan mutuamente, para desacreditarse, el gobierno de Pedro Sánchez y el Partido Popular (PP), la principal fuerza de la oposición en España.
Al golpe bajo que significó para Sánchez que el partido separatista Junts per Catalunya no aprobara en el Parlamento la ley que los mismos independentistas habían exigido, se sumó un último escándalo que, esta vez, desgasta al PP y debilita su credibilidad. Ocurrió durante el fin de semana, en Galicia, cuando durante un almuerzo con la prensa, voces de la dirección nacional del partido confiaron a 16 periodistas españoles, que están cubriendo la campaña para las elecciones regionales gallegas del domingo 18, que el PP había mantenido contactos con Junts.
Por imprudencia o por confianza intencionada, esas fuentes del PP habrían detallado a los medios españoles que el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, analizó durante 24 horas si una amnistía a los independentistas que intentaron declarar la república de Cataluña en 2017 era legalmente posible o no. Habrían contado, además, que el líder del partido habría considerado la posibilidad de indultar al ex presidente catalán, Carles Puigdemont, aunque con condiciones.
Puigdemont gobernaba desde el Palacio de la Generalitat de Barcelona cuando en octubre de 2017 probó declarar unilateralmente la independencia en el Parlamento, pero el gobierno nacional aplastó todo intento separatista destituyendo al gabinete regional e interviniendo la comunidad autonómica. Puigdemont huyó a Bélgica, para evitar el calabozo y, desde allí, armó la plataforma política que hoy es Junts, un partido separatista de derecha, poco conciliador en temas que no sean de su propio interés nacionalista y que, con apenas 7 diputados en el Congreso nacional, se volvió indispensable para la reelección de Pedro Sánchez y para la gobernabilidad de España.
Junts pactó apoyar a Sánchez a cambio de una serie de concesiones. Entre ellas, una ley de amnistía que blindara cualquier tipo de posible futura acusación contra su líder, Carles Puigdemont. El PSOE se esforzó en el diseño del proyecto de ley pero, a último momento, dos investigaciones contra Puigdemont, una por posible terrorismo y otra por presuntas conexiones con el gobierno ruso, abrieron grietas en el muro protector de la ley de amnistía que Junts pretende para el ex presidente catalán.
En el restaurante España de Lugo, los directivos del PP que almorzaron el fin de semana con medios españoles habrían dado algunos detalles de lo que Núñez Feijóo contemplaba: que un indulto a Puigdemont podría llegar a ser posible pero con condiciones. Si el catalán lo solicitaba, si regresaba a España -donde se lo considera un prófugo de la Justicia-, si se lo juzgaba y si prometía abandonar la vía unilateral independentista. La filtración generó una nueva ola de turbulencias en la escena política española.
“¿Qué necesidad había de que esto se supiera ahora?”, se preguntan en el PP. Desde el gobierno arremeten contra Núñez Feijóo: “Lo que piensan de verdad (los del PP) no se parece en nada con lo que han estado diciendo en los últimos meses”, subrayó Félix Bolaños, ministro de la Presidencia. “¿Qué les va a decir el señor Feijóo a todos esos ciudadanos a los que ha inoculado la crispación y el odio, que se han ido manifestando a las sedes socialistas?”, agregó el ministro.
El líder del PP encabeza, desde hace meses, una cruzada contra la amnistía. Su partido organizó, entre septiembre de 2023 y enero de este año, cuatro marchas multitudinarias en Madrid en contra de la ley que borrará los delitos cometidos por el independentismo.
“Yo no soy Pedro Sánchez. No acepto la amnistía ni la aceptaré. No acepto los indultos ni los aceptaré”, dijo finalmente y luego de 24 horas de silencio Núñez Feijóo para aplacar los ánimos. “El señor Sánchez lleva cinco meses a martillo intentando colar una amnistía ilegal y nosotros llevamos cinco meses diciéndole a la gente que nos acompañe en la calle para seguir luchando contra una amnistía ilegal”, subrayó el líder del PP.
Pero Vox, el partido de extrema derecha que gobierna en coalición con el PP en algunas comunidades y ayuntamientos, también disparó contra Núñez Feijóo. “A nosotros no nos pescan en una reunión con Junts y desde luego no nos pescan estafando a los españoles, convocándoles a movilizaciones contra los indultos, contra la amnistía”, dijo el líder de Vox, Santiago Abascal.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, defendió a Núñez Feijóo: “Creo que el presidente ha sido muy claro en todo momento. No sería capaz ni siquiera de pretender una amnistía ni indultos para gente que ha cometido esos grave delitos”, dijo Díaz Ayuso. “Me sorprende que hagan un tándem Vox y PSOE en vísperas de unas elecciones gallegas”, especuló otro presidente autonómico del PP, Juanma Moreno, de Andalucía.
A cinco días de que los gallegos elijan a sus autoridades regionales, las elecciones en Galicia despiertan una inquietud inusual. Por primera vez en décadas, el PP ve trastabillar la mayoría absoluta con la que el mismo Alberto Núñez Feijóo gobernó durante cuatro mandatos, antes de renunciar a la Xunta para pasar a dirigir el partido desde Madrid. El Bloque Nacionalista Gallego (BNG) se postula con buen pronóstico con una candidata mujer, Ana Pontón.
Perder Galicia sería, para Nuñez Feijóo, un golpe político, emotivo y personal duro. Hasta podría cuestionar su liderazgo dentro del PP.
El independentismo catalán observa, mientras tanto, cómo el gobierno y la oposición se acusan y desgastan.w