Blinken rechazó ante Lula las acusaciones a Israel por Gaza
El canciller de EE.UU. fue recibido por el brasileño, que comparó la ofensiva israelí con el Holocausto. La guerra con Hamas y Ucrania, en la cita del G-20.
Poco antes de que en Río comenzara la cumbre de cancilleres del G20, condicionada por el conflicto en Gaza y la guerra de Ucrania, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, planteó ayer al presidente Lula su rechazo a sus polémicos comentarios en los que acusó a Israel de cometer un “genocidio” en la Franja palestina.
Durante la reunión en Brasilia, “el secretario de Estado abordó el asunto (de Gaza) y dejó claro nuestro desacuerdo con esos comentarios”, dijo un alto funcionario de la cancillería estadounidense.
Lula abrió el domingo un frente diplomático, cuando acusó a Israel de cometer un “genocidio” en la Franja y comparó la campaña militar en el territorio palestino con el Holocausto. Sus comentarios indignaron a Israel, que declaró al mandatario izquierdista “persona non grata”. En respuesta, Brasil convocó al embajador israelí y llamó a consultas al suyo en Tel Aviv.
Tras reunirse con Lula, Blinken embarcó para Río, donde tiene lugar la reunión de cancilleres del G20, en un contexto mundial marcado por la guerra de Ucrania que opone a Occidente y a Rusia y por el conflicto en Gaza.
Blinken participa en la reunión, así como el ruso Serguéi Lavrov. Mientras no se espera un encuentro entre ambos, Lavrov se reunirá hoy jueves con Lula en Brasilia, según fuentes de la presidencia
Las palabras de Lula abrieron una crisis diplomática con Israel
brasileña. En la antesala del arranque de la cita en Río, el canciller ruso conversó con sus homólogos de Brasil, Mauro Vieira, y de México, Alicia Bárdena.
Aunque Lula describe el G20 que reúne a las principales economías del planeta como el “foro con la mayor capacidad para influir positivamente en la agenda internacional”, las divisiones entre sus miembros se acentúan. “Si Lula pensó que iba a proponer soluciones de paz sobre Israel o Ucrania, eso quedó directamente descartado” tras sus declaraciones, dijo a AFP el economista Igor Lucena. También cuando la guerra entre Rusia y Ucrania entra en su tercer año.
“Las instituciones multilaterales no están debidamente equipadas para lidiar con los desafíos actuales, como demuestra la inaceptable parálisis del Consejo de Seguridad” sobre Ucrania y Gaza, dijo el canciller brasileño ante sus homólogos al abrir el encuentro.
“Ese estado de inacción implica directamente la pérdida de vidas inocentes”, deploró.
Más de cuatro meses después de que Israel lanzara una ofensiva en la Franja de Gaza, en respuesta a un ataque terrorista del grupo Hamas que dejó unos 1200 muertos, en su mayoría civiles, y casi 240 rehenes, nada indica que se esté cerca del fin del conflicto.
Estados Unidos vetó el martes una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto el fuego inmediato. La ofensiva israelí en la Franja deja al menos 29.313 muertos, según el ministerio de Salud del territorio.
Tampoco hay optimismo en el horizonte para la guerra en Ucrania, a punto de entrar en su tercer año. Pese al intento de Occidente de condenar la invasión del presidente ruso Vladimir Putin, la última cumbre del G20 celebrada en septiembre en Nueva Delhi se saldó con un vago comunicado que denunciaba el uso de la fuerza pero no citaba a Rusia, que mantiene relaciones cordiales con varios miembros como Brasil e India.
Las tensiones con Rusia se acentuaron tras la muerte en prisión del opositor Alexéi Navalny, anunciada el viernes.
Las potencias occidentales responsabilizaron de ella a Putin y Estados Unidos anunció que adoptaría un “importante paquete de sanciones” contra Rusia.
El G20, que se celebra frente al mar en Río, abordará también una reforma de los entes de gobernanza global, como la ONU y el FMI, un asunto defendido por Brasil que pide un mayor peso para los países del Sur global.
“El número y la gravedad de conflictos volvió al nivel de la Guerra Fría. Esto hace (la reforma) más urgente”, dijo el martes Mauricio Lyrio, “sherpa” brasileño del G20 para Brasil. Pero diplomáticos y analistas estiman que será difícil obtener grandes acuerdos en los dos días de deliberaciones.w