“Recoleta y sus miserias humanas”
CARTAS AL PAÍS
Recoleta es uno de los barrios de la Capital no sólo más ricos en su patrimonio arquitectónico y cultural, sino también en el ingreso y nivel de vida de sus habitantes. Sin embargo, es muy triste constatar, ante la opulencia y el trasiego incesantes de turistas ávidos de buenas ofertas, comida y ocio de calidad, recovecos donde abunda la presencia de grupos de compatriotas en situación de calle de las más variopintas realidades.
Desde jóvenes en aparente forma física para trabajar o desarrollar una vida plena, atenazados por el flagelo de la droga, a otros directamente consumidos por el alcohol y a mujeres solas o en compañía de varones, con niños chicos y hasta lactantes. Duele en el corazón verlos, como resultado de las innumeras inequidades y crisis recurrentes que han dejado los gobiernos de todo signo político que los ha expulsado fuera de cualquier sistema de inserción e integración social posible.
Soy de esos vecinos que llama al 108, les indica a las autoridades lo que ve y les pide asistencia; alguna de la veces consienten en ser llevados a los centros de acogida, otros se niegan de tajo y no pueden ser obligados si no ejercen una actitud violenta a ser retirados del espacio público. Acercarse... ¿es esto suficiente? ¿No debería existir un protocolo más estricto por el bien de ellos que los impulse a mejorar sus vidas con la ayuda de los profesionales que tiene la Ciudad? ¿Basta con brindarles comida o ropa y que sigan como si fuesen animales, en el suelo, en la misma o peor situación de extrema vulnerabilidad?
La “solidaridad” de muchos vecinos que les dan de comer o dinero chico se me figura más una afrenta que una toma de consciencia de una realidad que muchos no desean ver, maquillada detrás de los señoriales portales donde campean los conserjes vestidos de traje. Ojalá las nuevas autoridades que asumieron en diciembre, ante este fenómeno que es cada día más lacerante, tomen cartas urgentes en el asunto ya que es un tema de derechos y dignidad humana prioritarios. Ezequiel Martín Barakat / ezbarakat@gmail.com