Joe Biden convierte el discurso a la nación en un mensaje de campaña
Defendió los logros económicos de su gobierno, criticó sin nombrarlo a Trump, aludió a la experiencia de su edad y anunció un puerto de ayuda a civiles en Gaza.
Paula Lugones
A la hora señalada, el ritual centenario se repitió anoche: el jefe de protocolo hizo el anuncio a viva voz, las puertas de la Cámara de Representantes se abrieron y el presidente de EE.UU. apareció caminando triunfal en medio del hemiciclo entre saludos de congresistas, ministros, jueces e invitados especiales al discurso del Estado de la Unión, el mensaje que todos los años pronuncia en este ámbito el jefe de la Casa Blanca.
Una vez ante el atril, el de Joe Biden no fue un mensaje más: en plena campaña electoral, cuando su popularidad está en rojo y crecen las dudas sobre su capacidad para gobernar, el presidente de 81 años, el de más edad en la historia del país, buscó tomar la iniciativa ante la próxima elección presidencial del 5 de noviembre, cuando se enfrentará con Donald Trump, y alertó que será una cita crucial para el futuro democrático de la nación.
Biden aprovechó los millones de personas que lo miraban: advirtió sobre los peligros que significaría un regreso del republicano al poder para los derechos de las mujeres, la política exterior, la economía y la democracia. Con un discurso leído en un teleprompter, que lo resguardaba de posibles confusiones o traspiés por su tartamudez, el objetivo de Biden más allá de Trump fue remarcar que todavía tiene vigor para ser presidente, que su trabajo en la Casa Blanca benefició la vida de los estadounidenses y que necesita cuatro años más para ampliar su agenda.
“Llegué al cargo decidido a superar uno de los períodos más difíciles en la historia de nuestra nación. Y lo hemos hecho”. Y agregó: “El regreso de EE.UU. es construir un futuro de posibilidades estadounidenses, construir una economía desde el centro hacia afuera y de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo, invertir en todo EE.UU., en todos los estadounidenses, para asegurarnos de que tengan una oportunidad justa y no dejemos a nadie atrás”.
Biden remarco que el país se recompuso de la pandemia con un crecimiento mucho más vigoroso de lo que se estimaba; desempleo de 4%; inflación que bajó en picada desde 9,5% anual a 2,4% y salarios sobre la inflación. Sin embargo, los estadounidenses aún no tienen la sensación de estar mejor.
Hizo otros anuncios en busca de impacto electoral. Propuso un alza del mínimo impositivo para las multinacionales al 21% y pidió a los multimillonarios que paguen al menos 25%. Además ordenó al ejército establecer un puerto en Gaza para transportar ayuda humanitaria a ese territorio asediado, en momentos que su apoyo a Israel enfurece al electorado musulmán y de origen árabe en EE.UU., y también a los jóvenes universitarios. Biden recibió una señal de alerta en las últimas elecciones, cuando un significativo porcentaje de demócratas votaron en protesta por su gestión en la guerra. De hecho, 65% de los estadounidenses reprocha su gestión en Oriente Medio.
Apeló, además, al electorado femenino, sector esquivo a votar por Trump, al subrayar el tema del aborto limitado por la Corte Suprema conservadora, a pesar de que la mayoría de los estadounidenses apoyan el derecho plasmado en 1973 en el fallo Roe vs Wade. “Si me dan un Congreso que apoye el derecho a elegir, les prometo: restauraré Roe v. Wade como una ley del país nuevamente”, prometió.
Con el impulso de triunfar en 15 estados el Supermartes, Biden apunta a una semana de alto perfil con 56% de los estadounidenses que desaprueba su gestión y Trump lo aventaja por dos puntos para noviembre. También busca limitar las dudas sobre su capacidad mental para gobernar. Un sondeo de New York Times/Siena reveló el domingo que 72% de sus votantes estaban “fuertemente” o “algo” de acuerdo en que Biden es demasiado viejo para otro mandato.
Más allá de la edad, Biden busca contrastarse con Trump, que enfrenta 91 cargos en la justicia. Sin nombrarlo, señaló: “Mi vida me ha enseñado a abrazar la libertad y la democracia. Un futuro basado en los valores fundamentales que han definido a EE.UU.: honestidad, decencia, dignidad, igualdad. Respetar a todos. Para dar una oportunidad justa. No dar lugar al odio. Ahora, algunas otras personas de mi edad ven una historia diferente: una historia estadounidense de resentimiento, venganza y retribución. Ese no soy yo”. ■
“EE.UU. vive la mayor recuperación económica de la historia”, afirmó.