Se multiplican los esfuerzos para evitar la hambruna en Gaza
Los esfuerzos internacionales prosiguieron este jueves para encaminar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, devastada por la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamas y en riesgo de hambruna, según la ONU. Los combates continuaron en el territorio palestino, tras el fracaso de la mediación de EE.UU., Qatar y Egipto para alcanzar una tregua durante el mes de ayuno musulmán de Ramadán, que empezó el lunes.
Los bombardesos se produjeron desde Bit Hanun, en el norte, hasta Rafah, en el sur, donde están hacinadas cerca de 1,5 millones de personas, en su mayoría desplazadas por la guerra y carente de asistencia sanitaria, alimentos en cantidad y energía.
El problema adicional es que el premier, Benjamín Netanyahu, reiteró su promesa de invadir Rafah pese a las “presiones internacionales” que temen un aumento exponencial de las víctimas civiles. Los aliados ultranacionalistas y ultra religioso del mandatario, han reclamado que la totalidad de la población del enclave sea evacuada a Egipto para que el territorio se anexado a Israel. Esa alternativa irrita a los principales socios internacionales de Israel, entre ellos particularmente Estados Unidos que reclama se facilite ayuda a las víctimas inocentes y se facilite el fortalecimiento del gobierno palestino de Ramallah.
“Seguiré rechazando las presiones y entraremos en Rafah”, declaró Netanyahu durante una visita a una base de inteligencia en el terreno. El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, afirmó que su país busca establecer “una isla humanitaria” hacia donde podrían desplazarse los habitantes de Rafah, en coordinación con entidades internacionales.
Hasta ahora esas soluciones han sido deficientes y los sitios de refugio de los civiles palestinos no combatientes, también fueron bombardeados, de ahí el alto número de muertos no beligerantes de un total que supera ya las 31 mil personas.
El conflicto estalló el 7 de octubre con el ataque de comandos de la banda Hamas, que se reivindica como islámica, en suelo israelí, en el que masacraron a unas 1.200 personas en su mayoría civiles y secuestraron a unas 200 personas. ■