Rusia usa por primera vez la palabra guerra contra Ucrania y lanza un gigantesco ataque
Abandonó la figura de “operación especial”. En la noche bombardeo con 150 misiles y drones, la instalación eléctrica ucraniana causando graves daños.
Advierten que el ataque pone en peligro la planta de Zaporya
La misma jornada que Rusia se declaró en guerra contra Ucrania por primera vez abandonando la coartada de “operación especial”, lanzó una extraordinaria lluvia de misiles y drones iraníes sobre la infraestructura energética del país europeo, el peor ataque con esos objetivos en dos años de guerra de agresión. Al menos cinco personas murieron y más de 20 resultaron heridas, según las autoridades ucranianas. Los apagones cubrieron el país afectando a más de un millón de personas, y revelando las vulnerabilidades del martirizado país.
Rusia utilizó 90 proyectiles de amplio poder destructivo y más de 60 drones iraníes Shahed. Los apunto a centrales y líneas de transmisión eléctrica, contra una central hidroeléctrica y contra edificios residenciales, según reveló el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. Kharkov, la segunda ciudad más grande del país, no había electricidad, afirmó el jefe regional Oleg Synehubov.
Se registraron quince explosiones en esa ciudad, mientras que más de 53.000 hogares en Odessa se quedaron a oscuras. El ministerio de Energía acusó a Rusia de intentar provocar “una falla a gran escala del sistema energético del país”.Añadió que se cortó una línea eléctrica que alimentaba la central nuclear de Zaporiyia.
“Esta situación es extremadamente peligrosa y amenaza con desencadenar una situación de emergencia, ya que si hay una posible desconexión de esta última línea de comunicación con la red eléctrica nacional, la central nuclear de Zaporiyia estará al borde de un nuevo ‘black-out’”, advirtió Energoatom, el operador ucraniano.
El Organismo Internacional de Energía Atómica confirmó que la línea “de emergencia” unida a la central sigue funcionando.
Tras dos años de invasión bajo la rúbrica “operación especial” y horas después del masivo ataque con misiles y drones, Rusia reconoció el viernes que se encuentra en “estado de guerra” en Ucrania.
“Estamos en estado de guerra”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una entrevista al medio progubernamental Argumenty i Fakty, tras haber rechazar el uso del término “guerra” y castigado a periodistas que usaron ese concepto en Rusia. “Sí, esto empezó como una operación militar especial, pero en cuanto toda esta banda se formó, cuando Occidente colectivo participó en todo esto al lado de Ucrania, para nosotros, se convirtió en una guerra”, dijo el vocero. Moscú acusa a las potencias occidentales de su participación directa en el conflicto al suministrar armas a Kiev.
Los bombardeos rusos de la madrugada del viernes alcanzaron a nueve regiones, desde Kharkov a Zaporiyia cerca de la línea de frente hasta Lvivis e Ivano-Frankivsk, en el oeste de Ucrania, a cientos de kilómetros de la zona de combates.
“Decenas de instalaciones eléctricas quedaron dañadas. Los cortes se multiplicaron en siete regiones. El sistema eléctrico recibe ayuda de urgencia de tres países”, indicó el operador ucraniano Ukrenergo.
El ataque se produjo apenas días después de que el líder ruso Vladimir Putin ganó una cuestionadas elecciones por casi el 90% de los votos, tras proscribir a toda la oposición y sin observadores que vigilen el escrutinio y prometio extender esa “victoria” a otros que demanda Rusia, según dijo. Aludía a Ucrania.
Zelenski criticó de nuevo la demora en la entrega de ayuda militar de sus aliados occidentales, y ha venido insistiendo en la urgencia de recibir más medios de defensa antiaérea. (Ver aparte).
En Estados Unidos, un paquete de 60.000 millones de dólares está bloqueado desde hace meses debido a las pugnas entre republicanos y demócratas en el Congreso.
“Los misiles rusos no tienen retraso, al contrario que los paquetes de ayuda a nuestro país. Los Shahed no son indecisos, a diferencia de algunos políticos”, dijo Zelenski con ironía.
Rusia ya había lanzado en la madrugada del jueves un bombardeo masivo contra Kiev, el primero en la capital ucraniana y sus alrededores desde principios de febrero. Ucrania derribó la treintena de misiles, si bien hubo 17 heridos por los restos de los proyectiles.
Putin prometió represalias por el aumento de los ataques ucranianos estas últimas semanas en suelo ruso, más de dos años después de que ordenara la invasión de la antigua república soviética en un esfuerzo para alinear todo el vecindario ruso con la manda del Kremlin. Moscú siempre aseguró a la población que el conflicto no le afectaría ni impactaría en el territorio, pero Kiev multiplicó con éxito los ataques que también extendió a Crimea.