Presión interna sobre el premier: un ministro pide anticipar las elecciones
Implicaría la caída del gobierno. Lo pidió Benny Gantz, un popular opositor que integra el gabinete de guerra.
El premier Benjamín Netanyahu enfrenta desafíos en múltiples frentes y su apoyo interno se erosiona en momentos en que la frustración internacional por la guerra en Gaza ha alcanzado nuevos niveles.
El líder israelí ha sido objeto de críticas cada vez más duras por parte de aliados como EE.UU. Pero en casa confronta manifestaciones multitudinarias en contra y divisiones dentro de su coalición de gobierno.
El pasado miércoles el ex general Benny Gantz, miembro clave del gabinete de guerra de Netanyahu, hizo un llamado a elecciones anticipadas, lo que aumentó la presión sobre el primer ministro. El ex militar muy popular y rival político del premier dijo que las elecciones deberían celebrarse en septiem- bre, cuando se cumpla aproximadamente un año de la guerra. Si hubiera normalidad, legalmente las nuevas elecciones debería realizarse a fines de 2026.
“Esta fecha nos dejará tiempo para continuar el esfuerzo de seguridad y permitirá a los ciudadanos israelíes saber que pronto renovaremos la confianza entre nosotros”, dijo en una conferencia de prensa. “Evitará la ruptura entre la gente”.
Los comentarios de Gantz, que ocuparon un lugar destacado en los sitios web de noticias israelíes, subrayaron cómo la unidad del gobierno después del ataque del 7 de octubre contra Israel está mostrando signos de tensión a seis meses de iniciada la guerra.
Una salida del partido de este prestigioso ex general no derrocaría por sí sola a la coalición de extrema derecha de Netanyahu, que tiene 64 escaños en el Parlamento de 120 miembros. Pero desmantelaría el gobierno de unidad en tiempos de guerra formado después del ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre pasado. Ese movimiento creará un fuerte impulso a favor de elecciones.
Las palabras de Gantz se hicieron eco de los llamados de
miles de manifestantes antigubernamentales que llenaron las calles frente al Parlamento israelí en Jerusalén esta semana en una manifestación de cuatro días para exigir la caída de Netanyahu el llamado a las urnas.
Al mismo tiempo, Netanyahu enfrenta fuertes críticas de sus socios de extrema derecha, los ministros Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, por cualquier indicio de ceder en la guerra de Gaza o en la expansión de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados, cuestionados por EE.UU.
La acumulación se produce cuando la frustración occidental parece estar llegando a un punto crítico. Este miércoles el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, mantuvo una tensa llamada con su homólogo israelí, Yoav Gallant. El ministro norteamericano repudió el inexplicable ataque al convoy de ayuda humanitaria y usó palabras como “indignación”. Un cambio significativo del tono con respecto a las llamadas anteriores .
Es el mismo tono que un preocupado presidente Joe Biden, cuestionado por sectores de su partidos por la firme alianza con Israel en estas circunstancias, utilizó en su conversación con el premier (ver aparte).