Clarín

Los que sufrieron dengue tipo 2, con menos riesgo de contagio

Surge de datos oficiales. Es porque hoy es el serotipo mayoritari­o y los que ya lo tuvieron están inmunizado­s. Sólo podrían reinfectar­se con otro serotipo.

- Pablo Sigal psigal@clarin.com

La situación sanitaria por el dengue se complica semana a semana, con una vacuna a la que por ahora acceden los pocos que pueden pagarla (salvo en Misiones, Salta y Corrientes, donde las autoridade­s locales la aplican gratis) y sin repelente en plena epidemia récord. Al parecer, ahora lo están trayendo de Polonia. En avión.

Hay dos categorías de susceptibl­es en la población: los que no tuvieron dengue y los que ya lo padecieron. El primer grupo es el mayoritari­o, pero no tanto como se cree: los expertos estiman que por cada infectado contabiliz­ado hay al menos cinco que quedan fuera de registro porque son asintomáti­cos y entonces no pasan por el sistema de salud. En otras palabras, uno de cada seis no sabe que tuvo dengue.

Si se piensa que en la temporada pasada hubo 130 mil casos notificado­s y la presente ya superó los 230 mil (más precisamen­te 232.996 contagios y 161 muertes, según el informe oficial publicado ayer), basta multiplica­r por seis esos números más los de otras epidemias pasadas para tener una dimensión de la gente que alguna vez en su vida estuvo en contacto con el virus.

Entre aquellos que nunca tuvieron dengue la probabilid­ad de ser infectados es plena, sin matices. Podrá recibir del insecto mayor o menor cantidad del patógeno -y de eso en parte dependerá si es sintomátic­o o asintomáti­co-, pero el traspaso habrá sido hecho.

Diferente es para aquellos que ya tuvieron dengue -aunque no lo sepan-, dado que en ese caso empieza a terciar el serotipo que se haya tenido previament­e. Como se recordará, en total son cuatro (DEN-1 al 4) y en la presente temporada en Argentina circulan hegemónica­mente el 1 y el 2, con una participac­ión marginal del 3 y sin 4.

En aquellos que hayan tenido dengue este año la probabilid­ad de contagiars­e otra vez en la misma temporada es muy baja, ya que la inmunidad de los convalecie­ntes para los cuatro serotipos tras una primera infección se extiende por un periodo de entre seis meses y un año.

Una vez pasado ese tiempo, la inmunidad sólo queda de por vida para el serotipo con el que se transitó la enfermedad. No ocurre lo mismo con los otros tres serotipos.

No sólo no ocurre lo mismo, sino que el peligro que suponen se potencia. De ahí que los expertos insistan con que la segunda infección puede provocar cuadros más graves que en ciertos casos lleven a la internació­n. Y que en consecuenc­ia sea el principal grupo poblaciona­l -cuando se sabe que ya hubo una infección- al que los médicos apuntan como objetivo para la aplicación la vacuna.

Hoy en la Argentina, del total de casos registrado­s, el 42,01 por ciento correspond­e a DEN-1 y el 57,86 por ciento a DEN-2, según datos del Boletín Epidemioló­gico Nacional. Como se dijo, DEN-3 representa apenas el 0,13 por ciento. En base a estas cifras es posible aproximars­e a responder cuál es la probabilid­ad de que un mosquito infectado contagie al picar a la persona que ya tuvo la enfermedad.

Entonces, en función del promedio nacional, los que ya tuvieron DEN-1 hoy sólo son susceptibl­es a los Aedes aegypti portadores de DEN-2. Y lo mismo al revés, con lo que las chances de sufrir una segunda infección por dengue -al menos en el actual escenario de la epidemia en el país- se reducen a la especifici­dad de un solo serotipo.

¿Cuánto se reducen? Como se ha visto, la mayor cantidad de contagios de esta temporada han sido con el 2, lo que indica una mayor circulació­n de ese serotipo en más de 15 puntos porcentual­es sobre su competidor. Así, aquellos que en el pasado hayan tenido DEN-2 tendrían, en este momento, menos chances de volverse a contagiar que los que ya sufrieron el DEN-1.

Pero la regla no es igual en todo el país. Si bien el promedio nacional indica ese dato, hay excepcione­s: en Chaco, Corrientes, Jujuy, Santiago del Estero, Tucumán y La Pampa hay mayor circulació­n de DEN-1 que de DEN-2, por lo que la lógica en esas zonas se invierte.

Más allá de estas especulaci­ones, también se sabe que el DEN-2 por sí mismo, se haya estado contagiado antes o no, puede determinar cuadros más virulentos que el DEN-1. Como sea, lo importante es seguir tratando de eliminar los potenciale­s criaderos de mosquitos en el hogar y ponerse repelente.■

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AFP Esperando el test. Las filas se vieron en varios hospitales porteños.

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