Clarín

Emilia Mernes arrancó con toda la energía el primero de sus diez Movistar Arena

La artista de 27 años abrió el sábado su “.mp3 Tour”, que en octubre la llevará a cantar en Vélez. El concierto tuvo alegría, pero también llanto.

- Ornella Saitta osaitta@clarin.com

Emilia Mernes reventó el Movistar Arena en el primero de sus diez shows en el estadio de Villa Crespo. La cantante hizo un repaso por los éxitos de su carrera y así le dio inicio a su “.mp3 Tour”, que culminará con dos recitales en Vélez Sarsfield, en octubre.

En noviembre, Emilia lanzó su segundo disco, .mp3, un álbum inspirado en la década del 2000 y que creó alrededor de la cantante de 27 años una imagen caracterís­tica. Tanto las canciones como la estética fueron las que Emilia trasladó al escenario este sábado.

Las butacas se llenaron de fanáticos, en su mayoría niñas, luciendo los icónicos looks de su ídola. Dos colitas de pelo, las clásicas baby tees, polleras cortas, tiro bajo, mucho rosa y los infaltable­s brillos debajo de los ojos.

Luego del paso de Connie Isla, la primera de las distintas teloneras que tendrá, los ojos de Emilia se proyectaro­n en la pantalla de atrás del escenario. En el centro se formó una estrella de metal se formó y, al abrirse, Mernes apareció detrás de ella.

Totalmente vestida de rosa, dio inicio al concierto, cantando las estrofas de Exclusive, mientras los gritos de los presentes aturdían.

La entrerrian­a no pisó el escenario sola: lo hizo con una decena de bailarines que, vestidos en los mismos colores que ella, la acompañaro­n en una coreografí­a que poco se ve en los recitales argentinos y que siguió durante las dos horas de concierto. Perreo, movimiento de caderas, sincronía y sensualida­d fueron el patrón.

La primera parte del espectácul­o estuvo repleta de temas para hacer bailar a todos sus fanáticos, con dance breaks entre medio. Facts, Cuatro Veinte y Jagger le siguieron a la primera canción.

Tras cambiarse el top por un corpiño de brillos y sacarse la boina, la artista regresó al escenario para cantar Intoxicao. Al terminar, se colocó una bata y se fue, mientras la cámara la seguía a su camarín. En las pantallas, se la podía ver cambiándos­e de look detrás de un biombo, mientras cantaba una parte de Jet Set, su colaboraci­ón con Nathy Peluso.

Al volver al escenario, ya tenía su primer cambio completo de ropa, con el que dio lugar a Ojitos verdes. Fue entonces que lo que parecía el soporte de luces sobre su cabeza bajó hasta el nivel del escenario y Emilia se subió para cantar Icónicos, el romántico tema escrito para su novio, el trapero Duki. Este nuevo escenario dejó a todos boquiabier­tos cuando comenzó a moverse hacia el medio del Movistar Arena, sobre la cabeza de todos los presentes, y uniéndola con un escenario ubicado en la parte trasera del recinto.

Allí la esperaba un escritorio con objetos de los años 2000, incluyendo un videojuego que Emilia comenzó a jugar mientras se proyectaba en las pantallas. Su personaje recorría un camino, mostrando que el show se encontraba en el nivel 1. Tras otro momento de baile, empezó el nivel 2.

Desde el escenario trasero, la cantante presentó algunas canciones de su primer disco, ¿Tú crees en mí?, incluyendo Latin Girl, La Chain y Cielo en la mente.

Mientras regresaba al escenario original, hizo referencia a las críticas que recibió por no dar su opinión tras el cruce de Lali Espósito y Javier Milei, y la polémica que se generó luego de que su equipo legal instara a emprendedo­res a que dejen de vender productos con su imagen sin su autorizaci­ón.

“Les voy a ser sincera. Estas últimas semanas me he sentido muy abrumada y muy cansada por todo el odio que he recibido en las redes sociales. Es un lugar muy hermoso donde puedo interactua­r con ustedes, pero a veces se transforma en un lugar muy hostil. Les pido disculpas si desaparecí en algún momento”, agregó.

Y sumó: “Si yo no hubiese hecho mi terapia, no hubiera trabajado en el amor propio, no sé si hubiese sido posible estar parada ante todos ustedes. Me arrepiento de no haber hablado de ciertos temas, y si no lo hice fue porque tenía miedo de que mi voz no fuera lo suficiente­mente importante, o simplement­e cualquier cosa que diga sea reducida a un titular”.

Además, habló del trato a las mujeres en la industria de la música y pidió que se las deje de comparar: “Me identifico con un montón de artistas mujeres que me inspiran, pero me enoja tanto cuando nos comparan constantem­ente. Es agotador, se nos exige tanto en la industria... Que nos copiamos, que quién hizo más números, que quién usó esto primero. Basta A mí me encanta ver cuando mis compañeras se paran en el escenario y luchan por nuestros derechos, loco. Me enojé”.

Luego le agradeció a su “compañero” e invitó a Duki al escenario. Juntos cantaron Como si no importara y se besaron varias veces. Luego de entonar Mi otra mitad, se dio inicio al “sad level”, que abrió con Uno los dos, la canción de Emilia con Miranda!.

En A 1000 km, bajó del escenario para grabarse, tomarse fotos y hasta darle besos al público. Pero el momento más fuerte fue cuando se sentó en un sillón para cantar Guerrero, la canción dedicada a su padre, quien estuvo al borde de la muerte luchando contra un cáncer y quien se encontraba en primera fila observándo­la. Mientras las lágrimas recorrían sus mejillas, fue el público quien la ayudó a terminar la canción.

El segundo invitado de la noche fue Tiago PZK, quien se sumó al escenario para cantar Rápido lento. Luego vino Undergroun­d y comenzó una seguidilla de colaboraci­ones con invitado tras invitado. En la intimidad contó con la presencia de Callejero Fino; para Salgo a bailar se sumó FMK, y luego Tiago PZK volvió a aparecer para Una foto remix junto a Nicki Nicole. Duki volvió al escenario junto a FMK y Tiago para explotar el recinto al ritmo de Los del espacio. El último tramo del recital comenzó con GTA y cerró con No se ve, con el ánimo bien arriba.

La seguidilla en el Movistar Arena siguió anoche. Luego habrá recitales el viernes 19, sábado 20, domingo 21 y martes 23l, y el 3, 29, 30 y 31 de mayo. En el medio irá a Córdoba, Salta, Mendoza y Rosario, además de Uruguay y Paraguay. La gira seguirá con ocho conciertos en España y cerrará con dos en el Estadio José Amalfitani, el 12 y 13 de octubre.

 ?? MARTÍN BONETTO ?? Rosa furioso. Así empezó Emilia el concierto, que duró dos horas y contó con numerosos invitados.
MARTÍN BONETTO Rosa furioso. Así empezó Emilia el concierto, que duró dos horas y contó con numerosos invitados.

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