Por el brote de dengue, empezaron a faltar test
Fuentes del sector reconocieron que, ante la fuerte demanda, hubo problemas “puntuales y temporales”. Hay cuatro tipos de pruebas. Las claves.
Un afiliado de una reconocida prepaga llevó a su hijo con síntomas de dengue a una guardia a realizarse un test. La prueba de PCR le dio negativa y, al intentar hacer un examen de antígenos, les informaron que había faltante, según contó el padre del nene a Clarín.
“Puede haber ocurrido faltante de reactivos, pero tiene que haber sido 20 días atrás, un caso puntual, ahora está mejor la situación. Sin embargo, la gente sin síntomas va y se hace el test de antígeno, el más común. Agarra el miedo colectivo por tener dengue. Muchas veces es por voluntad propia o porque los manda el médico”, explican a Clarín desde la Cámara Argentina de Laboratorios de Análisis Bioquímicos (Calab).
En busca de un diagnóstico, hay quienes pagan montos de $ 30.000 a $ 50.000 –todo varía si se hace por vía privada o por prepaga, por ejemplo– para realizarse pruebas de dengue, a veces incluso sin presentar síntomas claros.
El miedo a la infección es uno de los grandes impulsores del aumento sostenido en la demanda.
El otro factor que podría explicar el faltante, que se suma a la escasez de repelentes de mosquitos, es el de los inconvenientes de precios con proveedores de insumos.
Dentro de todos los testeos, el más rápido y accesible en término de costos por quienes se atienden es el de antígenos NS1, el más efectivo al inicio de los síntomas, pero todo depende de la condición de cada uno. Según destacan los laboratorios consultados, al ser el más requerido, es más común que se produzca escasez de ese reactivo si los acuerdos con proveedores se complejizan con los precios.
Lo que explican desde Calab, en la voz de su presidente, Luis Mónaco, es que la situación de faltantes de reactivos para realizar pruebas – pese a que no ha sido grande en comparación a otros períodos de años pasados– puede aparecer en casos particulares, tal vez aislados y temporales, en algunos centros de salud.
“Uno de los jugadores más importantes, Abbot -laboratorio medicinal-, se quedó sin stock y tuvimos que salir a buscar porque nos quedamos en la nada: de golpe, el proveedor te dice 'voy a recibir 200 equipos y te puedo dar solo 5', pero eso es poco. Tuvimos que salir a cambiar proveedores, buscar alternativos, que siempre los hay. Ahora ya se recuperó. El tema tulos vo que haber sido en ese período, y la demanda fue terrible”, dice Mónaco, quien además es parte del Instituto de Análisis Quilmes.
Mónaco remarca que, si bien existen hasta cuatro tipos de testeos de dengue, no todos se pueden realizar en cualquier momento y bajo cualquier caso.
La diferencia es que están, por un lado, los reactivos más “comunes”, que son equipos que se usan para la detección de antígenos (test rápido, que puede dar falso negativo) o para pruebas serológicas.
La primera, se utiliza para la fase primaria de la infección, cuando han pasado tres días de síntomas.
La segunda, se utiliza para la detección de anticuerpos y la respuesta inmune a la reacción del organismo. Dentro de esta prueba se determinan los anticuerpos IgG (más lejos de la fecha de infección) y/o los IgM (más cerca de la fecha de infección). El costo oscila entre
La Ciudad de Buenos Aires está en una curva de “salida” del brote de dengue pero habrá que convivir con la enfermedad. Así lo ratificaron ayer el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y el ministro de Salud, Fernán Quirós, en una conferencia de prensa.
“El número de casos se estabilizó y tenemos el primer registro de descenso de ovipostura -implantación de huevos-, menos mosquitos, menos consultas, menos internados. Fue un quiebre en la última semana, parcial, ya que seguiremos varias semanas con casos con la tendencia a estar en la etapa final”, dijo Quirós.
Macri indicó: “La enfermedad no terminó. En el invierno haremos balance y plan, pero tenemos que convivir con ella. En octubre el mosquito va a volver. Invitamos al Gobierno nacional a trabajar de cara a la próxima aparición.
Por otro lado, ayer se confirmó el primer caso de dengue autóctono en Mar del Plata: un hombre joven con síntomas leves.
$ 20.000 y $ 30.000.
Otro tipo de testeo, más específico, es el denominado PCR. Este es el test que te dice qué tipo de cepa puede haber infectado a la persona. Es un análisis más profundo y puede utilizarse en el caso de factores de riesgo. De allí también se saca la parte epidemiológica para saber cuál es la cepa predominante.
“El dengue se diagnostica por sintomatología, cuando los síntomas son más dudosos. Cuando el médico lo cree conveniente pide el test, pero manejando el antígeno NS1 es suficiente para los primeros días. El PCR se puede pedir para personas con factores de riesgo. De cada 50 pruebas comunes, tenemos 2 PCR pedidos”, explica Mónaco.
La elección respeta un protocolo pero no siempre se apega a él: “Todo depende del caso de qué laboratorio reciba a la persona para un testeo. Nosotros pedimos orden médica y le preguntamos los síntomas para saber qué estudio debe realizarse”, explican en un laboratorio. “En general, todo sigue un protocolo. El paciente febril, a las 72 horas, se testea con el test rápido. Si la sintomatología es apropiada, pero da negativo, se puede confirmar con PCR. Existen falsos negativos. Ahora, si la persona está fuera de los cinco días, sale del NS1. Ahora el NS1 será negativo pero puede ser que el IgM sea positivo. Todos los cuerpos, todas las personas, no resuelven de la misma manera”, concluye.w
Apuntan al “miedo colectivo” y a los problemas de precios con proveedores.