Arranca el Masters y, como siempre, la atracción es Woods
El estadounidense de 48 años disputará el primer Major del año por 26ª vez. Pese a sus problemas físicos, cree que puede ganarlo por sexta ocasión.
El exclusivo Augusta National abre una vez más sus puertas al mundo para celebrar el 88° Masters. El torneo, que se iniciará hoy, reunirá a los mejores golfistas del planeta que lucharán por el codiciado saco verde. Sin embargo, los ojos estarán puestos en un jugador que no aparece en la lista de los máximos favoritos, que llega lejos de su mejor forma, sin ritmo de competencia y sumido en una batalla con su cuerpo que parece no tener fin. Y que, sin embargo, no descarta sus chances y espera hacer historia una vez más en el campo de las azaleas y las magnolias.
Se trata de Tiger Woods, que a los 48 años disputará el torneo por 26ª vez y promete robarle a los candidatos la atención de los fanáticos en cuatro días en los que irá por dos marcas históricas. Si sobrevive a las primeras dos jornadas superará el corte por 24° vez consecutiva y establecerá un record en Augusta mejorando los 23 que comparte con Gary Player. Y si conquista el título el domingo llegará a su sexta consagración para igualar la línea del máximo ganador: Jack Nicklaus.
¿Es realista pensar que Woods podría terminar levantando el trofeo? No, pero él se tiene fe.
“Si todo sale bien creo que puedo conseguir uno más”, afirmó cuando lo consultaron sobre sus chances de alcanzar a Nicklaus.
Sueña el ganador de 15 Majors con sorprender al mundo como lo hizo hace cinco años cuando festejó por quinta ocasión en uno de los campos más famosos del mundo y consiguió su primer trofeo allí después de 14 años. Y el primer Major tras casi 11. Esa coronación de 2019 sigue muy presente en su memoria.
“Este torneo significa mucho para mí y mi familia. Llevo 29 años jugando aquí y es parte de mi vida. Abracé a mi padre en el primero que gané y en 2019 abracé a mi hijo. Cerré el circulo”, reflexionó quien por primera vez en 29 años no jugará el torneo con el logo de Nike en su ropa tras romper la sociedad con la marca de la “pipa” en enero.
Sueña Woods con volver a lo más alto del golf. Pero, sobre todo, con poder competir sin tener que preocuparse por si la exigencia que supone caminar por los fairways y greens durante cuatro días lo llevará a tirar la toalla antes del último hoyo. El mismo admitió que el físico será su reto más importante cuando dijo: “Hay días en los que me siento muy bien y otros en los que no. A nivel físico, cada golpe afuera del tee será un desafío”.
Desde que se retiró del Masters del año pasado por una fascitis plantar en el pie derecho tras disputar siete hoyos de la última ronda, Woods pasó más tiempo con su fisioterapeuta que practicando su swing. Se operó el tobillo derecho y lo rehabilitó completamente, pero batalla con las secuelas de aquel accidente de auto que sufrió en febrero de 2021 y que le causó severas lesiones en ambas piernas.
“Ya no es lo que era”, aseguró. “Antes prácticamente vivía en el campo y en el green de prácticas. Me pasaba el día allí. Ya no puedo hacerlo”, sostuvo.
En el último año jugó apenas dos torneos. En diciembre completó el Challenge Hero World, un torneo no oficial que él mismo organiza en Bahamas. Tras esa aparición contó que su plan para 2024 era disputar un torneo por mes. Pero su única participación del fue en el Genesis Invitational, en febrero en Los Angeles, del que se retiró en la segunda ronda con síntomas gripales.
“No estaba listo para jugar”, explicó. “Mi cuerpo y mi juego no estaban preparados. Espero que ahora que tenemos campeonatos importantes todos los meses pueda cumplir ese calendario”, insistió.
Sueña uno de los más grandes golfiustas de todos los tiempos con volver a hacer historia en los libros de un torneo que marcó un antes y un después en su carrera.
Sueña, a pesar de todo. Y es que más allá de los problemas, lo mueve la pasión. “Amo el golf, siempre lo amé”, repite hasta el cansancio.■