El “Tren de Aragua” desata una crisis entre Chile y Venezuela
El chavismo niega la existencia de esa banda delictiva que ataca en suelo chileno. En protesta, el presidente Boric llamó a consultas a su embajador en Caracas.
Una creciente tensión entre Chile y Venezuela escaló un peldaño más y el presidente Gabriel Boric llamó a consultas a su embajador en Caracas, Jaime Gazmuri. Todo ocurre en medio de la polémica generada por recientes declaraciones del canciller venezolano, Yván Gil, quien negó la existencia de la banda criminal “Tren de Aragua”.
Secuestros, sicariato, extorsión, homicidios son delitos atribuidos a ese grupo delictivo, cuya presencia fue detectada inicialmente en el extremo norte chileno, pero que luego se habría desplegado hacia la zona centro del país. El “Tren de Aragua”
El grupo nació en 2014 en Venezuela y golpea en Colombia y Perú.
es una banda criminal nacida en Venezuela en 2014 y sus tentáculos se han expandido desde 2018 hacia otros países de América Latina, como Colombia, Perú y Chile.
La expulsión desde suelo chileno de miembros de la banda -en su mayoría ilegales- ha sido impedida por autoridades de Caracas que no dejan que arriben vuelos de la Fuerza Aérea chilena a territorio venezolano.
“He tomado la decisión de llamar a consulta a nuestro embajador en Venezuela. Esta medida tiene como objeto poder recabar información detallada sobre la situación actual en el país y evaluar todas las medidas que sean necesarias para proteger los intereses y la seguridad de nuestros ciudadanos y de quienes habitan nuestra patria”, afirmó el presidente Boric.
El más reciente cruce verbal entre las autoridades chilenas y venezolanas comenzó el último lunes cuando Gil dijo que “el ‘Tren de Aragua’ es una ficción creada por la mediática internacional para crear una etiqueta inexistente”.
“Hemos visto, por ejemplo, como ridículamente aparecen videos incluso de gente que dice ‘somos del Tren de Aragua’, con acento peruano, con acento chileno”, aseguró Gil delante de su homólogo colombiano, Luis Gilberto Murillo, en una reunión bilateral en la ciudad colombiana de Cúcuta.
Ante las críticas de Chile, Gil reiteró el martes que “el combate al flagelo de la delincuencia no puede apoyarse en la creación de una narrativa falsa” y que “se han creado etiquetas de bandas criminales con el único fin de enlodar el gentilicio venezolano y a su gobierno”.
Boric señaló que las declaraciones del jefe de la diplomacia venezolana “no sólo demuestran una falta de compromiso con la cooperación internacional necesaria en materia de seguridad, sino también una negativa a abordar de manera efectiva los problemas transnacionales del crimen organizado. La negación no sirve y no es tolerable”.
Igualmente, subrayó que negar una realidad que considera tangible y acreditada “no es una opción”, y calificó de “irresponsables” las palabras de Gil sobre “El tren de Aragua”, una organización que nació en las cárceles de Venezuela.
Boric incluso afirmó que “Venezuela no está colaborando con los países del sur (...) y no se hace responsable de esta situación”. Destacó que sí lo hace con Estados Unidos: “Sí acepta expulsiones desde Estados Unidos a Venezuela”.
En tanto, la comisión de seguridad de la Cámara Baja citó al subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, y al canciller Alberto Van Klaveren para que expliquen el estado del acuerdo firmado en enero pasado entre Chile y Venezuela. “No podemos estar suscribiendo acuerdos con dictaduras que no reconocen la existencia de ‘Tren de Aragua’ y que no dan señales de ratificarlo”, fustigó el presidente de la comisión, el diputado del opositor partido Renovación Nacional, Andrés Longton. ■