¿Por qué envejecemos?: 6 causas que la ciencia busca solucionar
Con los años, las células se van desgastando y los mecanismos que tiene el cuerpo para eliminarlas empiezan a fallar. Qué avances se están estudiando.
Según algunas estimaciones, los consumidores gastan 62.000 millones de dólares al año en tratamientos "antienvejecimiento". Pero aunque las cremas, las tinturas y el bótox pueden dar la impresión de juventud, ninguno de ellos puede hacer retroceder las agujas del reloj.
Los científicos trabajan para comprender las causas biológicas del envejecimiento con la esperanza de poder ofrecer algún día herramientas para enlentecer o detener sus signos visibles y, lo que es más importante, las enfermedades relacionadas con la edad. Estos mecanismos subyacentes suelen denominarse "los signos distintivos del envejecimiento". Muchos se dividen en dos grandes categorías: el desgaste general a nivel celular y la disminución de la capacidad del organismo para eliminar células y proteínas viejas o disfuncionales.
"Lo más importante de los rasgos distintivos es que son cosas que van mal durante el envejecimiento y, si se invierten, se puede vivir más o estar más sano mientras se envejece”, explica Linda Partridge, profesora investigadora de la división de biociencias del University College de Londres que ayudó a desarrollar el marco de los rasgos distintivos del envejecimiento.
Entender cómo funciona el envejecimiento puede ayudarnos a contextualizar los consejos y la información sobre los últimos "avances", dijo Venki Ramakrishnan, bioquímico y premio Nobel que escribió sobre muchos de los rasgos distintivos del envejecimiento en su nuevo libro, "Por qué morimos: la nueva ciencia del envejecimiento y la búsqueda de la inmortalidad".
The New York Times preguntó a expertos sobre los rasgos distintivos del envejecimiento, de qué manera pueden provocar enfermedades y cómo los científicos intentan modificarlos.
Problemas con el ADN
Muchos de los cambios relacionados con la edad comienzan cuando nuestras células, e incluso nuestros genes, sufren daños y se comportan de forma incorrecta.
Aunque pensamos que nuestros genes están fijos desde el nacimiento, el ADN acumula cambios a lo largo de los años. A veces se introducen errores cuando una célula se divide, surgiendo una errata espontánea al copiar y pegar el ADN de una célula en otra. También pueden producirse mutaciones como consecuencia de exposiciones ambientales, como la radiación ultravioleta del sol.
Nuestras células tienen mecanismos para reparar estas mutaciones genéticas, pero su eficacia disminuye con la edad, lo que significa que los errores pueden acumularse. Los científicos no saben exactamente por qué disminuyen nuestros mecanismos de reparación del ADN.
La principal consecuencia de esto es que las células dejan de funcionar correctamente y pasan a ser marcadas como desechos. En el peor de los casos, pueden producirse mutaciones en genes que suprimen tumores, lo que conduce a la aparición del cáncer.
Problemas con los cromosomas
Cada vez que una célula se replica y su ADN se copia, los extremos de sus cromosomas se acortan un poco. Estas partes especiales del genoma se denominan telómeros.
Cuando los telómeros de una célula se acortan demasiado, ésta deja de dividirse. Este proceso es saludable cuando somos jóvenes, porque evita que las células se reproduzcan eternamente y se vuelvan cancerosas. Pero a medida que envejecemos, el acortamiento de los telómeros se convierte en un problema, sobre todo en las células madre, que el cuerpo utiliza para reponer la piel, la sangre y otros tejidos. El agotamiento de las células madre contribuye en gran medida a algunos de los signos físicos del envejecimiento, como las canas y una piel más fina y menos elástica.
Problemas con el epigenoma
Otros cambios se producen a través de lo que se conoce como epigenética: modificaciones químicas del genoma que influyen en los genes que se activan o desactivan en una célula. Algunos expertos dicen que los cambios epigenéticos pueden utilizarse para determinar la "edad biológica" de una persona.
Los científicos han descubierto que muchos de los mecanismos epigenéticos que ayudan a controlar la actividad e incluso la identidad de nuestras células empiezan a degradarse con la edad. Si esto ocurre en demasiadas células, puede afectar a la salud y el funcionamiento de los órganos.
En la actualidad hay una oleada de investigaciones antienvejecimiento que estudian los cambios epigenéticos porque son más fácilmente reversibles que algo como las mutaciones del ADN, afirma Eric Verdin, presidente del Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento.
Problemas con las mitocondrias
Un componente crítico de la salud celular es la producción de energía, que procede de las mitocondrias, la central energética de la célula. A medida que envejecemos, las mitocondrias también dejan de funcionar tan bien como antes y crean menos energía.
"Si no se genera suficiente energía, de repente todos los demás procesos celulares no van a funcionar con la misma eficacia", afirma Verdin, que participa en dos empresas que buscan fármacos contra el envejecimiento.
Las mitocondrias dañadas también pueden salirse de la célula y provocar inflamación, otro aspecto del envejecimiento asociado a muchas enfermedades crónicas.
El ejercicio regular -la principal recomendación de los expertos para envejecer bien- es una de las mejores formas de mejorar la salud mitocondrial.
Problemas para deshacerse de las células defectuosas
Las células defectuosas no sólo se acumulan con la edad debido a los problemas mencionados anteriormente, sino que la forma que tiene el cuerpo de deshacerse de ellas también se deteriora.
Una de las formas más importantes de deshacerse de las células defectuosas es relegarlas a un estado conocido como senescencia. Estas células dejan de dividirse y empiezan a segregar sustancias químicas inflamatorias que indican al sistema inmunitario que debe deshacerse de ellas.
Normalmente, esto no es un problema, pero a medida que envejecemos, ocurren dos cosas. En primer lugar, hay más células que deben desecharse. En segundo lugar, el sistema de eliminación empieza a fallar. Como resultado, las células senescentes se acumulan, causando cada vez más inflamación.
Los científicos están explorando formas de mejorar la eliminación de las células senescentes con una clase de fármacos conocidos como senolíticos, aunque la investigación se encuentra aún en fases preliminares.
Se gastan 62.000 millones de dólares en tratamientos anti age.
Lo más recomendable siguen siendo los hábitos saludables.
Problemas para eliminar las proteínas malas
La mayoría de las células realizan sus funciones a través de las proteínas que crean.
Es normal que las proteínas se deterioren (suelen denominarse proteínas mal plegadas) y hay muchas formas de arreglarlas. Pero, de nuevo, estos procesos empiezan a fallar a medida que envejecemos, y las proteínas mal plegadas se acumulan y causan problemas. Una enfermedad asociada a las proteínas mal plegadas es el Alzheimer.
Una forma que tiene el organismo de deshacerse de las proteínas mal plegadas es a través de un proceso conocido como autofagia, que significa "comerse a uno mismo" en griego. "La autofagia es el proceso por el que se destruyen todos estos elementos defectuosos de la célula", explica Ramakrishnan. "Y si se interfiere con ese mecanismo, se produce este amontonamiento de, esencialmente, desechos en la célula, que a su vez provoca estrés y causa envejecimiento".
La autofagia disminuye con la edad. Algunos fármacos que se están estudiando por su efecto sobre el envejecimiento, sobre todo la rapamicina, aumentan el proceso. Pero en grandes dosis, la rapamicina suprime la respuesta inmunitaria (se utiliza sobre todo para prevenir el rechazo de trasplantes de órganos), por lo que a algunos investigadores les preocupa que personas sanas tomen el fármaco.
Los expertos coincidieron en que las terapias experimentales contra el envejecimiento aún no están listas para un uso generalizado, aunque se muestran optimistas. "Hasta ahora, yo diría que los vientos no soplaron con especial rapidez, pero habrá avances", afirmó Partridge. Por ahora, añade, lo mejor que se puede hacer para envejecer bien es adoptar hábitos saludables.w