Las empresas alertan que el sistema podría colapsar
Tras la orden del Gobierno de retrotraer los aumentos en los planes de salud privada a los valores de diciembre y de hacerles la devolución a los afiliados, las prepagas advierten sobre los efectos negativos de esta decisión. Mientras las entidades analizan si acatarán la medida o irán a la Justicia, hacen hincapié en los puntos perjudiciales tanto para los profesionales como para los afiliados.
“La suspensión transitoria de los aumentos y retrotraer tarifas a diciembre es negar la realidad, no entender la raíz del problema. No resuelve -peor aún, agrava- el problema del sistema”, apuntan.
Por un lado, fuentes del sector mencionan que existe riesgo de que los honorarios médicos queden todavía más retrasados. Entre marzo de 2023 y este año, se logró una recomposición del 236% interanual, cifra que, así y todo, quedó debajo de la inflación del periodo (287,5% reportó el Indec).
Al respecto, expresaron otra preocupación. “Que siga sin solucionarse el verdadero problema que afecta al sector de la salud, público y privado: el financiamiento”, enfatizaron. De esa manera, advirtieron por un nuevo “colapso” del sistema y deterioro en los “prestadores” (centros de salud).
De cara al paciente, alertaron sobre la profundización en la escasez de turnos, situación que, de acuerdo a las prepagas, en parte se había logrado resolver en las últimas semanas por las mejoras en los honorarios profesionales.
A su vez, resaltaron la posibilidad de que médicos que en las últimas semanas dejaron de percibir cobros adicionales -en formato de copagos, coseguros y bonos contribución- vuelvan a solicitárselos a pacientes.
Asimismo, anticiparon que los precios de los medicamentos tendrán un costo cada vez mayor tanto para empresas como afiliados. Finalizados los acuerdos entre los laboratorios y el gobierno anterior, los remedios aumentaron más de 110% en los últimos tres meses, 40% por encima de la inflación, según el Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar).
En total, 6 millones de usuarios se atienden en el sistema de salud privado, de los cuales 4,5 millones corresponden a socios corporativos y 1,5 millones son “directos”, es decir, que abonan la totalidad de la cuota de su bolsillo (monotributistas y adultos mayores).
Entre estos últimos, según fuentes de la industria, 500.000 están en condiciones de asumir los aumentos, en tanto 300.000 podrían acomodarse con cambios -como la baja de categoría de plan- para conservar la afiliación. Los otros 700.000 corresponden a jubilados y asalariados que se incorporaron al sistema en los últimos años, cuando, según las entidades, los precios estaban “pisados”. Este grupo es el más complicado para sostener el pago de la cuota.