José Luis Romero y la Guerra Fría
“Todo incita a pensar que es necesario adoptar las mayores precauciones para impedir que la modificación de la situación militar en el Cercano Oriente repercuta desgraciadamente sobre la inestable paz tan dolorosamente conquistada”, señalaba el editorial de La Nación del 20 de febrero de 1955. Su autor, lo supimos años después, era José Luis Romero, el eminente historiador argentino, autor de importantes obras.
Entre marzo de 1954 y junio de 1955, Romero publicó, en La Nación, numerosas notas editoriales sobre política internacional. Salían en la página 2 y expresaban la opinión del diario, por lo que no llevaban firma. . Como lo recuerda Julio Melón Pirro, en un artículo que rescata esa veta periodística de Romero, disponible en la muy recomendable página digital que contiene mucho de su obra (https://jlromero.com.ar/), no se trataba de su primera participación en La Nación. Ya entre 1944 y 1950, Romero había colaborado con ensayos culturales e historiográficos, aunque fue en ese rol de editorialista que tuvo un carácter más regular y sistemático en una temática que lo obligó, en alguna medida, a cambiar de oficio. El erudito profesional de la historia se combinaba con el exhaustivo analista internacional.
Durante esos quince meses, Romero escribió setenta y tres textos. Ellos muestran a un atento observador de acontecimientos de un tiempo que, a casi una década de finalizada la última contienda mundial, expresaba los inestables equilibrios de la posguerra, y el comienzo de una nueva era, la de la Guerra Fría. Recién había finalizado la guerra de Corea, un conflicto que, comenzado tres años antes, involucró a las grandes potencias. Se reconfiguraba el escenario de un conflicto Este-Oeste entre los EE.UU. y la URSS.
Destaca Melón Pirro: “en él interesa tanto vislumbrar lo que ocurre detrás de la ‘cortina de hierro’ como señalar la emergencia de núcleos de poder en la periferia. Desde la primera nota sobre La crisis del sistema colonial hasta una de las últimas, “Expectación en el Cercano Oriente”, como intérprete de una variedad de acontecimientos mundiales y frecuencia más o menos semanal, desarrolla la opinión del diario sobre el devenir de las relaciones internacionales. Por eso decimos que su mundo es el de la guerra fría”. A70 años de aquellos escritos resulta ilustrativa su lectura, inmersos en otra transición del poder global que hace tambalear los cimientos de la paz y la seguridad internacional.w