Isfahán, el órgano principal del programa nuclear y misilistico iraní
La ciudad es estratégica, con una base aérea, fábricas de misiles y de drones y sitios del plan nuclear.
La base militar aérea de Isfahán ha sido en el pasado la base principal de la de la flota iraní de aviones de combate F-14 Tomcats de fabricación estadounidense, que fueron adquiridos por la potencia persa cuando el país era controlado por Occidente hasta el estallido de la Revolución Islámica en 1979.
Hoy, en esa ciudad al sur de Teherán, funciona un gran aeropuerto militar dotado de un potente radar que puedo haber sido el blanco del ataque israelí. También hay ahí una base castrense estratégica que custodia enormes plantas productoras de misiles y drones. Asimismo Ifsahán es sede de gran parte del programa nuclear que desarrolla Teherán.
Sobre ese aspecto, el responsable de la organización atómica de la ONU, el argentino Rafael Grossi señaló a Clarín que “las instalaciones atómica iraníes no fueron afectadas”por el bombardeo israelí de este viernes.
El diario británico The Guardian señaló que las instalaciones nucleares de Isfahán, que comenzaron a construirse en 1999, operan tres pequeños reactores de investigación suministrados por China. Además se encarga de la producción de combustible y otras actividades para el programa nuclear iraní que la teocracia sostiene que fines pacíficos. Al parecer, el emplazamiento sufrió una explosión en noviembre de 2011, revela el medio británico.
Las fábricas de producción de armas posiblemente son las mayores del país. Están instaladas en la ciudad o en los alrededores. A principios del año pasado se lanzó un ataque, atribuido a Israel, contra lo que al parecer era una instalación de producción de armas avanzadas en la ciudad.
El programa nuclear de Irán quedo virtualmente congelado a partir del acuerdo de Viena de 2015 pactado con el entonces gobierno de Barack Obama a cambio del ingreso de inversiones en petróleo y gas, los commodities principales del país. Ese convenio fue abortado luego por el gobierno de Donald Trump, quien necesitaba un pretexto para reponer las sanciones e impedir el desarrollo de la misilística iraní. Washington no logró ese objetivo.
Irán dio un impulso central al enriquecimiento de uranio que lo acerca al nivel por encima del 90% para producir bombas, que sería el objetivo principal de su programa. A partir de la crisis del pacto de Viena, el país se centró además en su industria de misiles en Isfahán, que logró un fuerte crecimiento al extremo que hoy se producen ahí las armas que usa Rusia en Ucrania.w