Maniobras para reafirmarse
Asiduo a los golpes de efecto, con su amenaza de dimitir el mandatario español buscaría, según varios analistas, dar un golpe en la mesa y recuperar la iniciativa frente a la oposición de derecha, en medio de una extrema polarización de la vida política española. Sánchez “es una animal político” que “ha decidido que pasa al ataque”, para intentar “cambiar las coordenadas de la conversación” pública, dijo a AFP Oriol Bartomeus, politólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona. “Da un golpe sobre la mesa” con la finalidad “de volver a poner el foco donde él quiere”, señaló de su lado Paloma Román, doctora en Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid.
Los analistas creen que una de sus opciones es decidir someterse a una cuestión de confianza en el Parlamento, para demostrar a España que él y su gobierno en minoría siguen contando con el apoyo de la mayoría en el Congreso de los Diputados. El independentista de derecha catalán Carles Puigdemont, aliado impredecible del gobierno, instó a Sánchez a someterse a dicho examen parlamentario, una opción poco arriesgada ya que para superarlo necesita solo una mayoría simple de los diputados.
La mayor parte de sus aliados en el Congreso ya han manifestado su apoyo. El partido populista Podemos fustigó los ataques de “la derecha política, mediática y judicial” contra Sánchez, mientras que los separatistas catalanes del centroizquierdista ERC aseguraron que darían su voto a favor en una cuestión de confianza.
Si bien la oposición ha tachado el anuncio de Sánchez de “espectáculo” y teatro político tendiente a reagrupar sus filas, la posibilidad de una dimisión no debe excluirse del todo, según algunos analistas.
“Los asesores más cercanos a Sánchez y la dirección del PSOE dedicarán los próximos días a convencerlo de que se quede”, pero su “decisión es particularmente difícil de predecir”, estimó Antonio Barroso, analista político.
Si renuncia los socialistas podrían proponer a otras persona para ser investida como titular del gobierno por el Congreso.
Pero la “hiperpersonalización del poder por parte de Sánchez” dentro de las filas socialistas hacen poco probable esta hipótesis, a juicio de Paloma Román.w