El derechista José Mulino se imponía en la elección de Panamá
Lograba el 34,4% contra el 25% de Ricardo Lombana. Mulino es el delfín del ex presidente Ricardo Martinelli, condenado este año bajo cargos de lavado de dinero.
Los panameños acudieron ayer a las urnas en unas elecciones marcadas por el ex presidente Ricardo Martinelli, condenado por lavado de dinero y cuyo delfín se imponía anoche en el escrutinio oficial para ganar la presidencia de un país agobiado por la corrupción. José Raúl Mulino, un derechista de 64 años, obtenía el 34,45% de los votos frente a su inmediato contrincante, Ricardo Lombana (Otro Camino), con el 25,02% de los sufragios.
A escasos dos días de la votación, la justicia avaló la candidatura de Mulino, que había sido impugnada por no haber pasado por primarias ni tener vicepresidente en la nómina. Martinelli no pudo postularse debido a su condena este 2024. La afluencia de votantes creció en las horas finales de la jornada electoral que, de manera general se desarrolló con relativa tranquilidad y sólo con reportes de algunos incidentes menores entre electores de partidos contrarios.
Anoche, con el 77% de los votos escrutados, el tercer puesto lo ocupaba Martin Torrijos, del Partido Popular, con el 16% de los sufragios, seguido de Romulo Roux (Por un mejor Panamá), que obtenía el 11%.
Estos tres candidatos hicieron campaña con fuertes críticas al regreso del “martinellismo” al poder con un recordatorio constante a los escándalos de corrupción.
El ganador de estos comicios reemplaza al presidente Laurentino Cortizo, del Partido Revolucionario Democrático (PRD) y en el poder desde su triunfo electoral en 2019. El nuevo jefe de Estado deberá conducir al país con fuertes desafíos en economía —por la desaceleración esperada tras el cierre de una mina de cobre y la sequía que restringió el tránsito en el Canal de Panamá— y en la migración, ante el incesante cruce de personas por la jungla del Darién.
“Creemos que Mulino puede hacer un buen papel”, dijo Yanela Ríos, una ama de casa de 58 años que sufragó temprano en Boca la Caja, un barrio marginal de casas de concreto y techo de zinc que está incrustado en medio de rascacielos residenciales lujosos en Ciudad de Panamá. “Si él tiene otra mentalidad en ayudar al pueblo y al que lo puso en ese puesto (Martinelli), será bueno para el país”, dijo.
Por su parte, Judith Wald, de 48 años y quien asegura no tiene un trabajo fijo, dijo que en el pasado votó por Martinelli, pero que esta vez no fue así. “Lombana lo vemos como otra opción, creo que Panamá necesita un cambio, siempre es lo mismo”.
Martinelli, condenado por lavado de activos a más de 10 años de prisión, está inhabilitado políticamente y refugiado en la embajada de Nicaragua desde febrero tras recibir asilo político del presidente Daniel Ortega. Desde ese lugar, el ex presidente apoyó intensamente la campaña de su correligionario y hombre de confianza.
Mulino, que votó pasadas las 9.00 de la mañana tras ser recibido en el centro de convenciones ATLAPA al grito de “se siente, se siente, Mulino presidente”, reemplazó a Martinelli en la nómina de los partidos Realizando Metas y Alianza. Estuvo a punto de quedarse fuera de la pugna electoral por una demanda que buscaba declarar su postulación como inconstitucional y no fue hasta el viernes en la madrugada que la Corte Suprema se pronunció para mantener a Mulino en la pugna presidencial.
Después de sufragar, el candidato visitó a Martinelli en la embajada. El gobierno de Panamá ha protestado ante Managua por permitir al exmandatario realizar actividades políticas.
Panamá es un país agobiado por la corrupción.