Clarín

“Las personas con sobrepeso también tienen sexo y se divierten”

Desde hoy, el periodista conducirá una nueva etapa de “Cuestión de peso” en El Trece. Cómo encarará el programa ahora que es incorrecto hablar de los cuerpos ajenos.

- mjarzun@clarin.com

Hoy a las 14.45, Cuestión de peso vuelve a la pantalla de El Trece, en una época donde está casi prohibido hablar de los cuerpos ajenos, sobre todo en la televisión. A pesar del éxito del reality durante las diez temporadas que estuvo al aire, ahora las redes sociales se llenaron de cuestionam­ientos cuando se anunció el regreso del formato, que conducirá el periodista Mario Massaccesi.

Revivir un programa con estas caracterís­ticas y adaptarlo a las exigencias de la sociedad actual es un gran desafío, pero Mario Massaccesi aceptó el rol de conductor sin dudarlo. En una entrevista con Clarín, el periodista contó todo sobre los cambios que hicieron en Cuestión de peso para que siga atrayendo a la gente, a pesar de los prejuicios que existen sobre la temática que aborda.

“El enfoque del programa no es bajar de peso por estética, sino porque mejora tu calidad de vida.

Si existe esa puerta, está bien aprovechar­la. Hay gente que no lo quiere hacer y está bien. Yo creo que siempre que exista una posibilida­d de estar mejor hay que hacer ese camino y ese intento, ya sea con las emociones o con el cuerpo”, comentó Massaccesi.

-¿Te imaginabas a la cabeza de un reality?

-La verdad que no. Yo lo llamo “programa de servicio”, pero no puedo desconocer que tiene muchos ingredient­es o una base sobre el reality. Para mí es toda una novedad, una sorpresa, un desafío y, sobre todo, un compromiso. Porque se trata de buscarle al formato un perfil propio, que creo que lo tengo, pero a veces no es fácil que coincida lo que es el programa y lo que soy yo como conductor.

-¿Te daba miedo este cambio de rumbo?

-No, tuve absoluta confianza. En diez minutos acepté, a pesar de que me dieron una semana para que lo pensara. Llamé al instante, porque tuve una corazonada de que tenía que hacerlo. Y hasta hoy creo que no me equivoqué. Más allá del resultado, un montón de gente me escribió para ser parte del programa porque lo estaba esperando. Ahí me di cuenta de que hay una necesidad en este momento de que el programa esté al aire.

-¿Es un doble desafío hacer Cuestión de peso en un momento en el que hablar sobre los cuerpos está mal visto?

-Es todo un desafío y también es una oportunida­d de tomar conciencia. Estamos en un año donde no sólo es difícil comer saludable, sino que para muchos es difícil comer. La idea del programa es que, en este momento tan difícil, donde tanta gente la está pasando mal, podamos dar informació­n de lo que sí podemos hacer a partir de lo que nos pasa. Y eso me parece muy importante, porque abre la posibilida­d de no frustrarse y por lo menos hacer un poquito, que ya es mucho. Darte cuenta de que no todo está perdido.

-¿Te preparaste para las críticas?

-Sé que van a aparecer algunos cuestionam­ientos, porque hay mucha hipocresía. Una chica que baila en el caño en el programa de Tinelli es aplaudida. Y una persona con exceso de peso que hace lo mismo que cualquier otro es visto como algo malo. Creo que es simplement­e mostrar la realidad. Las personas con sobrepeso también tienen sexo y se divierten. Lo que pasa es que no estamos acostumbra­dos. Va a generar todo tipo de repercusió­n, y para eso también estoy preparado.

-¿Va a ser muy diferente a las ediciones anteriores en cuanto a lo que van a mostrar?

-Todo lo que se muestra siempre es mucho más potente que lo que se dice. Entre las historias, hay un señor que cambió su inodoro por uno mucho más grande para su comodidad. Nadie sabe cómo es un inodoro gigante. Eso requiere que te metas en la intimidad de esa persona para mostrar cómo se adapta una casa para alguien que pesa más de 200 kilos. Y esas cosas inevitable­mente van a generar comentario­s. Yo digo siempre que mientras se hable del tema, está bien. Peor sería no hablarlo. También hay que entender que no todos tenemos la misma mirada sobre el tema.

-Y esta vez van a tener varias generacion­es de nutricioni­stas en el panel de profesiona­les...

-Así es. Van a volver Alberto Cormillot y su hijo Adrián. Se suma Estefanía Pasquini, la esposa de Alberto, y Agustina Cormillot, su nieta, que es hija de Adrián. Ella también es nutricioni­sta y nos encantó su incorporac­ión porque ofrece una mirada joven, que no siempre está de acuerdo con su abuelo. Y eso está bueno porque el programa tiene una novedad: por primera vez se anotó gente muy joven, de entre 22 y 24 años.

-¿Qué herramient­as van a usar para acercar el programa a la gente que tiene un prejuicio negativo sobre él?

-En mi caso, va a ser la ignorancia. Soy una gran ignorante sobre el tema de las personas con obesidad.

Sé que van a aparecer algunos cuestionam­ientos, porque hay mucha hipocresía”.

Quiero preguntar más que opinar. Quiero averiguar más que dar por sentadas las cosas. No quiero ser la persona que expone la obesidad, sino la que despeja muchas dudas, aún las más sencillas, obvias y ridículas.

-¿El hecho de ser coach ontológico te va a ayudar en esta tarea?

-Esa es una de las razones por las que me llamaron. Queremos empezar a correr el telón para mostrar qué hay detrás de esa persona con sobrepeso. Los desencaden­antes muchas veces son emocionale­s y otras veces son físicos, porque la persona ya tiene una condición que lo predispone a eso. Pero creo que nadie puede cambiar su cuerpo si antes no entendió por qué llegó a eso. Vos podés bajar de peso, pero si seguís con ese problema no resuelto, que puede ser familiar, de pareja o de mandatos, va a seguir ahí y no sirve de nada lo externo.

-Entonces el foco está puesto en que los participan­tes puedan soltar esa historia que les pesa...

-Las historias son impresiona­ntes, variadas e insólitas. Todas marcadas por la mirada jugadora de la sociedad y el desafío de salir de ese lugar donde ya no quieren estar. Todos quieren despedir a esa persona que están siendo para darle lugar a una con una vida más saludable. La idea es que cada uno haga lo que pueda dentro del programa. Porque si ponemos la obligación de que hay que soltar la historia, ya estás condiciona­ndo. Lo interesant­e de eso es que vieron en el programa una oportunida­d de mejorar. Y puede que se dé, o puede que se den cuenta de que no es por ahí. Y eso también está bien.

-¿Cómo es tu relación con la comida?

-Siempre tuve una buena relación con la comida, pero como en exceso, me tengo que cuidar. Como vengo con una historia familiar en la que muchas veces faltó el plato de comida en casa, ese desencaden­ante hace que yo me desespere por la comida. Porque sé lo que es no tener. Ese es un raye personal que lo tengo trabajado y lo puedo ver. Pero siempre está, porque pasó y no lo puedo borrar. Lo que sí puedo hacer es gestionarl­o hacia adelante. Hay momentos en que lo logro y hay momentos en que no.

-¿Y con tu cuerpo?

-A mi cuerpo cada vez lo acepto más. Estoy en un momento en el que no tengo miedos y no estoy pendiente de la mirada ajena. Acepto la edad y lo que la edad me trae. Ciertas partes se caen y otras toman formas distintas. No tengo un conflicto con pretender ser lo que fui en algún momento o ser otra persona. Eso es muy liviano para mí.

 ?? GUILLERMO RODRÍGUEZ ADAMI ?? Coach ontológico. Massaccesi dice que ese oficio, que desarrolló paralelame­nte al periodismo, fue uno de los motivos de que lo convocaran al programa.
GUILLERMO RODRÍGUEZ ADAMI Coach ontológico. Massaccesi dice que ese oficio, que desarrolló paralelame­nte al periodismo, fue uno de los motivos de que lo convocaran al programa.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina