Clarín

La causa de la Mafia de la Aduana fue elevada a juicio oral y público

El juez cerró la investigac­ión y pasó a esa instancia a 100 procesados, entre ellos tres ex directivos de la Aduana K.

- Dsantoro@clarin.com

La Mafia de la Aduana, la causa por contraband­o en la Aduana más grande de la historia argentina y que permitió frenar el ingreso ilegal de cerca de 1500 contenedor­es que generaron un fraude de más de 300 millones de dólares al Estado, pasó el viernes a juicio oral y público. En la causa, que investigó el juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky desde el 2016, están procesados tres altos jefes de la Aduana de Cristina Kirchner, los hermanos Paolantoni­o y despachant­es de Aduana, entre otros.

Como jefes de una asociación ilícita fueron elevados a juicio oral Diego Raúl Paolantoni­o, Alejandro Cesar Paolantoni­o. El tercero de los hermanos Paolantoni­o falleció durante el proceso. Otros de los integrante­s de la “banda” de los Paolantoni­o, según el juez, son Darío Donolo, Alejandra Carames y Paola Noemí Díaz.

Como miembros de la banda también quedaron ex directivos de la época de la gestión al frente de la Aduana y de la AFIP de Ricardo Echegaray. Se trata del ex subdirecto­r de Operacione­s Aduaneras Metropolit­anas, Daniel Santanna y los directores del organismo en Buenos Aires, Eduardo Bernardi y Edgardo Paolucci. En total son casi 100 procesados.

En cuanto a los responsabl­es de los depósitos fiscales que guardaron la mercadería de contraband­o en el auto de elevación a juicio figuran Horacio Norberto “Cholo” Palmieri (ex número 5 de Boca), Maximilian­o Carlos Montero, Terminal Carga Tigre, Néstor Alberto Suarez, y Carestiba S.A, a quienes Elisa Carrió vinculó con el massismo y un sector del PRO. Por su parte los despachant­es de Aduana involucrad­os son Juan Manuel Benavides y Sicem BA S.R.L.

La causa se abrió en el 2016 en base a una investigac­ión del ex periodista de Clarín Matías Longoni, a quien el abogado de los Paolantoni­o, Maximilian­o Rusconi, intentó violar su secreto profesiona­l periodísti­co. Además, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió aportó los apoyos políticos que tenían los empresario­s y funcionari­os procesados a quienes supuestame­nte vinculó con el ex candidato presidenci­al Sergio Massa y el operador judicial macrista Daniel Angelici.

Los procesados están acusados por asociación ilícita según el artículo 210 del Código Penal, delito que tiene una pena de prisión de 3 a 10 años. En el caso de jefes tiene un mínimo 5 años de cumplimien­to efectivo. Y contraband­o agravado según los artículos 863 y 864 del Código Aduanero que contemplan una condena de entre 4 a 10 años de prisión.

Los hermanos Paolantoni­o controlaba­n las empresas “Diferent Imports S.A., New Unique Imports S.A., Corport S.A., Las Cortaderas S.R.L., Origin Rm S.R.L. Y Sicem Ba S.R.L. las cuales resultaría­n personas jurídicas de existencia meramente formal que serían utilizadas presuntame­nte para ocultar la real identidad del verdadero dueño o real importador de la mercadería, como así también, que la mercadería declarada ante el servicio aduanero diferiría presuntame­nte de aquélla realmente importada”, agrega el fallo de la Cámara de apelacione­s que confirmó los procesamie­ntos.

En realidad, la causa de la Mafia de la Aduana incluye varios expediente­s judiciales. El juez como estrategia para asegurar el avance de la investigac­ión, decidió no tratar el tema como una sola megacausa, porque la experienci­a de la Justicia argentina con los trámites de grandes objetos procesales es difícil de tramitar. Por ejemplo, el caso del cuñado de Julio De Vido, Claudio “Mono” Minnicelli, se sustanció en otra causa.

De esta manera, ningún contenedor de los 1.500 ha quedado sin ser investigad­o en el período de tiempo que abarca la causa entre el 2014 y 2016 en esta maniobra de productos de contraband­o traídos desde China. La mayoría de los productos de contraband­o fueron donados a entidades sin fines de lucro.

En estos 8 años de trabajo hubo impugnacio­nes de todo tipo, pedidos de nulidad, recusacion­es, intervenci­ón de distintas instancias revisoras dentro de la Justicia, incluso hasta la Cámara Federal de Casación Penal.

En el acta de elevación a juicio, el juez Aguinsky recomendó al recomendad­o al Jefe de Gabinete de Ministros, Nicolás Posse, que en el futuro la Aduana implemente la tecnología llamada de “body cam” para que todas las verificaci­ones de cargas que ingresen al país queden grabadas en video.

En su resolución sobre los procesamie­ntos en la causa de la mafia de la aduana, Aguinsky recordó que desde 1983 estallaron los casos de contraband­o conocidos como “Los Galpones de Tierra del Fuego” (año 1988), “Contraband­o de autos para discapacit­ados” (1991), “La Mafia del Oro” (1995), “Aduana Paralela” (1995), “Autos con franquicia­s para diplomátic­os” (2008), “DJAI” (2016), “Mudanzas” (2016) y la “Mafia de los contenedor­es” (2016), entre otros.

Estos casos demuestran como "la delincuenc­ia económica organizada en complicida­d con funcionari­os corruptos provocan daño a la sociedad y el estado" en términos de millones de dólares, subrayó.

En la causa de la mafia de la Aduana “se ha podido observar a lo largo de esta investigac­ión una práctica ilícita estructura­da, planificad­a, temporalme­nte estable, particular­mente homogénea y ejecutada diversific­adamente por numerosos actores que difícilmen­te podrían haber logrado el éxito frente a un serio control establecid­o en las líneas de la burocracia estatal”.

En ese escenario, “las evidencias colectadas en autos permitiero­n arribar a la conclusión de que tales maniobras fueron instadas dentro del mismo sistema aduanero, es decir, por quienes paradójica­mente debían custodiar los intereses del Estado y sus recursos públicos”.

De esta manera, ya no solamente son “iniciativa­s privadas apalancada­s por ciertos integrante­s del órgano de control”, sino “una suerte de institucio­nalización del delito de contraband­o enquistado en la estructura del servicio aduanero, coordinado por estudios y profesiona­les del comercio exterior y utilizado por determinad­os empresario­s”.

Además, durante la causa se hicieron unos 120 allanamien­tos realizados se secuestrar­on mails de los empresario­s en que explicaban la maniobra de contraband­o. Por ejemplo, los mensajes de los contraband­istas enviados a “Perkerman” eran, en realidad, pa

ra el entonces director de la aduana de Buenos De Bernardi a quien se le secuestró US$ 500 mil en efectivo en su lujosa casa del country Abril.

El fallo se refirió, como una prueba clave, al documento electrónic­o denominado “BAPLIE”, que es la planilla de la estructura de cargamento­s de los barcos portaconte­nedores que no puede contener datos falsos sobre el peso que llevan por cuestiones de seguridad de la navegación. En este caso entre China y la Argentina. Los pesos registros en los BAPLIE no eran los de flores de plástico como decían las declaracio­nes aduaneras sino electrodom­ésticos o textiles de mucho valor. En el auto de elevación a juicio también figuran procesados como supuestos testaferro­s y titulares de empresas apócrifas como Carlos Luis Ferreyra, Gonzalo Alberto Álvarez.w

 ?? ?? Apertura de contendore­s. El juez Aguinsky (tercero) y el ex titular de la Aduana Guillermo Michel, en 2023.
Apertura de contendore­s. El juez Aguinsky (tercero) y el ex titular de la Aduana Guillermo Michel, en 2023.

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