Una fábula didáctica, con varias moralejas para los más chicos
Jared Hess fue nominado este año al Oscar por su cortometraje animado Noventa y cinco sentidos. Él y su esposa, Jenusha Hess, se hicieron conocidos con la comedia Napoleon Dynamite; la nominación no hacía otra cosa que impulsarnos a ver Telma, la unicornia, que acaba de estrenarse en Netflix.
Inspirada en el libro infantil de Aaron Blabey, cuenta la historia de una pony de granja común y corriente, amante de la música y que tiene una banda, Los Botes Viejos: es un trío con dos burros. Cuando son rechazados para poder actuar en una suerte de Lollapalooza, Telma aprovechará la oportunidad que se le da para hacer realidad su sueño.
En la ruta, cerca de la granja, un conductor de un camión (voz de Zach Galifianakis) maneja con displicencia. Su camión carga toneles con una suerte de plasticola y brillantina que se vuelcan sobre el cuerpo de Telma. Y sí, termina parecida a un unicornio. Lo único que le falta es el cuerno, que en su caso será una zanahoria.
Pero no tardará en darse cuenta de que no todo lo que brilla es…
Es una historia sobre la amistad y con un mensaje positivo para las minorías y los desamparados como Telma. No solamente transmite el clásico mensaje “persevera y triunfarás”, sino también otros como lo bueno que es mantener los ideales, ser fiel a quien uno es y nunca, pero nunca, dejar de perseguir los sueños.
Es, también, la historia de lo que los estadounidenses denominan underdog, aquellos que tienen todo para perder pero dan la sorpresa. La discriminación o persecución que sufre un determinado grupo social que termina recibiendo la simpatía de la opinión pública. Bingo.
El matrimonio redactó el guion, adaptando las pocas páginas del relato para una historia de una hora y media. Telma, la unicornia no es muy conocida en Latinoamérica, así que tampoco podemos saber qué y cuánto es lo que se agregó a la trama original.
Que, por cierto, es bastante sencilla. Está Niki (voz de Ally Dixon), una ballena estrella del pop, que según su manager empieza a perder popularidad, por lo que este quiere contratar a Telma y no a sus amigos, así que la engaña.
Por la parte de la ballena, esta le pide a su asistente que “busque, encuentre algo malo” en el pasado de Telma. Y todos ya sabemos qué es: hacerse pasar por una unicornia cuando no lo es.
La esencia de esta fábula es dar una suerte de lecciones sobre cómo ser uno mismo y los peligros de vender el alma por satisfacciones pasajeras, como la fama.
Tampoco es muy famosa por aquí Brittany Howard, aunque ha logrado bastante éxito como música, incluyendo sus nominaciones al Grammy. No solo la habrán elegido para cantar como Telma, sino para impulsar su carrera como actriz: esta es su primera interpretación en el cine.
Pero pese a su presencia, no es Telma, la unicornia un gran filme musical. Ni pretende serlo. Las canciones son bien pop, pero fácilmente olvidables. La atención se ha puesto en esa construcción de valores, de ética: enseñar a no engañar, fijarse una meta y darle para adelante. De eso se tratan la vida y esta película.
“Thelma, la unicornia”