Clarín

Un cazafantas­mas suelto en Buenos Aires

El actor que encarna a Winston desde la primera película de la saga estuvo en la Comic-Con Argentina y habló con Clarín de su agridulce experienci­a en la franquicia.

- Pablo O. Scholz pscholz@clarin.com

Es el invitado de honor en el Salón VIP de la Comic-Con Argentina, el evento que acerca a los fans a sus estrellas. Y Ernie Hudson es una de ellas, aunque es posible que no recuerden el nombre de este afroameric­ano. Pero sí su cara: era (y es) Winston en Los Cazafantas­mas. Vino acompañado por su esposa Linda -ya nos contará el motivo-. Y este año lo vimos en la última de Los Cazafantas­mas, Apocalipsi­s

fantasma.

Hudson tiene 78 años, prácticame­nte no conoció a sus padres -la madre falleció cuando él tenía dos meses de edad-, tuvo una infancia pobre y se curó de cáncer. En cine, además de cazar espíritus rebeldes, actuó en Miss Simpatía, al lado de Sandra Bullock, en Congo, en El cuervo (con Brandon Lee, hijo de su adorado Bruce Lee) y La mano que mece la cuna.

Ernie se presentó en diferentes paneles de la convención durante el fin de semana en Costa Salguero. Lo que sigue son fragmentre­s tos de la entrevista que mantuvo con Clarín.

-¿Pudo recorrer algo de Buenos Aires? ¿Este es su primer viaje a la Argentina?

-No he podido hacer muchos paseos. Tengo que volver al trabajo. Pensé que tendría más tiempo, pero espero tener la oportunida­d de ver algo de la Argentina.

-¿Sabe algo de nuestra cultura, nuestro cine?

-No sé nada de Argentina. No había planeado venir, luego me invitaron. Todavía estoy investigan­do sobre el mejor lugar para visitar aquí.

-¿Cómo le llegó la invitación para venir a la Comic-Con Argentina?

-Me contactaro­n y preguntaro­n si me gustaría venir, y pensé: absolutame­nte. Este fin de semana cumplimos 39 años de casados con mi esposa. Entonces pensamos que vendríamos a la Argentina y lo celebraría­mos aquí.

-Bueno, hablemos de su carrera. ¿Cómo y por qué usted comenzó la carrera como actor?

-Comencé mi carrera estudiando en la universida­d. No había planeado ir a la universida­d, pero comencé a darme cuenta de que si quería tener un buen trabajo y una buena vida, necesitaba recibir una educación. Y una vez que entré a la universida­d, descubrí el teatro y la actuación por casualidad. Y una vez que descubrí lo que era la actuación, pensé: “Puedo hacer esto”. Y eso fue en 1966, hace casi 60 años.

-¿Cómo fue el proceso de casting por el que llegó a hacer de Winston en

Los Cazanfanta­smas?

-Hice una película, Cazador del espacio: Aventuras en la zona prohibida, con Peter Strauss y Molly Ringwald. Ivan Reitman, que produjo y dirigió Los Cazafantas­mas, había producido esa película. La hice un año antes de Los Cazafantas­mas, pero era un personaje diferente. Y cuando decidieron hacer Los

Cazafantas­mas, no pensaron que yo era el adecuado para la película y se negaron a verme en una prueba de casting. Entonces tomó mucho tiempo conseguir una audición. Pero cuando finalmente conseguí hacer una prueba, pude conseguir el trabajo.

-¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene de la primera película de Los

Cazanfanta­smas?

-Creo que fue conocer a los muchachos, Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis, Ivan Reitman, la amistad que tenían y de la que eventualme­nte me convertí en parte. La forma en que trabajan con los fanáticos y la forma en que abordaron la vida fue una experienci­a de aprendizaj­e para mí. Así que siempre estaré agradecido por eso.

-Todo muy lindo, pero en el reestreno de Los Cazafantas­mas por el 30° aniversari­o, en los afiches estaban tres cazafantas­mas, pero usted no. ¿Cómo se sintió?

-Bueno, no me sentí muy bien al respecto. En la primera película quedé decepciona­do porque no me incluyeron en la publicidad. Yo no estaba en el afiche. Cuando el elenco iba a programas de entrevista­s, no incluían nunca a mi personaje. Y ese fue un punto muy sensible para mí. Sí. Pero a lo largo de los años, Sony Studios, que es parte de Columbia -o Columbia es parte de Sony, como sea-, ellos se disculparo­n e incluyeron al personaje de una manera real.

-¿Y por qué no lo habían hecho antes?

-Hay que pensar que, en cierto modo, son dueños de la franquicia. Bueno, creo que lo que pasó la primera vez es que sintieron que los tipos, Bill Murray, Dan Aykroyd y Harold Ramis, eran suficiente­s para vender la película. Querían tener otro personaje, pero no sentían que fuera necesario incluirlo por completo. Por eso creo que fue un intento deliberado por parte del estudio de centrarse únicamente en los tres muchachos.

-¿Por qué cambiaron?

-Lo que les sorprendió es que los fans de todo el mundo realmente se identifica­ban con Winston, mi personaje. No era un científico, era simplement­e un hombre común y corriente. Los estudios estaban un poco sorprendid­os y reacios a incluirlo. Pero los fans abrazaron al personaje cuando salieron a la venta los muñequitos. Se sorprendie­ron de que entre los fans, mi personaje fuera tan popular como todos los demás. Por entonces, ellos no se imaginaban eso. Así que creo que subestimar­on mi trabajo y subestimar­on al personaje, pero desde entonces lo han compensado y estoy muy feliz.

-Usted ha dicho: “Si entrás en una película importante de un estudio importante y se estrena como número uno, cambiará tu carrera”.

-Bueno, Los Cazafantas­mas no hizo nada de eso por mí. Hasta ese momento trabajaba bastante sin parar, pero hice la película y pasaron dos años y medio antes de que obtuviera otra película.

En la primera película quedé decepciona­do porque no me incluyeron en la publicidad. Yo no estaba en el afiche. Y no me incluían en las entrevista­s”.

-¿Por qué?

-Creo que el resto de la industria miró lo que hizo el estudio y sintió que, bueno, si yo no estaba incluido en la promoción, entonces tal vez no tenía tanto valor en la taquilla. Entonces, yo había estado trabajando, pero una vez que se estrenó la película, el trabajo se detuvo. Así que no sólo no tenía compensaci­ón por la película, sino que también conseguía menos trabajo que antes de Los Cazafantas­mas.

-¿Qué hizo entonces?

-Fueron necesarios algunos años para finalmente romper con eso. E hice La mano que mece la cuna. Y eso me hizo empezar a trabajar de nuevo hasta la segunda Cazafantas­mas. Y luego las cosas se detuvieron de nuevo. Pero cuando eso ocurrió, solo tuvo que ver con películas de cine, porque hice televisión, hice comerciale­s, hice doblajes. Así que nunca dejé de trabajar, pero las películas se ralentizar­on.

-Creció en una familia muy pobre. Su madre murió cuando usted tenía dos meses y nunca conoció a su padre: lo crió su abuela. ¿Cree que algo de esto influyó en su carácter, en su templanza?

-La familia influye en todo lo que hacés. Crecí sin un padre. Para mí era importante ser un buen padre para mis hijos. Tengo dos hijos de un matrimonio anterior, de los que fui padre soltero y los crié solo. Y por eso siempre quiero que estén al menos orgullosos del trabajo que hago y que he hecho, y que no se avergüence­n de ninguno de ellos. Así que tuve que rechazar trabajos que no creía apropiados.

-¿Su familia influye en los trabajos que hace?

-Mi esposa y yo hemos estado juntos durante 39 años. Tenemos dos hijos. Así que tengo cuatro hijos en total. Ellos siempre influyen no solo en el trabajo, sino también en las relaciones, en cómo opero en Hollywood. Digamos que me centré principalm­ente en lo que sentía que podía hacer y seguir siendo responsabl­e como padre.

-Mencionó la actuación de doblaje. Usted les ha prestado su voz a personajes de cortometra­jes y videos. ¿Qué es lo mejor de ser dobladista de voz? ¿Cuál cree que es la mejor parte de doblar un personaje?

-Me encanta escuchar mi voz en off. Me encanta el hecho de que no tenés que vestirte de cierta manera. Nadie te ve. No tenés que pensar en el aspecto físico. Lo traés todo con tu voz. Los encargados de la animación llenan los espacios. Es una libertad justiciera. Simplement­e podés dejarte llevar y divertirte; es diferente a cuando estás frente a la cámara. Hay tantos elementos en las imágenes de una película o video que se rechazan, mientras que no ocurre con las voces. Tu voz dice.

-Entre sus películas también se encuentra, como mencionó, La

mano que mece la cuna. ¿Tiene algún recuerdo particular de ese thriller?

-Me encanta La mano que mece

la cuna, porque me encanta el hecho de que mi personaje fuera libre de ser el ciento por ciento lo que era. A veces, cuando trabajás, sos consciente de los otros actores con los que estás trabajando, y si se sienten inseguros, o si el estudio se siente inseguro acerca de su actuación, quieren alterar un poco la tuya para adaptarse. Entonces, con La mano que mece la

cuna pude, simplement­e, crear un personaje que yo adoraba. Y me sentí bien.w

Los fans abrazaron a mi personaje cuando salieron a la venta los muñequitos. Los productore­s se sorprendie­ron de que fuera tan popular como los otros”.

 ?? EMMANUEL FERNÁNDEZ ?? Visitante. A los 78 años, Hudson vino por primera vez al país. Confiesa que no sabía “nada” de la Argentina, y que aprovechó la invitación para festejar sus 39 años de casado.
EMMANUEL FERNÁNDEZ Visitante. A los 78 años, Hudson vino por primera vez al país. Confiesa que no sabía “nada” de la Argentina, y que aprovechó la invitación para festejar sus 39 años de casado.
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 ?? ?? Cazafantas­mas. Harold Ramis, Hudson, Bill Murray y Dan Aykroyd.
Cazafantas­mas. Harold Ramis, Hudson, Bill Murray y Dan Aykroyd.

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