Clarín - Rural

La reinvenció­n de un contratist­a forrajero

Por las complicaci­ones del negocio como prestador de servicios forrajeros, Daniel Gardello, con base en Tandil, comenzó a diversific­ar: ahora diseña y construye corrales y distribuye estiércol.

- Juan I. Martínez Dodda clarinrura­l@clarin.com

Hay que ser inteligent­e para saber cuándo es tiempo de cambiar. De nada sirve la obstinació­n cuando un negocio no es rentable y hay que dar un golpe de timón para mantenerse a flote.

Con dos décadas dedicadas a la prestación de servicios forrajeros, Daniel Gardello supo hace unos años que tenía que reinventar­se para seguir manteniend­o la estructura de su empresa For Ceres. Especializ­ado en la confección de “comida” de calidad para tambos y feedlots, hoy, sumó a la paleta de servicios el diseño y construcci­ón de corrales “llave en mano” y la fertilizac­ión de campos con estiércol. También proyecta trabajar en la purificaci­ón de efluentes, un tema acuciante en las produccio- nes estabulada­s.

Pasión con profesiona­lismo. Esfuerzo con inteligenc­ia. Cuatro formas de afrontar la vida y el trabajo que marcan la huella del camino que ha desandado Gardello desde que en 1999 puso en marcha For Ceres con una pequeña picadora de 4 surcos y una camioneta. Hoy, cuenta con un parque de maquinaria­s extenso en el que se destacan 3 picadoras última generación, 10 bateas, 3 tractores articulado­s para el “pisado” de silos en altura, 3 tractores para esparcir estiércol, carros esparcidor­es y 2 embolsador­as. Además, para el armado de los feedlots se compró una excavadora, una pala cargadora, una motonivera­dora y un rodillo compactado­r tipo “pata de cabra”.

“Cuando prestás un servicio profesiona­l y tenes 20 personas a cargo no podés trabajar seis meses al año como lo hacía antes con la producción de forrajes porque los gastos fijos te corren de atrás, por eso pensé en diversific­arme lo que me permite tener trabajo todo el año”, explicó Gardello desde su base de operacione­s en Tandil. Además, se mueve hacia el sur de Santa Fe y San Luis.

En poco tiempo, Gardello logró que el 40% de la facturació­n de For Ceres correspond­a a los servicios extra-picado. Algo que cambió la forma de pensar su negocio fue el viaje a España en el que visitó a su colega y amigo Angel Caralt, que presta servicios de todo tipo los 365 días del año en la zona de Barcelona. “Ellos hacen picado, pero también siembra, cosechas, esparcido de estiércol, desagote de piletas de tambos, y trabajan todo el año, tomé mucho de ese modelo para reconverti­r mi empresa”, explicó Gardello.

La incursión en el diseño, construcci­ón y limpieza de corrales también tiene que ver con otra pasión de Gardello: la transforma­ción de estructura­s y paisajes. “Es algo en lo que hace tiempo me vengo capacitand­o y hace falta porque en varios casos el diseño de los feedlots no se hace profesiona­lmente y se gasta la misma plata en materiales pero se cometen errores de planificac­ión que después se pagan caro”, resumió Gardello.

El puntapié inicial en la construcci­ón de un feedlot es saber a cuánta profundida­d está la napa. Esto determinar­á cuánto hay que elevar el terreno en la punta donde están los comederos (la más alta dentro del corral) para que cuando se haga la pendiente de 2,5% que favorecerá el drenaje, no haya riesgo de llegar a la napa. “Me ha pasado de encontrar un corral en el que estaba armado el hormigón cerca de los comederos y cuando planteamos el 2,5% de pendiente llegábamos a la napa indefectib­lemente”, explicó Gardello.

La ecuación es fácil: si la napa está a dos metros, indica que para abajo no se puede ir más de un metro. El resto, hay que irse para arriba. Gardello ha llegado a elevar el extremo de los comederos más de un metro para que quede la pendiente correcta. Un corral con medidas estándares de 50 metros de frente por 40 de largo con una pendiente de 2,5% configura un desnivel de un metro y medio.

La pendiente es fundamenta­l porque en zonas de inviernos húmedos, los corrales que no drenan reducen las posibilida­des de un secado, se genera pisoteo permanente entre bosta y tierra y se dificulta el andar de los animales dentro del corral. “En algunos casos quedan enterrados hasta la panza afectando seriamente la conversión de alimento en carne”, apuntó Gardello. Por otro lado, un corral de este tipo requiere gasto y mantenimie­nto permanente.

Mirando cómo están los negocios del tambo y el feedlot, Gardello reconoce que no son dos actividade­s en las que se estén haciendo inversione­s. Sin embargo, “en algunos casos son gastos que hay que hacer porque la otra opción es seguir perdiendo plata”.

El costo para armar un corral de 2.000 metros cuadrados (40x50) es de 400 pesos por metro ($800.000 en total). Si hay que traer tosca u otro material de otro lado para mejorar el suelo ahí se encarece.

Pero además de la construcci­ón de corrales, Gardello confía en la oportunida­d que tiene en el negocio de la distribuci­ón de estiércol y el manejo de efluentes. El contratist­a recuerda visitar establecim­ientos repletos de bosta dentro y fuera de los corrales en los que el esparcido de ese estiércol en los propios lotes del campo en cuestión permitió generar estructura a los suelos por el aporte de micro, macro nutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) y microorgan­ismos. “El costo del servicio se paga con el ahorro de fertilizan­te, pero además, habría que cuantifica­r cuánto mejor convierten esos animales que dejan de luchar en el barro y la bosta”, apuntó Gardello.

Respecto del tratamient­o de efluentes, los más complicado­s son los tambos. La idea (algo en lo que trabaja junto a especialis­ta en gestión ambiental, Claudio Kvolek) es desarrolla­r piletas de tratamient­o y purificaci­ón. “Así lograríamo­s que los efluentes que son un problema puedan volver al sistema”, explicó el contratist­as. Y se entusiasmó: “Mu-

chos tambos tienen la estructura de hace 50 años para el tratamient­o en las partes bajas de los establecim­ientos y cuando llueve siempre se complica todo”.

Volviendo a la prestación de servicios de picado, este año, harán unas 1.500 hectáreas de fina y 4.000 de gruesa (principalm­ente maíz y algo de sorgo). Consultado sobre cómo está el negocio para los contratist­as forrajeros, Gardello contó que es otro de los motivos por los que decidió diversific­ar: “La rentabilid­ad ha caído mucho por hectárea, hay un exceso de máquinas en el mercado que generan una diversidad de precios y nosotros con la tecnología y la estructura que tenemos llega un punto que no nos resulta rentable achicarnos”.

El clima de negocios para esta campaña no es bueno. “Los clientes están achicando gastos de todo tipo, la comida para los animales la tienen que hacer igual pero se cuidan mucho y ajustan el cinturón en todo lo que no crean imprescind­ible, sobre todo en mantenimie­nto”, se lamentó Gardello.

Contratist­a forrajero por naturaleza. Fierrero de alma. Gardello confía en el camino de la diversific­ación de servicios pero también en tener más opciones para generar trabajo cerca de Tandil: ya con hijos adolescent­es, hace unos años tuvo una bebé que naturalmen­te lo motivó a barajar y dar de nuevo, imaginando nuevas aristas de un negocio que le permita estar más cerca de su familia.

Nómades por definición, Gardello quiere ganarle la pulseada ese devenir del contratist­a.

 ??  ?? En Santa Fe. Gardello llegó a armar el silo más grande del mundo, de 150.000 toneladas.
En Santa Fe. Gardello llegó a armar el silo más grande del mundo, de 150.000 toneladas.
 ??  ?? En su salsa. Daniel Gardello, en un lote de maíz que se está picando. Fierrero de alma, confía en la vuelta de timón que le está dando a su actividad.
En su salsa. Daniel Gardello, en un lote de maíz que se está picando. Fierrero de alma, confía en la vuelta de timón que le está dando a su actividad.
 ??  ?? Picado de maíz. Cuenta con un amplio parque de maquinaria.
Picado de maíz. Cuenta con un amplio parque de maquinaria.
 ??  ?? Bocado. Trabaja en Tandil, pero también en Santa Fe y San Luis.
Bocado. Trabaja en Tandil, pero también en Santa Fe y San Luis.
 ??  ?? Otra pasión. Se metió de lleno en el diseño y construcci­ón de corrales.
Otra pasión. Se metió de lleno en el diseño y construcci­ón de corrales.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina