CELULARES Y ADOLESCENTES, CADA VEZ MAS UNIDOS
Ni lavarse los dientes ni tomar un buen desayuno: lo primero que hacen 7 de cada 10 adolescentes argentinos de 10 a 19 años al despertarse es chequear su teléfono celular, incluso cuando todavía están en la cama. El dato es de un estudio que realizó Motorola este año y no deja dudas: los smartphones ocupan cada vez más espacio y tiempo en nuestras vidas, especialmente en las de los más jóvenes. No es un fenómeno local: en los Estados Unidos, 8 de cada 10 adolescentes se conectan a un dispositivo menos de cinco minutos después de despertarse, mandan un promedio de 100 textos por día, un 80% duerme con sus celulares y un 45% no se desconecta nunca. Mirar el teléfono es lo primero que hacen los jóvenes al despertarse y, tal vez, lo último antes de acostarse. Esto indica que duermen con el dispositivo en el cuarto, un hábito que la ciencia vincula con los problemas de descanso. ¿Hay manera de detener estas malas costumbres? Una solución sería evitar que la tecnología invadiera los cuartos. “Es mejor que las pantallas se ubiquen en espacios compartidos: el comedor, un escritorio o la cocina. Las investigaciones reflejan que, así, se reducen las horas que los chicos pasan con las tecnologías y, sobre todo, se evita que las usen en soledad”, aseguró Roxana Morduchowicz, doctora en comunicación, consultora de Unesco y autora de Ruidos en la web. Eso sí: sólo funciona si los padres hacen lo mismo. Los buenos hábitos comienzan en casa y arrancan por uno mismo.