Los conservadores de Andalucía consuman un giro histórico

Tal como estaba previsto, los conservadores llegaron al poder en Andalucía con el apoyo de la ultraderecha. Se consumó así en los hechos el triunfo electoral de diciembre, cuando una alianza del Partido Popular (PP) y Ciudadanos ganó las legislativas tras 36 años de gobierno hegemónico de los socialistas. Ayer, los andaluces ratificaron su giro histórico con la investidura del conservador Juan Manuel Moreno como presidente de la región más poblada de España, gracias a los votos de Vox.

Moreno, líder andaluz del Partido Popular (PP), presidirá un Ejecutivo compuesto por miembros de su formación y del partido liberal Ciudadanos, con el que quiere -entre otros temas propuestos en la campaña- acometer una importante reducción de impuestos. Fue elegido en el Parlamento regional con una mayoría de 59 diputados de un total de 109, entre ellos los 12 de Vox. La formación de extrema derecha, conocida por sus posiciones contra la izquierda, el feminismo y el separatismo catalán, había firmado la semana pasada un acuerdo de investidura con el PP, pero no entrará en el gobierno.

“Había claros signos de final de ciclo, y los andaluces querían un cambio de gobierno”, enfatizó Moreno, que llega tras un largo reinado socialista marcado en los últimos años por sonados escándalos de corrupción y una tasa de desempleo que es la más alta de España: 22,85% en el tercer trimestre de 2018, según datos oficiales.

Vox sacudió la escena política española al conseguir un 11% de votos en las elecciones andaluzas de diciembre, y lograr que la extrema derecha ingrese por primera vez a un Parlamento regional desde el restablecimiento de la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975. Los observadores políticos especulan con que pueda reeditarse el pacto de derechas en Andalucía para tomar el control en otras regiones o alcaldías, incluso a nivel nacional en unas eventuales legislativas que se celebrarán a más tardar en 2020.

Al intervenir por primera vez ante el Parlamento en Sevilla, el líder regional de Vox, Francisco Serrano, dijo que su partido vino “a dar respuesta a muchos españoles y andaluces indignados, que no se sentían representados por ningún partido político”.

Vox generó indignación al proponer sin éxito la derogación de leyes contra la violencia de género, una causa nacional hasta ahora apoyada unánimemente por la clase política española. El martes, miles de personas se manifestaron contra Vox en decenas de ciudades en todo el país convocadas por organizaciones feministas bajo el lema “Ni un paso atrás en igualdad”. ■