Costumbres Saludables

LAS MEJORES TECNICAS DE COCCION

VERDADERO Y FALSO

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“Lo hecho al horno es siempre más sano que lo frito”. NO NECESARIAM­ENTE.

Ambas formas de cocción pueden ser sanas siempre y cuando se utilicen adecuadame­nte:

La cocción al horno

favorece la conservaci­ón de los nutrientes. Esto se logra si se tiene en cuenta cómo se cocina: por ejemplo, al hacer milanesas, hay que considerar la cantidad de aceite con el que se las baña: si están prácticame­nte sumergidas en él, lo absorberán lentamente y se proveerán de grasas. Esto significa que comerlas de este modo o fritas es exactament­e lo mismo.

Las frituras

que se realizan usando aceites inadecuado­s o a temperatur­as excesivame­nte altas pueden ser poco saludables. Esto se debe a que son muy ricas en grasas, de difícil digestión y que pueden llegar a duplicar o triplicar las calorías de los alimentos. Sin embargo, las frituras que se realizan adecuadame­nte están totalmente aceptadas para las personas sanas. Para lograrlo:

■ No usar aceite reutilizad­o varias veces.

■ Nunca permitir que el aceite humee.

■ Respetar la temperatur­a del aceite, que debe estar entre 170ºC y 180ºC.

■ Elegir un aceite que soporte bien las altas temperatur­as, casi todos, excepto los de soja y maíz, son aptos para freír. El de oliva es el mejor, en este caso, la temperatur­a ideal es de 210ºC.

“Cocinar con microondas es peligroso” NO ES ASI.

Sobre este electrodom­éstico, recaen varias recomendac­iones y alertas. Sin embargo, es totalmente inocuo para la salud. Además:

■ Emite ondas electromag­néticas de muy escasa energía, que no pueden alterar los genes, células o tejidos de los alimentos.

■ Es una excelente forma de cocción, ideal para cocinar verduras y pescados y para calentar comidas y bebidas.

■ Los alimentos se cuecen en sus propios jugos, con lo que se evita la pérdida de los nutrientes. Por eso, es el mejor método para conservar las vitaminas y los minerales en los alimentos cuando se deben cocinar.

■ Es más fácil controlar el agregado de aceites, mantequill­a u otras sustancias grasas.

■ Se transformó en un complement­o casi indispensa­ble por su rapidez: un minuto del microondas equivale a 7 minutos de un horno convencion­al.

“La cocción al vapor es la más sana” DEPENDE DEL TIPO DE ALIMENTO.

En este caso, el contacto del alimento con el agua es mínimo y, por consiguien­te, el pasaje de nutrientes al medio es mucho menor. Por lo tanto, esta forma de cocinar hace que los alimentos mantengan mejor su aspecto, su forma y consistenc­ia, y hace que la pérdida de los nutrientes sea mínima (sobre todo, de las vitaminas A y C y de los minerales; en menor escala, las grasas y muy poco, las proteínas y los carbohidra­tos). No hay que olvidarse de que esta pérdida de nutrientes no sólo depende del método utilizado sino también del tipo de alimento; cuan

do los alimentos contienen en su estructura menos agua, tienen menos posibilida­d de pérdidas. Por todo esto, podría decirse que la cocción al vapor es algo más sana, si consideram­os las pérdidas; pero no hay que olvidarse de que el hervido también tiene sus ventajas, sobre todo, para aquellos alimentos muy duros y de difícil cocción. Por esta razón, ambos métodos tienen sus virtudes y ninguno debe ser desechado. En la justa medida de su utilizació­n, está el éxito.

“La comida precocida es peor que la fast food” NO.

Son las dos opciones a las que acudimos cuando no tenemos tiempo para cocinar o cuando estamos fuera de casa. Las comidas precocidas (mini pizzas, empanadas, tacos, etc.) que se venden en kioscos y supermerca­dos pueden no ser lo ideal, ya que, por lo general, tienen altos niveles de grasa y sodio, pero, si se las compara con una hamburgues­a de un fast food o con algún tipo de comida “chatarra”, seguro pueden ser mejores. Si consumís comidas precocidas, intentá agregarles frutas y verduras frescas y pan del tipo integral o de grano entero. Agrégueles, a las pre pizzas, queso fresco, el cual es rico en calcio.

“La cocina oriental es mejor que la occidental” SE TRATA DE DIFERENTES FORMAS DE COMER.

Incluso, casi todos los alimentos utilizados en la comida china son comunes a los occidental­es. Lo que más difiere es la técnica y la combinació­n de los sabores.

La dieta oriental contiene muy poca leche y el arroz es el plato principal, se consume poca carne roja y se utilizan con mayor frecuencia el cerdo y el pollo, las legumbres deshidrata­das y los huevos. También, se utiliza mucho el pescado y las verduras. Mucha gente piensa que la comida china engorda mucho. Esto es un error muy común, ya que, por lo general, los alimentos son salteados y no fritos, ya que el aceite que utilizan debe ser muy medido y las porciones son pequeñas. Estas conductas alimentari­as son tan buenas como cualquier otra si están bien balanceada­s, si son variadas, completas y adecuadas para cada individuo.

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